En el "cuelgue" anterior reivindicábamos a BENITO MORENO como pintor, y contemplábamos algunas de sus creaciones como esta:
Pues bien, Benito –allá en su exilio parisino– además, sentía una gran admiración por el flamenco y una especial atracción hacia la poesía, lo que, dada su desbordante creatividad, le llevó a plantearse, a principios de los años setenta, la posibilidad de fusionar la palabra y la música en un mismo lenguaje; posibilidad que se tradujo en la composición de sus primeras canciones.
En 1975, durante una de sus estancias en Sevilla, Benito conectó con Gonzalo García Pelayo –productor discográfico que impulsó y puso en marcha el mítico sello "Gong" en Movieplay–, y grabó su primer disco en el que contó con la dirección musical del guitarrista Alain Le Bris y con los arreglos del grupo Triana.
Aquel disco titulado
"Romance del Lute y otras canciones" (1975), constituyó una gran sorpresa para todos los que amábamos la "canción de autor" y nos sentíamos inmersos en su universo:
Benito Moreno era una persona casi desconocida musicalmente en España, y se descolgaba, de repente, con una obra bellísima y original, tanto en lo que se refiere a su contenido poético, como a sus planteamientos musicales –pura y profundamente andaluces–, y a su interpretación radicalmente distinta de los cantantes de la época dentro y fuera de Andalucía.
Moncho Alpuente, el 11 de junio de 1975, al referirse a este disco, publicó la siguiente crítica en el periódico "Informaciones":
«Las canciones dedicadas a El Lute, junto a otras de temática distinta presentan un esfuerzo consciente de hacer regresar la canción de autor a los caminos de la tan denostada "canción española, pero enfocada desde una óptica que rechaza el tópico y se aleja de los trillados cánones del seudoflamenquismo. Benito Moreno ha querido trasladar a su universo personal su visión de España. Su distanciamiento y su toma de postura crítica ante este universo eminentemente folklórico, en la peor definición del término, le hacen huir del fácil "typical" aunque tome de esa barroca imaginería elementos verídicamente populares para darles una dimensión muy diferente de la habitual.
Escuchando, por ejemplo, sus canciones de El Lute, se observa que en el tratamiento del personaje no hay ni rasgo de epopeya ni fáciles condenas, sino el retalto, según la mejor tradición del "romancero cantado", de una lucha personal por la libertad, de una huida y de una captura que a veces toma alientos de "western".»
La cara "A" de aquel LP estuvo dedicada al llamado
"Romance al Lute" y se componía de cuatro temas:
"Romance de la huida del Lute (Alcalá de Guadaira, agosto 1972)",
"Romance de la cogida del Lute (Sevilla, junio 1973)",
"Silencio en Cartagena (Celda de fumista)" y
"Nana para no dormir". En la cara "B" nos ofreció canciones tan populares como
"Sevillano" –que escuchábamos en el "cuelgue" anterior, o la titulada
"España huele a pueblo", tema que
Manolo Escobar incorporaría años después a su repertorio, en 1987, igual que hizo, también, con canciones como
"Qué bonito es Badalona" de
Joan Manuel Serrat.
Para concluir este "cuelgue", y como pura curiosidad, os voy a proponer escuchar las dos versiones nombradas de la canción
"España huele a pueblo", primero la cantada por
Benito, y a continuación la interpretada por
Manolo Escobar.
VERSIÓN INTERPRETADA POR BENITO MORENO (1975).
Pulse el siguiente enlace de "goear"
VERSIÓN INTERPRETADA POR MANOLO ESCOBAR (1987).