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sábado, 30 de abril de 2011

¡MALDITAS GUERRAS! - 39

CONTRASTES INSOSTENIBLES
Estos dos acontecimientos se produjeron en el mismo día y casi a la misma hora

La boda de Guillermo y Catalina se convierte en un éxito de masas.
Más de 2.000 millones de perdonas se reunieron ante los televisores en todo el mundo
para no perderse un espectáculo cargado de glamour inglés.
Al menos 24 personas han muerto en Siria en una nueva jornada de protesta contra
el régimen de Bachar el Asad, aunque algunas organizaciones humanitarias han denunciado
que la cifra de muertos puede ser incluso el doble.

¡¡MALDITAS DICTADURAS!!
¡¡MALDITAS GUERRAS!!

CRÓNICA FOTOGRÁFICA DE UNA FIESTA-CONCIERTO INOLVIDABLE. Cuarta y última parte.

Concluyo en este cuarto "cuelgue" la crónica de la Fiesta-Concierto celebrada en Madrid con motivo del cien-cumpleaños de Gabriel Celaya.

Tras la intervención del dúo Silné, Víctor Alfaro presentó a Sergio Alzola, Diego Ojeda y Marwan.

Sergio Alzola interpretó el tema "Hazme volar", compuesto sobre un texto de Oliveiro Girondo, poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891; canción incluida en su primera maqueta titulada "Ciudadano del mundo" (2005). Recientemente Sergio ha grabado y publicado un magnífico CD llamado "Tricontinental" del que puede obtenerse información en el "cuelgue" "Sergio Alzola. Belleza y claves de la tricontinentalidad" que incorporé al blog el 26 de febrero de 2011.

Sergio Alzola.


Diego Ojeda presentó una de sus últimas canciones titulada "Mi accidente", tema que con toda probabilidad formará parte del nuevo disco que Diego está preparando y del que ya nos ha anticipado seis canciones en su reciente  EP "Semáforos en verde". (Ver "cuelgues" "La vida sigue... y Diego Ojeda nos la va llenando de sentido", viernes 26 de noviembre de 2010, y "Diego Ojeda. Semáforos en verde", sábado 19 de febrero de 2011).

Sergio Ojeda.

Seguidamente Marwan protagonizó uno de los momentos más emotivos de la fiesta-concierto; se acercó al micrófono y leyó el poema de Gabriel Celaya "Todas las mañanas, cuando leo el periódico"; poema escrito en 1947 que posee una absoluta actualidad.

«Me asomo a mi agujero pequeñito.
Fuera suena el mundo, sus números, su prisa,
sus furias que dan a una su zumba y su lamento.
Y escucho. No lo entiendo.

Los hombres amarillos, los negros o los blancos,
la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra,
largas filas de hombres cayendo de uno en uno.
Los cuento. No lo entiendo.

Levantan sus banderas, sus sonrisas, sus dientes,
sus tanques, su avaricia, sus cálculos, sus vientres
y una belleza ofrece su sexo a la violencia.
Lo veo. No lo creo.

Yo tengo mi agujero oscuro y calentito.
Si miro hacia lo alto, veo un poco de cielo.
Puedo dormir, comer, soñar con Dios, rascarme.
El resto no lo entiendo».

Marwan.

Momento muy entrañable, en particular para la sobrina de Gabriel que asistió a la fiesta, porque Marwan leyó el poema directamente de la primera edición del libro "Tranquilamente hablando", publicado por el poeta vasco en 1947, con la firma de Juan de Leceta.

Realizada la lectura, Marwan interpretó su canción "Las cosas que no pude responder". Fue un verdadero placer escucharle. 

Marwan. Al fondo sentados: Diego Ojeda y Sergio Alzola.

Aproximándonos ya al final del concierto, a las 23:30, Víctor Alfaro salió de nuevo al escenario para presentar a Paco Cifuentes y Alejandro Martínez.


Alejadro Martínez y Paco Cifuentes durante su actuación.
Paco Cifuentes, acompañado de Alejandro al piano, cantó "Vestida de domingo", precioso tema que grabó en su disco "Adicto" (2006). Como siempre Paco inundó la sala con la fuerza de su voz y con la sensibilidad de su presencia y de sus textos: «Se va la tarde. No tengas prisa... Y a falta de luces, buenos son tus ojos». (Ver "cuelgue" del viernes 24 de diciembre de 2010: "Paco Cifuentes. Adicciones, epicentros y caleidoscopios").

