MAUI |
No puede pasar ni un día más sin que MAUI –nacida en Utrera– tengan un rinconcillo cálido y destacado aquí donde CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA... ¡Me resulta imposible prescindir de ella y de su canto!...
Desde que hace ya unos meses escuché cantar por primera vez a esta mujer me tiene "atrapao". Sin duda su primer disco –muy reciente– "Viaje interior", es uno de los que más he escuchado últimamente. Lo suelo escuchar de fondo mientras trabajo, en mis paseos matutinos –cuando voy a comprar el pan–, en el metro camino o de regreso de algún concierto, cuando me encuentro "cansao" o un poquillo "deprimio", y, sobre todo, con cierta frecuencia, siempre que tengo ganas de sentirme solo y estar "agustito"...; en fin, es evidente: MAUI se ha convertido en mi chica cantora, y su "Viaje interior" me encanta, y ya hasta me lo canto a mi mismo; me lo sé de memoria –¡vamos! que soy lo que se dice un "fan"–.
Desde que hace ya unos meses escuché cantar por primera vez a esta mujer me tiene "atrapao". Sin duda su primer disco –muy reciente– "Viaje interior", es uno de los que más he escuchado últimamente. Lo suelo escuchar de fondo mientras trabajo, en mis paseos matutinos –cuando voy a comprar el pan–, en el metro camino o de regreso de algún concierto, cuando me encuentro "cansao" o un poquillo "deprimio", y, sobre todo, con cierta frecuencia, siempre que tengo ganas de sentirme solo y estar "agustito"...; en fin, es evidente: MAUI se ha convertido en mi chica cantora, y su "Viaje interior" me encanta, y ya hasta me lo canto a mi mismo; me lo sé de memoria –¡vamos! que soy lo que se dice un "fan"–.
«Con el dobladillo descosio
y el sombrero algo torcio
mas la mirada contenta
despierto mis siete sentidos,
creo que hoy el mundo es mío,
no me asusta la tormenta
y se abren ante mi todas las puertas [...]
y sigo mi camino [...]
A mi me mueve la vida
yo no entindo de dsetino
si a fin de cuentas lo importante
resulta ser el camino.»
Recuerdo perfectamente aquel día –hace muy pocos– en que escuché cantar por primera vez a Maui; permitidme que relacione aquella experiencia con tres anteriores que me causaron similar impacto y apasionamiento: El día que me sedujeron la voz, la presencia y las canciones de Martirio –aquella Martirio de "Estoy mala" y "Soy virgen"– que una noche, lo recuerdo muy bien, en la sala Jácara de Madrid me enamoró "hasta la trancas", La mañana que –en Alcalá de Guadaira– conocí y escuché cantar muy cerquita a Lole, con un Manuel celosillo a su lado, que siempre me confesó que no le gustó como la miraba aquel día. Y la noche que escuché cantar a Rozalén, por primera vez en Libertad 8, fue su canto como un huracán de esperanza en el que la canción popular estaba viva y latiente; viva en el cantar de aquella "artistaza integral" que no ha cesado de emocionarme y encandilarme.
Pues sí, escuchando cantar a Maui sentí una mezcla de las tres experiencias y sensaciones anteriores... Fue como un nuevo reencuentro con lo que para mi es la esencia del canto popular, del sentir sureño y de eso que parece que ya no se sabe muy bien que es –yo lo tengo muy claro–: la "canción de autor"... Luego leí algo en su Web, y "pa qué" más: «Vengo, de la raíz más bonita que se pueda tener –escribe Maui–, la de no tener nada y tenerlo todo… de disfrutar del pan con chocolate en la merienda con mis amigos del polígono, de pedir pocos regalos a los reyes magos y sentirme la niña más rica del universo».
»Cantar coplas al viento con sus zarcillos de coral
y desnudarse de momento pa'contarte la verdad
de sus sentimientos, de su soledad
que fue atrapándola por dentro hasta que
se convirtió en una isla,
y muchos la quisieron conquistar
pero ella no se dejó
y libró su propia guerra contra las olas del mar.»
(Soy una isla.)
El cantar de Maui es limpio, auténtico, jondo, esperanzador, tierno, claro, con sonido a tierra y a cotidianidad; es alegre, romántico, intimista, comprometido con la poÉtica del vivir, cuajado de imaginacion, positivo, cargado de requiebros al corazón, preciosamente interpretado, y brillante y bellamente musicalizado –hermosa y luminosa banda la que acompaña a Maui–.
Y con todo eso, hoy quiero presentar, promocionar, difundir, aplaudir y declararle mi pasión más radical, a este disco y a su autora; disco que se edita de "Nuevo Medios". (No podía ser otra discográfica más que esta en la que permanece –es evidente– el espíritu, el gusto y la sensibilidad de mi buen amigo, siempre aquí cerca, Mario Pacheco).
Em el disco de Maui, producido musicalmente por Diego Guerrero, han colaborado un gran equipo de músicos y amigod: Diego Aín, Juan Tomás Álvarez, Bandolero, Edu Barbero, Antonio Cortés, Santi Cañada, Diego Guerrero, Yelsi Heredia, Miguel Ángel Márquez (Antílopez), Rycardo Moreno, Natalia Nascimiento, Nasrine Rahmani, Antonio y Lolo Saavedra "Los Mellis", Joao Frade, Raúl Rodríguez, El Kanka y Martirio. Maravillosas la fotografía y el diseño de Mirian Yeleq y Nic Lund.
Seguiría escribiendo ahora, sobre el disco de Maui, canción por canción. Me reprimo y lo dejo para otra ocasión; podría ser, por ejemplo, después del concierto que nos va a ofrecer en Madrid –al que no pienso faltar– el próximo día 18, a las 21:30, en el Café Berlín.
Lo que si me apetece son dos cosillas más: La primera, por si no lo habéis escuchado, compartir un vídeo con la canción "Dejarse llevar" que Maui canta con el amigo El Kanka:
Seguiría escribiendo ahora, sobre el disco de Maui, canción por canción. Me reprimo y lo dejo para otra ocasión; podría ser, por ejemplo, después del concierto que nos va a ofrecer en Madrid –al que no pienso faltar– el próximo día 18, a las 21:30, en el Café Berlín.
Lo que si me apetece son dos cosillas más: La primera, por si no lo habéis escuchado, compartir un vídeo con la canción "Dejarse llevar" que Maui canta con el amigo El Kanka:
«Que se pare el tiempo aquí
con este olor a jazmín
con esta suave brida de verano...
vuelan los deseos más lejanos
se enreda tu mano
con mi mano [...]
Solo dejarase llevar
por el vaiven de la inestabilidad,
sentir hormigas en la piel,
desfiar la ley de gravedad.
Solo dejarse llevar
como si después de esto
ya no hubiera nada más...»
(Dejarse llevar).
La segunda cosa que me gustaría decirle a Maui –y creo que va a entenderme– es que, como ella misma nos dice en su "Tanguillo de la sardina", consiga siempre librarse y liberarse del "tiburón hambriento" –que siempre acecha tras discos y creaciones como la suya... Maui sigue cantando "al viento" y viviendo a tu manera como ahora lo haces... ¡Abrazo, felicidades y nos conoceremos personalmente el próximo día 18 en el Café Berlín.