«¡BENDITA SEA LA MÚSICA!»... Lo dijo y lo cantó un buen día Joan Manuel Serrat y se confirma todos los días, ¡es verdad!...; pero hay días y circunstancias en que esa confirmación se hace especialmente rotunda; por ejemplo, cuando ocurren encuentros y acontecimientos como éste:
BEGOÑA OLAVIDE y JAVIER BERGIA vuelven a
... surge un gran acontecimiento discográfico:
"DE UN TIEMPO A ESTA PARTE"
Dice Javier Bergia: «Qué necesidad que pudiera ser vital es la que mueve a algunos seres humanos a lo largo de la historia a imprimir, mediante un invento tan fabuloso como el lenguaje, en verso, en prosa o en forma de música, todo aquello de este mundo que nos regalan los sentidos.
Es acaso el arte, a modo de ofrenda que se escapa del alma, una proyección impetuosa de los seres humanos, conscientes de lo efímero de la vida hacia un universo infinito y desconocido.
Esto disco es el fruto de un encuentro de un Tiempo a esta Parte donde el humo sigue desfigurando las miradas, lo días y las horas de aquellos vetustos rincones del mundo, allá donde sea, refugio de músicos y poetas.»
Sea "ofrenda que se escapa del alma", o "proyección impetuosa" de Begoña y de Javier, hoy quiero y necesito darles las gracias por las 15 canciones que componen su nuevo disco:
GRACIAS por dejarnos penetrar en su refugio y en el de grandes y bellos artesanos de la palabra –a los que hoy les cantan– como Miguel Hernández, Luis Cernuda, Carmen Martín Gaite, Ignacio Elguero, Antonio Machado, Calderón de la Barcar, Emilia Pardo Bazán, Gonzalo de Berceo, Juan Ramón Jiménez o Francisco de Quevedo.
Y GRACIAS también por la MÚSICA y por los MÚSICOS:
Llevo ya varios días relajándome, y disfrutanto de "DE UN TIEMPO A ESTA PARTE" y ¡os lo recomiendo!. Para mí es uno de los más bellos discos que se han grabado este año... ¡sin duda!...
Un disco para escuchar con calma; para reescucharlo varias veces e irse dejando atrapar de sus matices musicales y verbales; y para sentirnos más humanos y esperanzados en este mundo –y sobre todo en este país– tan lamentablemente dañado y deshumanizado.
Lleva razón Begoña Olavide cuando escribe y canta:
Dice Javier Bergia: «Qué necesidad que pudiera ser vital es la que mueve a algunos seres humanos a lo largo de la historia a imprimir, mediante un invento tan fabuloso como el lenguaje, en verso, en prosa o en forma de música, todo aquello de este mundo que nos regalan los sentidos.
Es acaso el arte, a modo de ofrenda que se escapa del alma, una proyección impetuosa de los seres humanos, conscientes de lo efímero de la vida hacia un universo infinito y desconocido.
Esto disco es el fruto de un encuentro de un Tiempo a esta Parte donde el humo sigue desfigurando las miradas, lo días y las horas de aquellos vetustos rincones del mundo, allá donde sea, refugio de músicos y poetas.»
Sea "ofrenda que se escapa del alma", o "proyección impetuosa" de Begoña y de Javier, hoy quiero y necesito darles las gracias por las 15 canciones que componen su nuevo disco:
GRACIAS por dejarnos penetrar en su refugio y en el de grandes y bellos artesanos de la palabra –a los que hoy les cantan– como Miguel Hernández, Luis Cernuda, Carmen Martín Gaite, Ignacio Elguero, Antonio Machado, Calderón de la Barcar, Emilia Pardo Bazán, Gonzalo de Berceo, Juan Ramón Jiménez o Francisco de Quevedo.
Y GRACIAS también por la MÚSICA y por los MÚSICOS:
Javier Paxariño, Pedro Esevan, Kepa Junkera, Javier Bergia y Mlena Fuentes. |
Josele Ordóñez, Ramiro Amusategui. Begoña Olavide, Bernardo Souvirón y Luis Delgado. |
Llevo ya varios días relajándome, y disfrutanto de "DE UN TIEMPO A ESTA PARTE" y ¡os lo recomiendo!. Para mí es uno de los más bellos discos que se han grabado este año... ¡sin duda!...
Un disco para escuchar con calma; para reescucharlo varias veces e irse dejando atrapar de sus matices musicales y verbales; y para sentirnos más humanos y esperanzados en este mundo –y sobre todo en este país– tan lamentablemente dañado y deshumanizado.
Lleva razón Begoña Olavide cuando escribe y canta:
«El astro en crisis no afecta a las palabras
que salen solas, no hay más que liberarlas,
lanzando al viento sus sones atrevidos
quebrando el compás del silencio contenido...
... Rompiedo el aire.»