En este momento Paco Cifuentes se encuentra en un intenso momento de inspiración y creatividad musical que va a traducirse en un nuevo disco –deseado disco– con canciones basadas en textos de poetas contemporáneos. (Yo ya le he escuchado, por ejemplo, el tema "Una vieja canción francesa", sobre un texto de Juan José Téllez, y he de decir que es una de las canciones más bellas que he escuchado recientemente).

Paco Cifuentes.

Alejandro Martínez, acompañándose con su piano, cantó "Albada", tema creado sobre un texto de Jaime Gil de Biedma, e integrado en su reciente disco "...Que te voy a enseñar un corazón infiel"; auténtica joya discográfica en todos los sentidos. (Ver "cuelgue" del lunes 14 de marzo de 2011: "Alejandro Martínez... Retrato sentimental de Jaime Gil de Biedma").

Alejandro Martínez.

Eran ya prácticamente las 12 de la noche (24:00 horas) y el concierto debía terminar. Salimos al escenario Víctor y yo, y le pedimos a Nati Sucarrat Gastón, sobrina de Amparo y de Gabriel, que subiera al escenario para hacerle entrega de un cartel de la fiesta firmado por todos los creadores que habían participado en el concierto. La emoción fue grande... Tanto Nati, como yo, en aquel momento sentimos que Amparo y Gabriel también se emocionaban sonrientes... Aquello era lo menos que podíamos hacer en su recuerdo..., recuerdo contra el olvido.

Nati Sucarrat Gastón y Fernando Lucini.

Y entre aplausos y emociones Fernando Lobo despidió el homenaje y lo hizo como lo inició, como él sabe hacerlo: con su música y sus canciones; en esta ocasión interpretando "Como viviendo", tema incluido en su primer disco "Vengo" (2007).

Fernando Lobo.
Por último me gustaría hacer una confidencia: entre los nervios y la emoción que sentí la pasada noche del 24 de abril, no deje de recordar ni un momento unos versos de Gabriel Celaya, versos que aquella noche felizmente se hicieron realidad:

«Quizás, cuando me muera
dirán: Era un poeta...
... Yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!
Yo seguiré siendo...
... seré, no sé bien como, parte del gran concierto».

¡FELICIDADES GABRIEL!

CRÓNICA FOTOGRÁFICA DE UNA FIESTA-CONCIERTO INOLVIDABLE. Tercera parte.

Cuando me planteé la forma en que podría desarrollarse el Concierto homenaje a Gabriel Celaya, celebrado el pasado 25 de marzo, pensando en que iban a ser muchos los·las cantantes participantes, me vino a la memoria algo que siempre me gustó: fue la manera en que se planteaban sus recitales, en los años sesenta, los primeros colectivos de "cantautores" catalanes y vascos –es decir, los colectivos "Els Setze Jutges" (1961) y "Ez Dok Amairu" (1967)–; Mikel Laboa me contaba: «Permanecíamos todos sentados en el escenario mientras uno cantaba, luego él se sentaba y actuaba otro»; planteamiento que era, en realidad, una expresión tangible de uno de los principios por los que se rigieron inicialmente aquellos colectivos: «La idea del "yo" era indisociable de la idea del "nosotros".

Seducido por aquellos planteamientos, se me ocurrió que, en nuestra Fiesta-Concierto, Víctor Alfaro fuera presentando a los cantantes en grupos que tuvieran una cierta afinidad, y eso fue lo que hicimos, sobre todo, a partir de la actuación de Jesús Garriga, cantautor canario con el que finalicé la crónica anterior. 

En esa línea, Víctor salió al escenario de la Sala Galileo Galilei y presentó a Manuel Cuesta, Ángela Biedma y Alfonso del Valle, andaluces, y los tres sevillanos.

Manuel Cuesta, en pie. Ángela Biedma y Alfonso del Valle sentados.

