Vistas de página en total

lunes, 30 de diciembre de 2013

JAVIER MAROTO II - «EL CAMBIO» COMO POSIBILIDAD Y EL AMOR GIRANDO COMO UN HURACÁN.

Ayer hablaba de la enorme calidad con la que se están editando, hoy por hoy, algunos discos creados por nuestros cantautores y cantautoras, y hoy voy a concretarlo presentando y comentando el último, y recién publicado, CD de JAVIER MAROTO titulado "EL CAMBIO".


Para empezar creo que es muy importante resaltar la riqueza musical de todo este disco, en todas y en cada una de sus canciones. Riqueza en las composiciones creadas por Javier –en las que destaca una enorme variedad de melodías y de matices–; y riqueza también en las interpretaciones que de ellas realiza una banda de músicos verdaderamente extraordinaria –hecho que me quedó más que confirmado el día que les vi actuar en directo en la presentación del disco realizada en la Sala Galileo–.

Permitidme pues que para empezar presente a los componentes de esa banda que son como el alma que arropa y fortalece la voz y la palabra cantada de Javier. (Nunca olvidaré, ni deberíamos de olvidar, a esos personajes claves en cualquier disco, o en cualquier concierto, a los que suelo calificar como "músicos de reparto" y hacia los que siento cada vez mayor interés y admiración; músicos, en este caso, espléndidos, y buenos amigos de Javier)

Paco Caballero (batería, percusiones, vibráfono y xilófono), Óscar Fernández Barruz (contrabajo, bajo electrónico y Fretless), Carlos Aguado (guitarra española, acústica y eléctrica), Tomás Gálvez (guitarra eléctrica), Alejandro Martínez (teclados), Manu Clavijo (violín), Pedro Martillo (flauta), Javier Espejo (clarinete), Luis Miguel Congosto (trompeta) y Enrique Blay y David Torrico (coros). Destacar también, por supuesto, a Javi Estrugo y Enrique Blay (técnicos de grabación, mezcla y materización) y la colaboración de Gerardo Carreras; y ¡como no! a los vestidores de belleza y sensibilidad –o sea– el equipo artístico integrado por Fernando Sauce, Iris Encina, Rubén Sánchez, Luis Fuentes y graficasuite@gmail.com.

(Aprovecho para citar también a tres importantes colaboradores que participaron en el concierto de presentación del disco celebrado el pasado 23 de diciembre en la Sala Galileo: Alberto Alonso (piano y teclados), y a los poetas Miguel Ángel Vazquez (que actuó de "pregonero" en la canción de "Los números") y Carlos Ávila que hizo la presentación de Javier Maroto).


Respecto a las once canciones que componen el nuevo disco "El cambio", de Javier Marato lo primero que se me ocurre decir y destacar es la palabra "coherencia"... Javier, mucho más maduro poética y musicalmente –madurez que se la ha "currado" con trabajo y mucho esfuerzo–, sigue siendo radicalmente coherente con su línea de pensamiento y de compromiso manifestado en sus discos anteriores y, muy coherente, en general, con su forma de concebir la "canción de autor"; concepción con la me siento totalmente identificado.

Fiel a esa coherencia, a mí, personalmente, me gustaría destacar, de entrada, dos canciones que me han impactado; me refiero a las tituladas "Vendo" y "Utopía"; canciones que han logrado entusiasmarme por su riqueza de matices literarios –a esto es lo que yo llamo poÉTICA–, y por su clara y directa significación y sensibilidad social y humana. 

En "Vendo", por ejemplo, Javier entra en el universo de lo que se llama el "cosumismo"y el "mercadeo" desarrollando una alternativa a la que desde hace muchos años vengo calificando como la alternativa de los "valores del corazón" frente a los "valores del mercado":


«Vendo una acuarela de mi mismo, fotos ya sin brillo y un zapato que anda para atrás.
Vendo una ventana que no abre y una absurda llave que sólo me sirve pa'cerrar.
Vendo un girasol muy tonto que no busca el sol y un poco de viento aún sin estrenar.
Vendo un corazón que tengo dudas si siente, si siente de verdad.

