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miércoles, 7 de septiembre de 2016

"PEDRO SORIANO": ¡GRANDE, GRANDE, GRANDE!... Y DOS DE SUS MUCHOS DISCOS RESCATADOS

La invocación que nos hacía Gabriel Celaya: "¡Cantemos como quien respira!" deja de ser una "frase hecha", y se convierte en una absoluta realidad cuando se escucha y se conoce a grandísimos compositores y cantautores como PEDRO SORIANO.

Pedro Soriano nació en Sevilla, pero prácticamente vive entre Granada y Munich. Lleva ya muchos años componiendo y compartiendo sus propias canciones –desde mediados de los setenta–, y es un ser humano que desde entonces –con una coherencia inquebrantable– vive y practica una sensibilidad hermosamente anarquista y solidaria. Tiene los ojos claros, como es clara su mirada, su canto y su compromiso "en", "por" y "para" la libertad.

PEDRO SORIANO.

El día que conocí personalmente a Pedro Soriano me fascinó; hace tiempo que no me encontraba con un ser humano tan auténtico, tan radicalmente luchador y, a la vez, tan tierno. Aquel día me hizo llegar algunos de sus discos y tras escucharlos me di cuenta de que sus creaciones son "canción de autor" en estado puro. Ama la canción; compone y canta como quien respira; su objetivo es crear y cantar; y pasa olímpica, limpia y felizmente de cualquier tipo de "mamonada" cantautoril.

Os aseguro que aquel día en que nos conocimos –luego compartimos, junto con Paloma López, un concierto de Miguel Dantart– sentí que de verdad es cierto el contenido y, sobre todo, el final, de su canción "El anarquista".

«Por eso quiero cantar,
cantar a los cuatro vientos,
que no importa en qué momento
en mi casa podrá entrar
cualquiera que sea izquierdista,
pero, si es un anarquista,
ese se pude quedar.»

A partir de ahí querer y ser amigo de Pedro ha sido fácil, lindo y bello. Recuerdo perfectamente lo impresionante que resultó su actuación, el 11 de marzo de 2015, durante la inauguración de la Exposición "Y la palabra se hizo música" organizada por la UNED en Jaén. (Por ciento, ganas tengo de que esa exposición reemprenda pronto su "vuelo".)

Pedro Soriano en la inauguración de la exposición
"Y la palabra se hizo música" en Jaén. En aquella ocasión
también cantaron Juan Trova, Vicente Feliú y Rafa Álvarez.

La obra discográfica de Pedro Soriano es amplia y merece la pena conocerla y –sobre todo– escucharla, en su totalidad.


A mí, personalmente de toda la amplia discografía de Pedro Soriano hay dos discos "singulares" que hoy me gustaría resaltar porque, desde mi punto de vista, son dos gestos del "sabio y veterano" cantautor capaz de "agradecer" cantando todo cuanto ha bebido y aprendido de sus compañeros y compañeras.

Dos discos que me hacen recordar aquel poema-canción de Poni Micharvegas titulado "La poesía de mis compañeros":

«Mientras la canción se cansa y el arte se desploma
canto la poesía de mis compañeros.»


CANCIONES QUE CONTIENEN ESTE DISCO:
1. Con una flor de la mano (Facundo  Cabral).
2. Göttingen (Bárbara).
3. Comme ils disent (Como ellos dicen) (Charles Aznavour).
4. Chorra (Enrique Santos Discépalo).
5. La mala reputación (Georges Brassens y Paco Ibáñez).
6. Un labrador en la ciudad (Víctor Manuel).
7. O arxigos (El jefe) (Haris Alexióu).
8. De purísima y oro (Joaquín Sabina).
9. Palabritas sobre Dios (Atahualpa Yupanqui).
10. Cuando mueran las hojas (Los Windys).
11. Juan Golondrina (Alberto Cortez).
12. Jojo (Jacques Brel).
13. Ieri ho incontrato mia madre (Gino Paoli).
14. Con toda la mar detrás (Patxi Andión).
15. Autotango (Luis Eduardo Aute).
16. Vecchio frank (Doménico Modugno).
17. No me llames extranjero (Rafael Amor).
18. Detrás está la gente (Joan Manuel Serrat).


CANCIONES QUE CONTIENE ESTE DISCO:
1. Chorra (Enrique Santos Discépolo).
2. Mano a mano (Carlos Gardel / José Razzano-Cele "Negro" Flores).
3. Por una cabeza (Carlos Gardel - Alfredo Le Pera).
4. Volver (Carlos Gardel - Alfredo Le Pera).
5. Yira-yira (Enrique Santos Discépolo).
6. Malena (Homero Manci - Lucio Demare).
7. Tiempos viejos (Francisco Canaro - Manuel Romero).
8. Bailarín compadrito (Miguel Bucino).
9. Melodía de arrabal (Carlos Gardel - Alfredo Le Pera).
10. Cambalache (Enrique Santos Discépalo).
11. Sur (Aníbal Troilo - Homero Manzi).
12. Milonga sentimental (Sebastián Piana - Homero Manzi).

