Desde el 11 de abril pasado no he publicado nada desde aquí, desde MI ATALAYA... En realidad, en ningún momento he dejado de estar en este rinconcillo tan personal y tan íntimo buscando la paz, el equilibrio y la esperanza; que, –por cierto– ¡falta me han hecho!. He pasado aquí largos ratos disfrutando de las canciones que más amo; pensando "para atrás y para adelante" –más para "adelante" que para "atrás"–; borrando de mi vida ciertas mediocridades que han intentado herirme –sin éxito– en estos últimos meses, y, sobre todo, proyectando lo que me gustaría hacer –o a lo que debo dedicarme– en el próximo año que está a punto de iniciarse.
Normalmente en las recientes estancias en MI ATALAYA –desde el mes de abril– no he escrito nada; y, si lo he hecho, no lo he publicado; he preferido guardarlo en mi intimidad. Sin embargo hoy quiero y necesito reiniciar mis reflexiones compartidas desde esta "solitaria-altura"; hoy que, tras tomar varias decisiones importante, camino ya hacia un nuevo horizonte.
Os cuento: La primera decisión que he tomado –por supuesto compartida con mi familia– ha sido dejar la casa en la que vivo –que se me hace demasiado grande–; abandonar definitivamente mi garaje; desprenderme de la mayor parte de las pequeñas y grande joyas –relacionadas con la "canción de autor"– que he venido guardando y coleccionando; y mudarme a otro espacio más pequeño en el que quepa lo imprescindible para poder realizar el trabajo y para responder a los retos que quiero afrontar a partir de ahora. (Por supuesto, en las próximas semanas espero poder ir dejando en muy buenas y generosas manos todo el "patrimonio" del que tendré que desprenderme, con la seguridad de que nada va a perderse, ni va a ser "inflavalorado" como algún "ignorante" ha intentado hacer últimamente.)
En segundo lugar, he decido que, mientras pueda, seguiré dirigiendo la WEB "CANCIÓN CON TODOS" –ahora con el imprescindible apoyo y respaldo de la SGAE–; continuaré alimentando este blog en el que "CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA" –visitado por varios cientos de personas a diario–; mantendré el "BUEN DÍA" cotidiano en mi muro de facebook; y disfrutaré con mis colaboraciones en Radio Nacional, y con la dirección de los diez nuevos programas de TV que próximamente vamos a iniciar en la UNED/TV2.
Y, en tercer lugar, y quizá esta sea –para mí– una de mis últimas decisiones más importantes, me he decidido a volver a escribir y a editar un libro, cosa que no hago desde el año 2009 –desde que publiqué "¡Dejadme la esperanza!", dedicado a Miguel Hernández–. Era algo a lo que había renunciado voluntariamenten pero que ahora varios amigos y amigas me han animado a retomar.
De ese nuevo libro, de momento, poco puedo contar puesto que lo tengo en el inicial proceso de gestación y porque no pienso centrarme en él, a fondo, hasta que me encuentre ya centrado en mi nueva casa.
Sé que va a ser un libro de "memorias" –de "mi memoria", mejor dicho– relacionadas con los casi cincuenta años que he dedicado a la "canción de autor". Sé que en él me propongo "contar" lo que "no he contado" y "me apetece y me falta por contar". Sé que va a ser un libro testimonial –no histórico– lleno de anécdotas, de afectos, de reencuentros, y, por supuesto también, de alguna que otra decepción y desencuentro... Y sé también como va a titularse «MI VIDA ENTRE CANCIONES».
En fin, amigos y amigas, sea como sea, y mientras "el cuerpo aguante" –que está dispuesto a aguantar un rato largo– aquí sigo, y a aquí seguimos, CANTANDO –y contando– COMO QUIEN RESPIRA.
Sé que va a ser un libro de "memorias" –de "mi memoria", mejor dicho– relacionadas con los casi cincuenta años que he dedicado a la "canción de autor". Sé que en él me propongo "contar" lo que "no he contado" y "me apetece y me falta por contar". Sé que va a ser un libro testimonial –no histórico– lleno de anécdotas, de afectos, de reencuentros, y, por supuesto también, de alguna que otra decepción y desencuentro... Y sé también como va a titularse «MI VIDA ENTRE CANCIONES».