Compro la torpeza de ser niño: nada en los bolsillos, dulcemente a punto de llorar.
Compro aquellas tardes: muchas pipas, pocas chicas, 
la cerveza, tres amigos de verdad.
Compro el primer beso que un siglo me costó dar  a esa chica que nunca supe más,
cuando mis pies pisaron tus playas desiertas y me quemó tu sal.
Compro todo lo que nunca supe porque tuve miedo de encontrarme rosas en el mar. 
Compro las palabras que en mi boca se escondieron y jamás supieron de la libertad.

Vendo la prudencia que de nada me ha servido, perdurable, persistente, pertinaz. 
Vendo esta canción que a veces es la misma excusa pa'sentarme y ver la vida pasar.
Vendo un bonsái sin hojas, una pata coja, un tratado de la culpa y un misal.
Vendo tres meses de Enero con todo su invierno, todo el frío que no supe estornudar.
Vendo las tijeras con las que corté mis alas que por suerte hoy vuelven a crecer.
Vendo cada lágrima pasada, presente, futuras que vendrán

Compro los dibujos que una noche hice en tu espalda, 
tus caricias que rompieron mi compás. 
Compro tener dudas, sentirte otra vez desnuda y empaparme de tu extraña realidad.
Vendo una docena de acertijos que ya no tienen sentido y que no quiero adivinar. 
Vendo la red que tengo debajo por si pruebo, por si caigo, que no me deja saltar».

En "Utopía" canción interpretada con la colaboración de LUIS FELIPE BARRIO y MATÍAS ÁVALOS –muy pronto disfrutaremos de su próximo disco– el amigo Javier Maroto toca fondo al plantear ¡que no!, que la utopía no está pasada de moda, ni es absurda; que como dice Pablo Guerrero –con el que compartí el concierto de Javier en el Galileo– los sueños son posibles y lo imposible hoy puede echarse a andar.


«Pueden llover peces del cielo como si fuera normal, 
puede bajar del firmamento una estrella fugaz, 
se puede estar de día a oscuras y en la noche ver el sol.
Se puede esculpir desde un bloque de granito la pasión, 
pueden nacer grandes películas casi sin producción, 
plasmar el alma oscura en un verso libre y sin rimar.

Y mucho más, 
se puede hacer de la derrota la causa para luchar, 
se puede cuando se es muy viejo ser aún joven para amar. 
Se pueden juntar manos para levantar canales, puentes, 
carreteras, túneles por el fondo del mar.
Si tengo arco iris, aurora boreal, si tengo aviones y el hombre puede volar, 
¿cómo es que no la alcanzo ni yo ni los demás? 
Falta un asesor de imagen que haga triunfar a la utopía, la utopía, la utopía.
Se pueden coronar las cimas de la China y el Nepal, 
Gandhi empezó una huelga de hambre hasta conseguir la paz, 
también hay templos excavados en cuevas de Aurangabad.

Se pueden tener deficiencias e ir a la Universidad, 
se puede ser atleta sin tener brazos para nadar, 
se puede volver de nuevo a la vida siendo terminal.
Y mucho más... Si tengo arco iris...
Falta un mago en las finanzas que pueda sanear a la utopía, la utopía, la utopía.
¿Cómo es que no la alcanzo ni yo ni los demás? 
¿Qué otro imposible pueda echarse hoy a andar?».

No quiero alargarme mucho más en este "cuelgue", aunque merecería la pena hacerlo por que cada canción merecería un comentario. Me voy a limitar  a nombrarlas: "Piedra y cristal", "El tiempo que se pasa", "Miau" –acompañado de DAVID TORRICO–, "Como un árbol" – con MANU CLAVIJO tocando el violín y cantando–, "El cambio", "Maribel, buena estrella" –canción dedicada a Maribel Verdú e interpretada con ALEJANDRO MARTÍNEZ–, "Cristina" –maravilloso tema con JAVIER BERGIA ¡fabuloso!–, "Como un huracán" y "A" un pasodoble pa'bailar bien "agarraAs", y digo "agarrAs" porque en esta canción no hay mas vocales que la "A", es una de esas maravillosas locuras con las que a Javier Maroto siempre le gusta sorprendernos.

