Mañana realizaré una crónica del concierto que nos ofreció anoche ÍÑICO COPPEL en la Sala Libertad 8, de Madrid pero hoy no quiero dejar de dedicar este "cuelgue" a una de sus más extraordinarias canciones.
Si hace unos meses descubrí a Íñigo y me enganché a su música y a sus canciones escuchado su «Blus hablado sobre el mayor fan de Bob Dylan del mundo»; si en uno de sus conciertos me quedé absolutamente alucinado viéndole y oyénndole cantar «Íñigo Coppel en el Olympia»; hoy os aseguro que me siento ya al borde del abismo de la admiración y de la pasión con este tema del que reproduzco el texto: «ÍÑIGO COPPEL VIAJA A LA EDAD MEDIA Y ACABA SALVANDO SU VIDA CON EL ROCK AND ROLL»... ¡Tremenda canción que da la media del "genio" que atesora en su cabeza, en su mundo imaginativo y fantástico y, sobre todo, en su sensibilidad!
«Contando toda mi fortuna en aquel tiempo iba yo
bajo esta lejana luna que jamás me escuchó
cuando las sombras de enero ya no daban dinero
al músico callejero que les habla, señor,
buscando ahogar el hastío en un poco de alcohol
me arrastró el dios del frío hasta la Puerta del Sol;
les juro que aún no comprendo lo que ocurrió allí,
yo escuché un gran estruendo que hizo temblar Madrid,
la noche se hizo día cuando vi que venía
un enorme tranvía que me iba a arrollar.
Pensando que era mi muerte cuando en el reloj
dieron las doce y ¡que fuerte! todo desapareció.
No espero que me crean pero me da igual,
así es como llegué a esta Era Medieval.
Recobré el conocimiento y con estupefacción
pude ver al ver al resto de la tripulación.
Todos los líderes humanos estaban allí,
desde el rey, tan campechano, hasta Sarkozy,
había miles de soldados rezando al Señor
y estaban todos liderados por un tal Al Gore,
me dijo: “Qué te parece, chico, mejor que reces.
Estás en el siglo trece en una gran misión,
yo te acredito para luchar contra el mal
la gente vino a nuestro encuentro con gran expectación
en una gran hoguera ardía un pecador
Al Gore dijo; “Espera, seré su salvador”.
Puso unas cajas de botellas a modo de altar,
se subió encima de ellas y empezó a predicar:
“Mis amigos primitivos por favor escuchad
nuestro objetivo es salvar a toda la humanidad.
Debéis dejar de quemar gente por que ¡Oh my Gosh!
Y hasta el pobre condenado puso cara de horror
nos miraba alucinado temiendo lo peor
se acabaron los cuentos, se pusieron violentos.
Al Gore gritó: “Un momento. ¡Cálmese, por favor!”.
Pero empezaron, de que modo, a reciclar
aniquilaron a todos y yo pude escapar
y mientras corría y corría
y corría y corría
y corría pensaba: “Madre mía,
Oh, salva mi vida,
oh, salva mi vida
viejo Rock and Roll.
Del resto de la historia que les puedo contar,
llevo días por aquí rodando de bar en bar.
No ha sido muy buena idea, me he metido en peleas
la cosa se puso fea y me salvó una mujer.
Me dijo: “Eres hermoso”.
Me tomó por esposo.
No estoy muy orgulloso
de ese sórdido affeaire..
Alguna vez has amado a una joven damisela
y resultó que era tu tatatatatatarabuela,
pensando en el estado de mis genes corrí
desde la cama asustsdo a mirar el DNI.
¡Dios! Si yo antes de este incesto era un bombón.
Mi desgracia era cierta, grité: "¡Maldición!"
¡Patada en la puerts! Era la Inquisición.
Me llevaron a una celda y allí sin piedad
me hicieron pasar calor global de verdad.
No soy un tipo duro, eso seguro,
grité: “¡Soy del futuro!” y me puse a llorar.
“Que acabe este tormento, les juro que no miento
con mis conocimientos les podré demostrar”.
“Más vale que sea cierto –me dijo el abad–
Tras pensarlo unos segundos comencé a describir
como va a cambiar el mundo, gentes, que porvenir.
Les hanblé del areoplano, del reactor nuclear,
la bomba de butano les dio que pensar
les hable de todo lo que se me ocurrió
del gramófono, en fin, que se yo.
Me escuchaban atentos, desde luego: "¡Qué inventos!"
me decían contentos y quisieron saber.
me decían contentos y quisieron saber.
“¿Cuál es su funcionamiento? ¿Nos los puedes fabricar?"
"Si quieren lo intento pero... no lo podría asegurar".
Me avergoncé de mi ignorancia y de mi inutilidad
de mis años de estancia en la universidad,
pensé una cosa sencilla, dibuje una bombilla
les dije: “Esto brilla, pero no sé por qué”.
Entonces vi que se empezaban a impacientar,
les expliqué que no soy mas que un aprendiz de juglar,
se miraron entre ellos y me dijerto: “Hey.
Vamos a llevalo hasta el castillo del rey”.
Y por eso me han traído ante usted, majestad
me han concedido la última oportunidad
uno de sus trovadores me ha dado este laud
señoras y señores por eso deduzco
que quieren escuchar algo del año dosmil
o pronto tendré el final más vil.
Oh, salva mi vida,
oh, salva mi vida
Así que ya sin más tardanza digo: "Adiós mundo cruel,
aquí terminan las andanzas del pobre Coppel,
mi vida pongo en manos de esto que ahora voy a cantar
y es que es el único logro humano que yo puedo demostrar,
dudo que estén preparados para esta canción
de rimos sincopados y tremenda emoción
pero por eso crucifijo yo les puedo asegurar
que a los hijos de los hijo de los hijos de los hijos....
de sus hijos... ¡Les encantará!"
"¡Así se baila, majestad!
Señores inquisidores....
chicos, chicas...
¡Qué éxito, madre!
oh, oh, oh.
Madre querida
si pudieras verme.
Oh, oh, oh,
madre querida
te dije que el Rock and Roll
iba a salvar mi vida».