EPÍLOGO: Mi querido Pedro Soriano, hace tiempo que te debía este "cuelgue". Tu persona y tu arte se merecen esto y mucho más. ¡Gracias por tus canciones y por tu amistad.

domingo, 4 de septiembre de 2016

"NICOLÁS CAPELO" DANTO LA NOTA (CANCIONES, FILIAS Y FOBIAS).

NICOLÁS CAPELO cantautor, escritor, actor y ¡amigo! acaba de publicar su libro titulado "DANDO LA NOTA (CANCIONES, FILIAS Y FOBIAS) y es para mí un enorme placer recibirle aquí "DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA".



La presentación del libro será el próximo viernes día 16 a las 20:00 horas en el Centro de Arte "Harina de otro costal" en Trigueros.

El prologo del libro ha sido creado por el escritor Diego Lopa Garrocho y, con el permiso de Nicolás, me permito el lujo de reproducirlo a continuación:

«“No soy escritor, ni mucho menos poeta”…  

Si alguien que niega de entrada sus habilidades poéticas y además se autodefine, en una de sus letras, con estas palabras: “Permuto el maletín por la guitarra, chaquetas por pulseras y colgantes, pantalón de pinzas por vaqueros…”  te pide que lo prologues en este parto de su primer hijo literario, la verdad es que la cosa se presenta difícil, salvo que el personaje en cuestión se llame Nicolás Capelo.

Lo conocí una tarde de primavera en la presentación de su “Palabra de mujer” y tuvimos esa sensación de sintonía desde el segundo cero que prologa las amistades de largo recorrido. Con Nicolás Capelo, esa cercanía es modo de vida, “Nada soy, nada tengo…”,  y va regalándola de modo altruista, “cambiando chaquetas por pulseras y colgantes” y es que Nicolás es un artista del alma que se viste con los ropajes coloristas de la sensibilidad. 

Una noche de verano, rodeados de poetas y de azahares, entró definitivamente en mis sentimientos musicando los versos que, entre todos, fuimos pariendo cercanos al mar. Escuchando esas notas entendí que Nicolás Capelo podría caminar por el camino del arte que se propusiera. Ahora compongo, ahora canto, ahora recito, ahora pinto, ahora escribo, ahora miro, ahora digo, ahora sonrío y todo desde ese desenfado que lo convierte en un comunicador nacido para regalar y no solo, como dice en una de sus canciones, “para moverse en lo obsceno como Pedro por su casa”, porque él se mueve cómodamente por cualquier ritmo de la vida, aunque ciertamente sea aún más musical navegando por esa obscenidad calculada de la que presume.



Emprende este camino, que me ofrece prologar, con una mochila llena de vivencias, de poemas del alma, de sensibilidades tatuadas a flor de piel y con ese bagaje, amigo Nico, te será fácil rellenar los folios que ahora miras y que ves ”de blanco Macael”. Los llenarás con poemas de amor, de sexo “puro”, de experiencias, de abrazos soñados o de “dulces amaneceres del último día” como los  de Marga.

He caminado por las páginas de este poemario como un paseo gratificante, tú lo haces apetecible desde su sencillez y deseable desde su sensualidad.

Amigo Nicolás, me pediste un prólogo informal y yo te digo que mejor uno casi formal porque, independientemente de que tu encares la vida con una sonrisa desenfadada, salpicada de pinceladas golfas, mirándola desde el prisma optimista de la intrascendencia, los versos de este poemario están preñados del realismo mágico del amor, de los recuerdos, del sexo con y sin amor, de sueños, de miradas y de nostalgias del alma.

Confieso que leerlos ha superado la sensación de escucharlos en tu voz, porque con ella los adornas de vida, pero sentir la cercanía del papel da licencia al lector para con su compañía elegir el camino más próximo a cada cual y a su estado interior.

Ya tienes tu primer libro, ya eres hombre completo tras el hijo y el árbol (no te olvides de Inma) y ahora, amigo Nicolás, solo te falta montar en globo, cosa que sin duda acabarás por hacer, aunque para esa aventura no esperes que te prologue acompañándote.

Abróchense los cinturones de los sentimientos, pisen el acelerador de sus sueños y disfruten del paisaje… DANDO LA NOTA.

Diego Lopa Garrocho, tu amigo.»

¡FELICIDADES AMIGO NICOLÁS!

jueves, 1 de septiembre de 2016

DE MIS DESAHOGOS E INTROMISIONES POÉTICAS

En octubre de 1983, Carlos Cano –amigo imborrable– me pidió que le escribiera un texto para imprimirlo e incorporarlo en la edición de su disco "Si estuvieran abiertas todas las puertas" (1983). Por supuesto le dije que sí, y aquel mismo día, tras volver a escuchar las canciones de su nuevo disco, me puse a escribirlo.