Y ya está... ¡bueno no!... ¡Hay otra sorpresa!... Cuando sacas el disquete de la carpeta del CD te encuentras, de repente, con una frase que parece oculta, pero que tal vez sea la clave en el entramado de este disco:

«SÉ TÚ EL CAMBIO
QUE QUIERAS VER EN EL MUNDO».

domingo, 29 de diciembre de 2013

CLAVES PARA DESENTRAÑAR EL SECRETO DE LA CALIDAD DISCOGRÁFICA EN TIEMPOS DE CRISIS

Ayer tenía previsto hacer un segundo "cuelgue" dedicado a JAVIER MARATO y, en concreto, a su disco recientemente publicado con el título de "EL CAMBIO", pero cuando me dispuse a realizarlo, reparé, de una forma más consciente, en la gran calidad de su CD como "producto discográfico", tanto desde el punto de vista musical, como del diseño y de la edición.

Ante esa percepción me surgió la necesidad de atrasar la presentación del disco de Javier a mañana, con el fin de hoy escribir un "cuelgue" previo, y más general, reflexionando sobre la enorme calidad musical, e incluso de edición, con la que se están publicando últimamente discos de "canción de autor" como el de Javier. Me refiero, por poner algunos ejemplos, a disco que he recibido r a lo largo de este año que se nos va, como los de Gatoperro, Carmen París, Diego Ojeda, Alberto Alcalá, Muerdo, Andrés Sudón, Javier Bergia, Martínez Arés, Ester Zecco, Manuel Cuesta, Xurxo Mares, José Luis Mundi, Jordi Calvet, Dani Fernán, Laura Granados, etc. etc.; obras la mayoría de ellas autoproducidas. y que no han contado con el apoyo de las multinacionales o "superdiscográficas"  importantes.

Este hecho, que es tangible y evidente, en principio puede sorprender –y de hecho sorprende– teniendo en cuenta los famosos tiempos de "crisis" por los que estamos atravesando; una crisis que además, en estos tiempos, se ensaña particularmente con la cultura –convertida en una de sus mayores víctimas–, y en la que la gran y prepotente industria discográfica prácticamente ha desaparecido; y la que sobrevive no está dispuesta a apostar y arriesgar por  la joven "canción de autor"; hecha aquí y para los de aquí, y con criterios de compromiso y calidad.

Desde mi punto de vista, dado lo que conozco sobre la "canción de autor" actual –y conozco bastante–, y dadas las percepciones que recibo a diario del trabajo de sus autores y autoras, puedo afirmar que esa sorpresa evidentemente se produce –de forma incuestionable–, pero no porque haya una industria y un mercado detrás empujando; sino como consecuencia de otra gran "sorpresa" que no hay crisis que pueda cargársela. 

Me refiero a la sorpresa que siempre puede ofrecernos la "grandeza humana" que cuando cree en algo, cuando acuna sueños y proyectos, cuando es capaz de amar –hasta el apasionamiento– lo que quiere y lo que le gusta hacer, se dispara en imaginación y no hay quien la contenga o la pare. Imaginación creativa a la hora de componer e interpretar; e imaginación más práctica para buscar recursos y medios que le den forma a sueños y a proyectos concretos, en este caso, expresados en esos magníficos discos a los que antes hacía referencia.

Estos son algunos de los discos a los que estoy
haciendo referencia en este "cuelgue".

Y me estoy refiriendo también a una "grandeza humana", en particular, de los creadores –en nuestro caso compositores– que, curiosamente, son los que más se crecen cuando se les ponen obstáculos por delante. 

Es curioso, frente a crisis desigualitarias y de "clase", como las que estamos viviendo en España, a valores como la imaginación, se unen otros que fortalecen y le dan aire a la creatividad, me refiero por ejemplo, a la ilusión, al empeño –la no rendición–, al riesgo como reto, a la valoración y la búsqueda del trabajo bien hecho, a la coherencia, a la colaboración y, en particular, a la generosidad.

