Hace unos días, en el primer "cuelgue" que escribí sobre Ismael Serrano, recordaba como en el año 1997 –que fue cuando le escuché cantar por primera vez– me encontraba trabajando en un proyecto latinoamericano de educación en los "derechos humanos" al que le puse el título de "Aprender a vivir". Hoy quiero volver sobre aquel proyecto porque me parece que fue muy interesante, y porque creo que merecería la pena retomarlo ahora en los tiempos que corren.
Fue una aventura apasionante que iniciamos en España, Argentina, Venezuela, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay y Puerto Rico, y que, por las noticias que me llegan, aún se sigue trabajando en algunos centros educativos.
El objetivo principal de aquel proyecto se fundamentó en el desarrollo de una educación en valores que permitiera la consolidación de una convivencia auténticamente democrática entre la ciudadanía, empezando por los sectores más jóvenes, es decir, por los niños y los adolescentes.
Como era lógico y natural, siendo yo quien se encontraba al frente de aquella iniciativa,
la música y la canción ocuparon un lugar muy importante dentro del proyecto. Siempre he pensado, y lo sigo pensando, que la canción puede y debe hacerse presente en cualquier proceso educativo como uno de sus componentes didácticos esenciales.
En ese sentido, una de las primeras acciones que emprendí fue pedirle al
Grupo Suburbano –concretamente a
Bernardo Fuster y a
Luis Mendo– que creáramos una canción que recogiera las finalidades de la propuesta educativa que íbamos a desarrollar. Finalidades que, básicamente, se centraban en tres principios:
• Resaltar los valores de la
igualdad, el
respeto y la
solidaridad.
• Potenciar la
capacidad de "soñar", respondiendo al principio de que "si soñamos con volar es que vamos a volar".
• Y valorar y desarrollar la
capacidad de sentir, como una de las capacidades humanas más importantes.
Nos pusimos a trabajar, creamos la canción y la grabó el
Grupo Suburbano.
La letra de aquella canción, a la que llamamos
"Aprender a vivir", es la siguiente:
«Quisiera que supieras
que aún es posible lo que nunca sucedió;
si en tu mirada no hay fronteras
¿por qué las vamos a poner
entre tú y yo?
Quisiera que naciera
un arco iris solidario entre los dos,
recuperar la primavera
y llenar las sombras del silencio
con tu voz.
Si aún soñamos con volar
es que vamos a volar
por más que el tiempo se nos llene
día a día de fronteras.
¡Aprender a vivir!
¡Aprender a vivir!
Quisiera que quisieras
dejar que hable esta noche el corazón
para que el miedo quede afuera
cuando se une el sentimiento y la razón.
Quisiera que supieras
que no estás solo, que yo voy donde tú vas,
que la esperanza es del que espera,
que a fin de cuentas lo importante
está en amar
Si aún soñamos con volar
es que vamos a volar
por más que el tiempo se nos llene
día a día de fronteras.
¡Aprender a vivir!
¡Aprender a vivir!
Una vez compuesta y grabada la canción –con motivo del lanzamiento del proyecto– organizamos un concierto en Madrid en el que Suburbano estrenó el tema.
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Grupo Suburbano en el estreno de la canción "Aprender a Vivir". |
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Grupo Suburbano en el estreno de la canción "Aprender a Vivir". |
Por último, indicar también, que muchas de las unidades de trabajo del proyecto "Aprender a vivir", se basaron y se inspiraron en canciones, es decir, creamos un proyecto en el que la "canción de autor" no se utilizó solamente como motivación, sino como contenido fundamental en torno al que se iban estructurando todos los contenidos. Entre aquellas unidades de trabajo, y como ejemplo, figuraban estas dos:
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Unidad de trabajo basada en la canción "El reparador de sueños",
de Silvio Rodríguez. |
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Unidad de trabajo basada en la canción "Pon color",
de Javier Batanero. |
NOTA. Como la canción "Aprender a vivir" de Suburbano es muy difícil de conseguir, si a alguna persona de las que visitáis el blog os interesa escucharla os ruego que me lo hagáis llegar a mi correo electrónico: fglucini@gmail.com Poco a poco, y sin prisas, os la haré llegar en mp3.