En este último "cuelgue" dedicado al gran proyecto "TOCANDO MADERA, LA GIRA", va a tomar la palabra su impulsor y la persona que me lo dio a conocer con tanta pasión, que consiguió enamorarme de todo lo que están haciendo nuestros hermanos "cantautores" panameños; me refiero a YIGO SUGASTI. Le agradezco las palabras que me ha enviado desde Panamá... Y aquí están, ¡compartidas!... ¡Es tanto lo que a partir de ahora nos queda por compartir!
Yigo Sugasti. |
«Las canciones son las protagonistas, este es el norte de "TOCANDO MADERA, LA GIRA...
Ahora somos un niño que camina solo y habla con voz propia. Tenemos 9 años de ser el primer escenario de canción de autor panameña y la casa del movimiento de cantautores del país y espero que en un mundo tan atribulado y en esta vida tan frágil, bella e inentendible entre otras cosas, podamos día a día seguir por ese sendero que hasta ahora es nuestra motivación más grande como organizacíón: ser tribuna pública y un hogar seguro para las canciones que conforman la Banda Sonora de Panamá.
Sabemos que las canciones son sanadoras, necesarias y en algunos momentos la única compañía que tenemos. Existimos con la finalidad de ayudar a que esta gran familia de hombres y mujeres que escuchan las canciones que les canta el universo –el mismo que los premia y casi no les deja otra opción que dedicarse a esa bella tarea de luchar por compartirlas con los demás (hablo de los "cantautores")–, no se vuelvan otra especie en extinción, otro asunto nacional o mundial olvidado.
Sugasti & Horna + Anustá Centro Femenino de Rehabilitación Cecilia Orillac de Chiari (2004) |
Trabajamos junto a nuestros trovadores quienes actuan desde y por el impulso que nace de un gran amor; convencidos de que su destino es ser los portavoces de ese mar de canciones que gravitan en el espacio y que en un momento cualquiera, solo suenan en su cabeza como intervalos de una melodía y como versos de un nuevo tema que nos hará soñar y pensar, después que nos sintonizamos con la frecuencia de una canción que tiene alma.
Alzamos la voz y las guitarras para que este oficio no deje de existir, colaboramos para que se termine de integrar en nuestra sociedad con la altura, seriedad y la dignidad que se requiere para practicar un arte o cualquier oficio de manera profesional.
En el 2006 iniciamos por medio del Festival Internacional de la Canción de Autor de Panamá una conexión con España que se repitió en el 2008 y en el 2010. Invitamos a tres jóvenes cantautores que cruzaron el Atlántico con el alma llena de canciones y con el único interés de compartirlas con quien quisiera escuchar. Primero César Rodríguez, luego Jesús Garriga y por último Pau Alabajos, tres entrañables servidores de la canción que hoy son para nuestro movimiento familia, de esa que es cósmica, de esa que no se elige y que no hay que ver ni escuchar todos los días. Para ellos nuestra admiración y agradecimiento por acudir al llamado de los miembros panameños de la tribu global de trovadores.
Y como dice la canción "la vida nos fue preparando" para la llegada de otra amistad trasatlántica, esta vez el preámbulo vino en forma de carátulas de discos, de fotografías de varios de los gigantes que con sus palabras y melodías alumbraron el camino a los que llegamos después, hablo de «...Y la palabra se hizo música»...; una muestra de historias exquisitas y de canciones que son nuestras hermanas, hermanas sin tiempo, bello homenaje e inmejorable curaduría que presentamos en la segunda edición de nuestro festival. Así fue el primer encuentro con Fernando González Lucini, un creyente en la canción como idioma universal, un visionario sensible y un hermano mayor para los de nuestro oficio. Gracias Fernando por hablarle a los tuyos y a los nuestros del romance y compromiso con este patrimonio intangible que es la canción, que es el mismo pacto que tienen muchos en España y en el mundo "gracias a la vida".
Alfredo Hidrovo cantando en el marco de la exposición «...Y la palabra se hizo música». Casa de Góngora, San Felipe. Panamá. |
¿Qué si son necesarios los cantautores? Las canciones si lo son, las canciones si cambian las cosas.
Cada ser humano es un juglar, vamos componiendo el guión de nuestras vidas, vamos guardando los recuerdos de la gente y los momentos cumbres de nuestro día a día y de la historia, pero es cantando como regresamos de la mano a lo vivido, a lo soñado, a lo esperado y a lo olvidado, ahí es donde el cantautor es amigo.
Cualquier cosa puede provocar el nacimiento de una canción, cualquier sentimiento o historia tiene su canción esperando por nacer...
GRACIAS POR SER LA OTRA PARTE DEL CÍRCULO, CADA VEZ QUE NOS PERMINTEN MATERIALIZAR EN EL ESCENARIO O EN CUALQUIER PARTE LAS CANCIONES QUE LLEVAMOS DE LUGAR EN LUGAR, CON EL GRAN ALICIENTE DE QUE USTEDES ESTARÁN AHÍ... LAS CANCIONES SI NO SE CANTAN ESTÁN MUERTAS... GRACIAS POR PERMITIRNOS REVIVIRLAS UNA Y OTRA VEZ...
SOLO LAS CANCIONES SON Y SERÁN LAS PROTAGONISTAS, POR LAS CANCIONES ALZAMOS LA VOZ Y TOCAMOS MADERA, POR ELLAS ANDAMOS DE GIRA SIN FIN Y SOMOS LO QUE SOMOS». (Yigo Zugasti. Presidente de la Fundación Tocando Madera).
Yigo Sugasti y Carlos Méndez . |
¡Gracias, amigo Yigo!... ¡Gracias amigos cantores panameños!... Para mí ha sido un placer y una suerte conoceros y conocer vuestro proyecto... Me siento inmensamente feliz y honrado de haberlo presentado aquí DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA... Y ahora –como se dice por aquí–, «la suerte está echada»... Iniciamos nuevos tiempos de colaboración, de intercambio, de trabajo compartido, de proyectos y de sueños que pueden ser realidades...; y, sobre todo, de amistad, de revolucionaria fraternidad.
Hoy es un buen día para evocar la voz y canto de José Antonio Labordeta:
José Antonio Labordeta. |
«Caminaremos –juntos–
hasta el instante
en que la lluvia
crezca la libertad.
Caminaremos –juntos–
hasta la aurora
en que en el viento
renazca la igualdad.
Caminaremos –juntos–
hasta el momento
en que las manos
sean fraternidad».
("Caminaremos. José Antonio Labordeta).