Pues bien, para mí ahí se encuentra la "clave del secreto de la calidad discográfica en tiempo de crisis" como los que estamos viviendo actualmente en España: La clave esta en la calidad humana de sus creadores: compositores, poetas, interpretes, músicos instrumentistas –de muchísima calidad–, productores, técnicos de sonido, ilustradores y ¡como no!, en algunos casos, pequeñas discográficas que prestan su apoyo en lo que pueden y con los muy limitados medios de que disponen.... Personajes, todos ellos, "indomables" e "ilusionados" –yo también me siento ahí dentro– que arriesgando mucho, con mucho trabajo, y mucho sacrificio se han decidido a darle la razón al amigo Pablo Guerrero –referente ejemplar– cuando dice y canta que "los sueños son posibles".


En realidad no tendría ya más que decir por hoy, sin embargo me gustaría completar este "cuelgue" con dos pequeñas reflexiones finales:

La primera es que, evidentemente, ante la calidad discográfica que nos están proporcionando nuestros jóvenes cantautores hasta en tiempos de crisis, tenemos que COMPRAR DISCOS; en primer lugar porque así estamos consiguiendo un seguro de "disfrute" personal; y en segundo lugar porque COMPRANDO DISCOS –por ejemplo participando en las campañas de "mecenazgo"– estamos agradeciendo, impulsando y fortaleciendo el trabajo y la generosidad de nuestros jóvenes cantautores y cantautoras. 

La segunda reflexión es que, en el contexto de todo lo que he escrito –que es lo que pienso y lo que creo–, entenderéis el por qué de mi obsesión por la HUMILDAD; la humildad del creador es sin duda otro de esos valores imprescindibles que caracterizan a la auténtica grandeza humana y que contribuye, muy eficazmente a este desarrollo de la calidad en tiempos de crisis, del que venimos hablando.

viernes, 27 de diciembre de 2013

JAVIER MAROTO I - INTRODUCCION Y ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE SU ÚLTIMO CONCIERTO EN LA SALA GALIEO, DE MADRID, PRESENTANDO EL NUEVO DISCO TITULADO «EL CAMBIO».


Este caballero que podéis ver en la fotografía, con la que encabezo el "cuelgue" de hoy, se llama JAVIER MAROTO; cantautor madrileño surgido a finales de la década del dos noventa, y considerado, desde mi punto de vista, como uno de nuestros jóvenes "cantautor de referencia", no sólo por sus creaciones –de calidad consolidada–, sino por lo mucho que ha luchado siempre en la defensa y en la difusión de la "canción de autor", y por el largo camino que ha recorrido –en pocos años– "amarrao" a su guitarra, subiéndose a todo tipo de escenarios –con mucho concierto y mucho rodaje a su espalda–, y cantando con una gran honestidad, con mucha humildad –lo que le engrandece–, y haciéndolo siempre –efectiva y realmente– ¡como quien respira!.

Yo a Javier Maroto le escuché cantar por primera vez en el año 2004. Acababa de publicar mi libro "Manifesto Canción del Sur. De la memoria contra el olvido", y estaba empezando a diseñar y a preparar la especie de "enciclopedia" que posteriormente publicaría en la SGAE. En ese contexto, escudriñando en las estanterías de las tiendas de discos que tenían una sección especializada en "canción de autor" –sección hoy prácticamente desaparecida– me encontré y compre el siguiente CD:


Al día siguiente, por la mañana, inicié mi jornada de trabajo escuchando este primer disco de Javier Marato y me llamó la atención que justo en el primer corte me estuviera deseando directamente un "buen día", que seguidamente se hacía extensible a la "tarde" y a lo "noche".... ¡Me encantó!... ¡y logró engancharme!... Con el permiso de Javier –como deber ser– me he descargado aquel su "Buenos días"–de 2004– y os invito a escucharlo:


«Buenos días porque han puesto ya las calles,
buenos días que es la hora de levantarte,
buenos días a tus ojos
que recién se abren al mundo
que regresan de un fugaz vuelo nocturno.
Buenos días si te duchas tu primero,
mientras tanto yo recogeré tus sueños» [...].