El primero en cantar fue Manuel Cuesta... ¡impresionante!... Cada día canta mejor... Nos ofreció su canción "Tu risa en la Alameda" y despertó uno de los más rotundos aplausos de la noche... (Ver cuelgue del 14 de diciembre de 2010: "Manuel Cuesta: Superhéroe de la sensibilidad")... Por cierto, para antes del verano, tendremos su nuevo disco "La vida secreta de Peter Parker II", con colaboraciones como las de Pablo Guerrero, Joaquín y Chiqui Calderón, Alfonso del Valle, Lucía Caramés, Javier Bergia, Fran Fernández, Marwan, Miguel Dantard o Ismael Serrano.


Manuel Cuesta.

Y tras el canto de Manuel, lo hizo Ángela Biedma, joven autora e intérprete que estoy completamente convencido de que en muy poco tiempo –si se lo propone y si las circunstancias soplan buenos vientos para ella– ocupará un lugar importante dentro de nuestra música popular; lo vengo diciendo desde el primer día que la escuché, y me reafirmé de ello después de la fiesta escuchado las opiniones de la gran mayoría de las personas que asistieron al concierto. Cantó "Mis votos", tema que habla de "amores sin justificantes", "besos en la barriga", "paseitos junto al mar""playas en Sevilla para salir a navegar"... (Ver "cuelgue", viernes, 15 de abril: "Ángela Biedma... renovados y fresquitos aires sureños").

Ángela Biedman.

Alfonso del Valle concluyó la intervención del grupo sevillano ofreciéndonos una de sus últimas canciones que todavía no ha sido grabada: "Mal de la cabeza", y una vez más, pudimos disfrutar de ese humor, o de esa ironía, tan finamente crítica que Álfonso desarrolla últimamente en todas sus canciones; canciones en las que la realidad –a veces muy dura– y la ternura siempre se encuentran y terminan hermanándose...; y es que Alfonso ha sido, y nunca dejará de serlo, un infatigable luchador por aquello en lo que cree, y un auténtico cantor popular rebosante de "muy linda" humanidad. (Ver "cuelgue" del día 29 de diciembre de 2010: "Alfonso del Valle y sus filosolfeos").

Alfonso del Valle.

A continuación salieron al escenario Moncho Otero, Rafa Mora y el dúo Silné. Moncho Otero, al que me gusta llamar el "cantor de los poetas" porque es, sin duda, uno de los compositores que mejor sabe leer e interpretar musicalmente nuestra poesías contemperanea. En esta ocasión decidió interpretar un poema de Amparo Gastón, compañera de Celaya; fue el poema titulado "Vacaciones en Formentor", tomado de su libro "A flol de labio", publicado en 1972 con ilustraciones de Eduardo Chillida... (Ver "cuelgue" del 5 de diciembre de 2010: "Canción y literatura. El vuelo poético de Moncho Otero").
«Por la playa te paseas siempre solo
y no sé si estás soñando
o muriéndote quizás muy poco a poco.
Tienes la cabeza hundida
y los ojos claros, quietos.
Verte es ver el silencio....
Y te veo paseando siempre solo,
y no sé si estas soñando
o muriendo quizás por mi, por todos».

Moncho Otero.
Rafa Mora, otro de los grandes de nuestra música popular y de nuestro más sensibles "cantautores", optó por cantar el hermosísimo poema titulado "Contigo", de la poetisa Concha Méndez, escritora de la Generación del 27 nacida en Madrid, que, tras la Guerra Civil (¡MALDITAS GUERRAS!) tuvo que exiliarse primero a París, y posteriormente a México, donde falleció en 1986. 

«¡Qué rizada mar de oro
tu cabello entre mis manos!
¡Qué luz de vida en mi vida
la luz de tus ojos claros
¡Qué caricias tus caricias!
Y el silencio de esta noche
¡qué silencio tan profundo!
Me parece estar contigo
en las entrañas del mundo.

Rafa Mora.
Por su parte, el dúo Silné, cantó una versión reducida de uno de los poemas que, personalmente, más admiro de Celaya, el titulado "Momentos felices", poema que pertenece a su libro "De claro en claro" (1956).

«Abrir nuestras ventanas, sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarme en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?». 

Dúo Silné.
Y la fiesta continuó...; continuación que me voy a permitir desarrollar en una cuarta –y última– parte de esta crónica que publicaré esta misma tarde.

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