Llevo tres días dándole vueltas a cómo llegar a plasmar algo que me atrae pero sigo sin saber cómo hacerlo. He emborronado papeles..., he pensado en visitar a Eduardo para someterle a una larga y tal vez insoportable entrevista..., he creído que lo mejor, tal vez, será renunciar al proyecto..., y sobre todo no he dejado de escuchar una vez más la mayoría de sus canciones.
Hace un momento acaba de sonar, en mi tocadiscos y también muy dentro de mí, uno de sus más antiguos poemas, uno de aquellos que en 1968 integraron su "24 CANCIONES BREVES":
«Yo pertenezco a la tierra
y al agua que a la semilla alimenta,
yo pertenezco a aquel niño
que alguna vez murió.
Yo pertenezco a esa vida
que con esperanzas no se resigna,
yo pertenezco al lamento
que un pan no silenció.
Yo pertenezco a la angustia
de yugos que aprietan por dentro,
yo pertenezco a la furia
causada por muros de miedo.
Yo pertenezco a la brisa
y al viento que nunca se inmoviliza,
yo pertenezco al recuerdo
de aquel que se marchó.
Yo pertenezco a la hierba
que crece a través de rocas y piedras,
yo pertenezco a esa gente
que alguno traicionó.
Yo pertenezco a los frutos
de un árbol expuesto a secarse,
yo pertenezco al futuro
y al cosmos que fluye en la sangre.
Yo pertenezco a la tierra
y al agua que la semilla alimenta,
yo pertenezco a aquel niño
que alguna vez murió.» (3)
¡Ya está!..., ¡ahí está la clave!... creo que ya he encontrado un camino para responder coherentemente a este reto biográfico que me viene rondando y desafiando desde ya hace varios días.
Sí, voy a escribir la biografía de u hombre llamado Luis Eduardo Aute, pero voy a hacerlo buscando las huellas de su pasado en la coherencia absoluta de su presente, en lo que ha sido y hoy sigue siendo su obra poética... A cada paso encontrado en el tiempo que se fue, voy a intentar desvelarle un presente latente y vivo en sus poemas...; y lo voy a hacer así porque Aute, y en el fondo todos nosotros, "pertenecemos a la brisa tal viento que nunca se inmoviliza", porque todos nosotros, como él mismo nos dice "pertenecemos al futuro y al cosmos que fluye en sangre".
A cada momento de la historia personal de Luis Eduardo Aute le voy a buscar la expresividad la elocuencia de alguno de sus poemas... Soy consciente de que esta va a ser una aventura difícil y arriesgada sobre todo porque en ella pongo en juego mi propia subjetividad..., pero está claro, este es para mí, en este momento, el único camino, y es que, en el fondo, yo para Eduardo quiero necesito mucho más que una simple biografía.
Sí, voy a escribir la biografía de u hombre llamado Luis Eduardo Aute, pero voy a hacerlo buscando las huellas de su pasado en la coherencia absoluta de su presente, en lo que ha sido y hoy sigue siendo su obra poética... A cada paso encontrado en el tiempo que se fue, voy a intentar desvelarle un presente latente y vivo en sus poemas...; y lo voy a hacer así porque Aute, y en el fondo todos nosotros, "pertenecemos a la brisa tal viento que nunca se inmoviliza", porque todos nosotros, como él mismo nos dice "pertenecemos al futuro y al cosmos que fluye en sangre".
A cada momento de la historia personal de Luis Eduardo Aute le voy a buscar la expresividad la elocuencia de alguno de sus poemas... Soy consciente de que esta va a ser una aventura difícil y arriesgada sobre todo porque en ella pongo en juego mi propia subjetividad..., pero está claro, este es para mí, en este momento, el único camino, y es que, en el fondo, yo para Eduardo quiero necesito mucho más que una simple biografía.
(3) "Yo pertenezco" (24 canciones breves, 1968).