De aquel primer disco de Javier –titulado "Luz"– me llamaron la atención sus arreglos, la riqueza literaria de los textos, la muy madura interpretación instrumental y cantada de todos los temas y, como curiosidad, la colaboración, ya entonces, de Pablo Guerrero en la canción "No ocupa sitio". Disco, por otra parte, que yo calificaría de "atemporal" porque, hoy por hoy, sigue teniendo total vigencia.

A "Luz" le siguió, en el año 2008, "Al revés" disco que es, sin duda, un claro referente de la "canción de autor" en la perspectiva de la sensibilidad ante los problemas y las realidades sociales, asumiendo a la vez unas musicalizaciones y unos arreglos de mucha calidad.

Javier Maroto en aquel disco demostró la posible y necesaria conexión que debe y puede existir entre el contenido social y comprometido de una canción y su riqueza musical; conexión que, desde mi perspectiva, es uno de los rasgos específicos de ese género al que llamamos "canción de autor".


En "Al revés" podemos escuchar desde un "tango electoral" de corte claramente político, a una canción solidaria con los países latinoamericanos –"Las venas abiertas de America Latina"–. Un "Padrenuestro" –plegaria a la amada cargada de sensualidad–, un canto a Jesús de Nazaret "siete veces crucificado", o un muy original tema dedicado a los "números" con un estribillo basado en un verso de Miguel Hernandez: "Tristes números si no es amor la empresa"; estribillo y canción en el que Javier contextualiza la siguiente denuncia-información que hoy también sigue teniendo plena actualidad:

«A continuación señoras y señores, desde “AL REVES TV”, pasamos a relatar algunos números para comprender mejor la realidad.

El gasto militar mundial previsto para el año 2007 será de 2.1 millones de dólares por minuto . Cabe destacar que, según Naciones Unidas, apenas se necesitarían 6,000 millones de dólares al año durante una década para proporcionar educación a todos los niños de los países empobrecidos.

Cada año estos países entregan a las naciones ricas más de 370.000 millones de dólares como pago de la llamada Deuda Externa. Esta cantidad supone cerca de 3 veces lo que la ONU considera indispensable para cubrir las necesidades básicas de la población mundial, y más de 5 veces la Ayuda Oficial al Desarrollo del Norte al Sur.

Afortunadamente, y para contrarrestar esta situación, más de 5700 organizaciones en todo el mundo trabajan día a día para lograr un mundo más pacífico y más justo».

Me permito, de nuevo, descargar esta canción dedicada a los "Números" porque creo que merece la pena escucharla. (Después, si no lo tenéis, os recomiendo compraros "Al revés" "al completo).


Pues bien, han pasado cinco años, y ahora JAVIER MAROTO nos sorprende con un nuevo disco que, como mañana analizaré, no tiene desperdicio. Se titula "El cambio".



Este nuevo disco fue presentado el pasado lunes día 23 en la Sala Galileo, de Madrid; presentación de la que seguidamente os voy a ofrecer un álbum fotográfico como anticipo y previo al "cuelgue" de mañana en el que presentaré con satisfacción las nuevas canciones de Javier.

ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE OTRO CONCIERTO
"PA" NO OLVIDAR

El protagonista: Javier Maroto


LAS COLABORACIONES

David Torrico


Manu Clavijo


Luis Felipe Barrio y Matías Avalos


Del resto de los colaboradores y de la banda, de las canciones y del nuevo disco hablaremos mañana en su segundo "cuelgue" dedicado a JAVIER MAROTO.... De momento, y antes de terminar se me ocurre que si os apetece y podéis os compréis los discos que aquí he comentado... ¡merece la pena!

Os dejo una pista sobre cómo y dónde podéis haceros con ellos:

miércoles, 25 de diciembre de 2013

AMIGO GERMÁN COPINI... «UN EMPUJÓN BRUTAL TE HA DERRIBADO», ¡ES CIERTO!..., PERO ES IMPOSIBLE DERRIBAR TU CANTO AUNQUE ESTOS SIGAN SIENDO «MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA».














«Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado. [...]
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero».
(MIGUEL HERNÁNDEZ).

