Os cuento algo que me ocurrió ayer y que va a dar origen a una nueva "seccion breve" del blog aquí DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA.
Mi día de ayer estuvo especialmente "cuajao" de contradicciones: de momentos emocionantes y maravillosos –de los que no se olvidan–; y, a la vez, de alguna que esas “mediocridades” –pequeñas la mayoría de la veces– que precibes a tu alrededor, que te indignan y al final logran entristecerte... ¡Vamos, lo que se dice un día raro, raro!...
Ya de anochecida, yendo en el metro camino de la Sala Libertad 8 –donde cantaba Íñigo Coppel– y pensando en lo vivido a lo largo del día –y, en general, en estas cuatro últimas semanas–, llegué a la conclusión de que aquí, en el blog, tengo, en realidad, como una "ATALAYA" desde la que a diario percibo y siento –con mucha serenidad y, a la vez, con demasiadad evidencia– mis propias contradicciones –que las tengo–, y las contradicciones que observo a mi alrededor, sobre todo con referencia al universo de la “canción de autor” al que le dedico tanto tiempo y del que tanto escribo.
Ya llegando –en el metro– a Chueca –estación en la que suelo bajarme para ir a Libertad Ocho–, me surgió una idea que me voy a decidir a poner en marcha; se trata de crear una nueva sección en el blog, a la que voy a llamar: «DESDE MI ATALAYA».
A esa “ATALAYA” subiré de vez en cuando. No lo haré con demasiada frecuencia, solamente cuando lo necesite de verdad –para relajarme–, o cuando sienta la necesidad de ensalzar gestos y emociones que merezcan la pena; o de desahogar, reflejar y poner en evidencia esas mediocridades que a veces percibo a mi alredor y que tanto me entristecen.
Así pues aquí nace esa nueva sección que, de momento, solamente tiene un título y muy buenas intenciones: “DESDE MI ATALAYA”.