Fue un momento muy especial. Sin saber cómo, ni por qué, empezó a salirme un texto próximo al lenguaje poético. Por un momento pensé en dejar de escribirlo y reiniciarlo de nuevo. Tengo demasiada admiración y respeto hacia los poetas, y mi escritura, en aquel momento, me estaba pareciendo una especie de intromisión en su lenguaje.

Al final, decidí terminar aquello que me estaba saliendo y, sin pensarlo mucho, al día siguiente se lo di a Carlos. Lo leyó, le gustó, y llegó a publicarse tal cual en la separata de aquel disco. Aquel texto puede encontrarse y leerse en el siguiente enlace de este mismo blog: 

Grabado de Amadeo Gabino en el que se reproduce un fragmento
del texto que escribí dedicado a Carlos Cano.

El caso es que, a partir de ahí, sentí la tentación –y caí en ella– de comprarme una libreta y escribir otros textos en aquel mismo tono, o clima poético, que me había salido en el dedicado a Carlos

Así fue como escribí 27 textos que quedaron ahí; que desde entonces llamo "desahogos e intromisiones poéticas", y que, por supuesto nunca pensé en publicar, ni publicaré. Ya lo decía antes, siento un respeto demasiado profundo hacia la poesía y los poetas´

No obstante, ahora que estoy recogiendo y ordenando mis "cosillas" aquí en casa –nos vamos a trasladar muy pronto a un "rinconcillo" más pequeño y económico– me encontré con aquella libreta de los ochenta, volví a leer mis textos y tomé la decisión de compartir dos de ellos. Han pasado un montón de años y realmente es como si los hubiera escrito esta misma mañana; sigo sintiéndome con ellos plenamente identificado. Aquí os los dejo:

«"Fueron duras las horas y largas las esperas",
pero aprendimos a no paralizar el paso
a pesar del cansancio y la impotencia.

Desvelamos y compartimos cien mil motivos
para creer en el futuro,
y nos hicimos –voluntaria e irremediablemente–
esclavos de la esperanza...
"Lento pero viene", nos decíamos
en las noches más ardientes y en las más desesperadas,
"el futuro se acerca lento, pero viene".

Ahí fue donde enraizó, sin duda,
el impertinente secreto de nuestra identidad revolucionaria:
en la esperanza;
una identidad desarmada, tierna, solidaria y desnuda:
cuerpo a tierra, "viento en la avenida, risa en los mercados,
azul en el barro y verde en los tejados"...

¡Cuánta hambre y cuánta sed de belleza acumuladas!;
hambre y sed de belleza que
aunque intento calmar en noches de amor y claros de luna,
permanecen aún despiadadamente insatisfechas.

El azul en el barro aún sigue siendo tan solo
el de unas huellas descalzas, humildes y peregrinas;
huellas firmes, potentes, confiadas,
que todavía –esclavas de la esperanza–
siguen anhelando el encuentro con la belleza
y sintiendo que son "duras las horas y largas las esperas"

Pintura sobre papel de Federico Delicado. Fue una obra creada
en torno a mis "desahogos e intromisiones poéticas".

«Y de nuevo aquella sensación de haberte perdido...
¡Me busco y no me encuentro!

Y, de nuevo, sin ti, la resonancia amenazadora
del  mismo grito que, en la plenitud
de nuestra apasionada complicidad, siempre rechazmos:
"¡Estás loco! ¡volar es para pájaros!"...

¡Qué tremenda contradicción respiro ahora en el aire!...
En aquel tiempo gris,
embriagado por el azul de tu presencia –mi  dulce cuerpo de añil–
aprendí a soñar con la posibilidad de alar el vuelo.
¿Lo recuerdas?... Yo te hablaba de Itaca,  de Samarkanda,
de Sinapia, de Albanta, o de la Flor Azul de Alejandría...;
tú me decías: "Si soñamos con volar, es que vamos a volar,
es que debemos volar...; volar ¡sí! inevitablemente,
hasta lo inimaginable..., sin límites en los sueños".

Sin embargo ahora, que parece que clarea la mañana
y que el azul empieza a teñir nuestro destino,
me miro, te busco, y, en tu ausencia, no me encuentro las alas...,
¡te has ido! o ¿quizá te he perdido?

Y de nuevo, sin ti, el desgarrado recuerdo
de aquel poema que, con tanta rabia, compartimos:
"Ya no hay locos, ya no hay locos;
en España ya no hay locos...; todo el mundo está cuerdo,
terrible, horriblemente cuerdo".»


(Los textos en cursiva pertenecen o están inspirados en  Pau Riba, Mario Benedetti, Luis Pastor, Hilario Camacho, Pablo Guerrero, Fernando Savater, Lluís Llach y León Felipe.)

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EL jueves, 18 de noviembre de 2010, puse en marcha este Blog al que, pensando en el gran poeta, amigo del alma, GABRIEL CELAYA , titulé “CAN...