La noticia me llegaba ayer de atardecida a través de Pablo Lacárcel; amigo común y, en realidad, feliz culpable de la grabación de "América herida", último disco de GERMAN COPPINI.

Germán estaba muy grave, su hígado había dejado de funcionar y se nos iba... Y la "noche buena" se mi tiñó de gris, de dolor... ¡Qué cabrona es la muerte!.

Hoy confirma la muerte de Germán Copini quiero abrazarle y decirle lo mismo que en nuestras últimas conversaciones telefónicas: "¡Germán eres muy grande; la música en este país de debe mucho y ¡vamos a por todas!"... No tuvimos tiempo... Estábamos luchando contra viento y marea para presentar, como se merecía, su "América herida", y para reivindicar juntos la auténtica memoria de la "canción de autor" contra el olvido.


Hace unos meses publicaba aquí donde CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA un "cuelgue" dedicado a Germán; me voy a permitir evocar algunas de las cosas que escribí entonces reafirmándome en todas ellas. Sé, porque me lo dijo, que le había "encantao", sobre todo mi apoyo a su "América herida", disco –sin duda– de los mejores y más interesantes publicados en el año que se nos va.

Germán Coppini.

En la historia de la música y de la canción popular hay compositores e intérpretes que, a través de sus creaciones, han entrado a forman parte de la "memoria colectiva" de un tiempo y de un país, y que muy difícilmente serán olvidados; uno de ellos es, sin duda, GERMAN COPPINI.

No voy a detenerme aquí en su larga y apasionante trayectoria creativa y musical, basta recordar sus presencias en grupos como "Siniestro total" o "Golpes Bajos"; o dos –entre muchos– de sus inolvidables discos en solitario a los que personalmente estuve "colgao" mucho tiempo "El ladrón de Bagdad" y "Carabás"; o sus colaboraciones con amigos y amigas como Carmen y Gloria (Vainica Doble), Paco Clavel o el genial Tino de Geraldo.



A través de sus canciones he sido un admirador hondo de la obra y de la personalidad de Germán Coppini y, por ello, fue para mí un acontecimiento personal de inmensa satisfacción el día en que le conocí personalmente; satisfacción, sorpresa e incluso una gran emoción inesperada... Os cuento:

Ocurrió el 14 de octubre del año pasado en la Sala Galileo Galilei, de Madrid. Aquel día fui invitado por el Comité "Por la libertad de los Cinco", a presentar un acto para pedir la liberación de los cinco presos cubanos en Estados Unidos. Entre los personajes que tuve gozosamente que presentar estaba Germán que cantó acompañado a la guitarra por Armando Martínez. Os aseguro que –cosa rara en mí– en aquel momento me sentí hasta un poquito nervioso: "Coppini era, y es, mucho Coppini".

Le presenté, me quedé en una esquina del escenario y fue muy emocionante –¡sorprendentemente emocionante!–; sobre todo cuando cantó "Pobre del cantor" de Pablo Milanés. Os propongo escuchar su versión a través de este enlace de "goear" que he descargado en mi cuenta:


Germán Coppini acompañado a la guitarra por Armando Martínez
durante su actuación en la Sala Galileo de Madrid.
(Fotografía de Juan Miguel Morales).

Tras su actuación hablamos un ratito en el pequeño camerino del Galileo sobre lo importante y lo necesario que resulta, hoy en día, la recuperación de la memoria contra el olvido, en particular respecto al canto popular que impulsó y acompasó nuestras pasiones y nuestras luchas por la libertad, en los años trágicos y despiadados de la dictadura franquista... Hablamos y en pocos minutos nos sentimos cercanos y cómplices de muchas cosas; en aquel momento, por supuesto, de los "latidos heridos y esperanzados" de  Cuba y de toda América Latina.

A los pocos meses, Germán Coppini me hizo llegar su maravilloso LP titulado: "Germán Coppini y los Voluntarios. America herida"

De este disco de Germán hice en julio de 2012 cuatro breves comentarios que subrayo y vuelvo a repetir:

Germán Coppini. Fotografia de Juan Miguel Morales
publicada en su libro "Retratos de cantantes" editado por la Junta de Andalucía.

