Hace mucho tiempo que no hago un "cuelgue" específico contra la guerra, no es ni por dejadez, ni por cansancio, ni por olvido...; mi dolor frente a la muerte y a la destrucción que ocasionan las guerras, y mi rechazo radical hacia la violencia, nunca cesan, van muy dentro de mí, como algo que llevo incrustado, desde hace ya mucho tiempo en mi sensibilidad y en mis sentimientos.
Hoy escribo este "¡MALDITAS GUERRAS!" NÚMERO 258, porque esta mañana, nada más despertarme, todavía con los ojos adormilados, he puesto la radio que tengo en mi mesilla de noche y lo primero que he escuchado era una voz monótona y terriblemente fría que decía:
Un soldado israelí y tres asaltantes mueren
en un nuevo ataque en el Sinaí.
Nada más escuchar esta noticia, y no sé muy bien por qué, me vino a la memoria un cartel de Giselle Monzón que descubrí hace tiempo en los archivos del Centro Cubano Pablo de la Torriente. Es éste:
Pablo de la Torriente Brau afirma en sus palabras que la guerra es tan insensible e inhumana que jamás nadie podrá pintarla bien... En cierto sentido es verdad, lo malo es que una simple cámara fotográfica sí que puede reflejar y mostrarnos los "rostros de la guerra", unos rostros tan absolutamente desgarradores y tristes como éstos:
¡¡¡¡¡MALDITA Y CABRONAS GUERRAS!!!!!!
¡¡¡¡¡MALDITAS!!!!!