El pasado domingo, preparando el "cuelgue" celebrativo del quince cumpleaños de "A GUITARRA LIMPIA" –hermoso proyecto desarrollado "en y por" el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en La Habana– me reencontré con un conjunto de carteles –más de sesenta– dedicados a expresar con imágenes el concepto simbólico de "guitarra limpia". Fueron los carteles que se presentaron al concurso organizado, precisamente por el Centro Pablo, cuando, hace cinco años, celebró el décimo cumpleaños de su proyecto.
Cartel creado por Damián Castillo. |
Al recuperar aquellos carteles y al volver a verlos –algunos son muy hermosos– inmediatamente pensé en compartirlos con vosotros y vosotras –amigos y amigas que vistáis el blog–. A partir de ahí, me surgió la idea de dedicarle un "cuelgue" a la guitarra –una especie de homenaje– en el que, como vais a poder observar seguidamente, voy a ir alternando algunos de los carteles recuperados, con fragmentos poéticos de canciones que se han dedicado a la "guitarra" o que hablan de ella.
A este cuelgue le he llamado "¡GUITARRA, DÍMELO TU!" glosando esta hermosa canción de Atahualpa Yupanqui.
«Si yo le pregunto al mundo,
el mundo me ha de engañar.
Cada cual cree que no cambia,
y que cambian los demás.
Y paso las madrugadas,
buscando un rayo de luz.
Porqué, la noche es tan larga,
«Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía... Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos...»
("Guitarra negra". Afredo Zitarrosa)
«Sol, mar, guitarra de medianoche.
Cartel creado por Abel Nova. |
«Sol, mar, guitarra de medianoche.
Yo y tú, hermana de mi esperanza
Voy, voy; por algo soy caminante...
Andaré en la huella,
siguiendo una estrella,
que aunque esté muy alta,
yo sé que un día la he de alcanzar».
«Empieza el llanto de la guitarra.
Se rompen las copas de la madrugada.
Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla.
Llora monótona como llora el agua,
como llora el viento sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas».
«Guitarra febril,
guitarra canción,
robaste el silencio al buen trovador.
Guitarra tienes tú lo que a mi voz le falta,
tienes un ruiseñor despierto en la garganta,
sabes rondar la luz, la dicha y los anhelos,
trocarte con la miel surcando un aguacero».
«¡Gracias guitarra!
Por la lección que me diste
que en vez de llorar, cantara.
Por el amor a la tierra,
por la canción que adornabas.
Porque llegaste a mi vida
trayéndome la esperanza.
Porque juntos comenzamos
a subir la cuesta brava,
juntos en las horas buenas,
juntos en las horas malas,
por eso es que en esta noche
te digo: ¡Gracias guitarra!».
«Cantará cantará, la guitarra cantará.
Y será en su cauce de frescura,
dónde abreve la ternura...
Cantará cantará, la guitarra cantará.
Vencerá a la noche del olvido
árbol al fin, raíz y nido...
Cantará cantará, la guitarra cantará.
Guitarra altiva y luchadora
viene fundando la aurora...».
«Mi guitarra tiene boca
para cantar los amores
y un ojo donde se esconden
en el invierno las flores.
Su cintura en mi rodilla,
mi pecho contra su espalda,
si mis dedos la acarician
de su cuerpo sale el alma.
Un eco de mariposas,
un torrente de agua clara,
un tono para la pena
y un arpegio de esperanza».
«Me dicen que no tengo nada
y es que la gente no se entera
que a mi me basta una carretera,
mi guitarra y mi canción».
(“Carretera, guitarra y canción” Alfonso del Valle).
Cartel creado por Ranfis Suárez Ramos. |
Y sigo aprendiendo...y disfrutando!
ResponderEliminarBesazo!