En primer lugar, he de decir que nos encontramos ante un trabajo musical valiente, arriesgado, necesario e imprescindible. Germán vuelve su mirada y reactiva su sensibilidad y sus sentimientos –más profundamente humanos– sobre algunas de las canciones que nos llegaron de América Latina en los años sesenta y setenta, y que conformaron, de alguna forma, nuestra identidad libre, revolucionaria y esperanzadora. ¡Falta hacía un disco como este en un tiempo tan olvidadizo y "camaleónico"!

En segundo lugar, éste es un disco al que yo calificaría como "para el aprendizaje". En concreto, para el aprendizaje de muchos cantautores y cantautoras jóvenes que "militan" en la "ignorancia" de la tradición y de las raíces de nuestra música popular; jóvenes creadores sin referentes que andan medio perdidos –algunos no sé sabe muy bien por qué, con cierto éxito– en este apasionante género que es, para mi, la "canción de autor". Este es un disco para que muchos de esos jóvenes –que se autoproclaman "cantautores"– se sienten a escucharlo despacito... ¡Claro que para eso –y aquí radica el problema– tendrían que reconocer que tienen mucho –o al menos, algo– que aprender! No son muchos los que lo reconocen.


En tercer lugar, este es un disco que nos sumerge en la experiencia que supone vivir en la contradicción entre el dolor –hambre, guerra, pobreza, explotación, injusticia, esclavitud, represión– y la esperanza; una contradicción que queda reflejada en las imágenes y en el juego de colores de su cubierta, y que, pese al dolor de las "heridas", rezuma horizontes de luz; horizontes que Coppini dejan mui claros en las dos canciones con las que concluye la cara A y la Cara B de su disco en soporte vinilo: "Abre la ventana" –cara A– y "Vamos por ancho camino" –cara B–, ambas de VÍCTOR JARA.

Y, en cuarto lugar, nos encontramos con un disco –editado en soporte LP de vinilo y en CD– hermosísimo en su diseño y en su maquetación.... Me encanta la gran "dignidad" con la que ha sido tratada esta "América herida" de Coppini. ¡Nada de cutrerías! ¡nada de nostalgias ridícula e insultantes! ¡nada de regresiones!... ¡todo lo contrario!... Plástica y musicalmente es un disco bello, luminoso, actual, comprometido, muy cuidado, muy bien compuesto, muy bien arreglado, muy bien interpretado, bien producido... ¡Como se merece su contenido; como se merece la "canción de autor"; como se merece la América hermana; ...aún en tiempos de "crisis"!.

Y concluyo este " cuelgue" –pórtico de otros muchos que vendrán sobre Germán–, con dos versiones de una de sus canciones de referencia, la titulada "MALOS TIEMPOS".



martes, 24 de diciembre de 2013

SE NOS FUE GERMAN COPPINI.

Siento tener que compartir esto precisamente en este momento: Hoy mi NOCHE BUENA se entristece, se rompe y llora porque acaba de irse un amigo... ¡PUTA E INOPORTUNA MUERTE! ¡CABRONA!... GERMÁN COPPINI ha fallecido. Tengo el alma rota. Hoy no puedo decir más; mañana le rendiré mi más entrañable recuerdo AQUI DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA... ¡Germán, espérame en el cielo!... Yo seguiré aquí reivindicando tu música y, en particular, tu "AMÉRICA HERIDA!

Esta noche solamente os dejo una de sus canciones: «SERES QUERIDOS».



«Cuando menos te lo esperas
la vida te golpea con todas sus fuerzas.
Dejando corazones rotos,
sueños incumplidos y un enorme vacío.
Un día se lleva sin consideración
la vida de algún ser querido,
el amigo servicial que ayudó sin protestar.
Luego te pasas media vida
intentando recuperar las ilusiones perdidas.
Aquellas ideas tan locas, las sonrisas olvidadas,
los momentos de alegría.
Llegando siempre a la misma conclusión;
que para el olvido no valen lamentos.
No hay llanto que borre hambriento
las huellas de antiguos tiempos.
Siempre habrá dentro de tu ser,
seres muy queridos, seres muy queridos...».

lunes, 23 de diciembre de 2013

DOS DESGARROS Y UNA ESPERANZA... CANCIONES Y REFLEXIONES PREVIAS A UNA "NOCHE BUENA".

Hoy, en el “buen día” que cotidianamente cuelgo en mi muro de facebook me planteaba y compartía la siguiente reflexión:

«Mañana celebramos la llamada “NOCHE BUENA” y ¡ojala! sea realmente “buena” para todos nosotros y nosotras; “buena” en el sentido más profundo de la palabra...

Pero antes de que llegue mañana siento una incontenible necesidad de evocar y de hacer presentes entre nosotros a todas aquellas personas, de nuestro país, y de todo el mundo, que lamentablemente no van a poder celebrar su “NOCHE BUENA” porque son víctimas de la pobreza, de la soledad, de la violenica, de la enfermedad..., o, en general, de la desigualdad y la injusticia.

Hacer presentes a esas personas con impotencia, porque poco podemos hacer en este momento, y de inmediato, por ellos. Pero hacerlos presentes, a la vez, con mucha “ternura”, y uniéndonos en una reivindicación solidaria para que los “derechos humanos” algún día sean realmente UNIVERSALES. Ese es un “sueño” realmente posible ante el que no podemos rendirnos. Tenemos que luchar por conseguirlo. Y, para conseguirlo, el NO OLVIDO de la exitencia de esos seres humanos es un primer paso imprescindible.

En concreto, y muy en particular, quiero hacer presentes  a los “niños de la calle” y, en general, a todos los niños y las niñas del mundo que, por unas u otras razones, no son felices y no van a poder celebrar mañana la “NOCHE BUENA” a la que como seres humanos tienen derecho».

Tras estas palabras, esta mañana compartíamos y escuchabamos la canción “Los niños de nuestro olvido” –de René Vargas Vera (letra) y Víctor Heredia (música)–. Canción interpretada por MERCEDES SOSA, tal y como podemos ver y escuchar en el siguiente vídeo grabado en directo:


«Escribo sobre un destino / que apenas puedo tocar / en tanto un niño se inventa / con pegamento un hogar. / Mientras busco las palabras / para hacer esta canción / un niño esquiva las balas / que buscan su corazón. / Acurrucado en mi calle / duerme un niño y la piedad / arma lejos un pesebre / y juega a la Navidad / Arma lejos un pesebre / y juega a la Navidad / y juega a la Navidad / y juega, y juega, y juega... / La niñez de nuestro olvido / pide limosna en un bar / y lava tu parabrisas / por un peso o por un pan. / Si las flores del futuro / crecen con tanto dolor / seguramente mañana / será un mañana sin sol».

Ahora, aquí en el blog.... donde CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA quiero volver a incidir directamente sobre esa realidad cruel e insostenible de la pobreza y, muy en especial, en la pobreza cuando se ensaña con los niños de la calle, de la guerra, del abandono, de la impiedad..., ¡de la injusticia!. 

Y voy a hacerlo, simplemente, añadiendo a la "canción" y al desgarro anterior otra canción que no requiere ningún comentario porque hablan por si sola. Es la "Canción para un niño en la calle", interpretada de nuevo por Mercedes Sosa, acompañada de la banda puertorriqueña Calle 13.


MERCEDES: «A esta hora exactamente hay un niño en la calle, / hay un niño en la calle. / Es honra de los hombres proteger lo que crece, / cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, / evitar que naufrague su corazón de barco, / su increíble aventura de pan y chocolate. / Poniéndole una estrella en el sitio del hambre, / de otro modo es inútil, de otro modo es absurdo, / ensayar en la tierra la alegría y el canto / porque de nada vale si hay un niño en la calle».

CALLE 13: «Todo lo toxico de mi país a mi me entra por la nariz, / lavo autos, limpio zapatos, / huelo a pega y también huelo a paco, / robo billeteras pero soy buena gente, soy una sonrisa sin diente. / Lluvia sin techo, uña con tierra, / soy lo que sobró de la guerra. / Un estomago vacío, soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío, / el mejor guía turístico del Arrabal, / por tres pesos te paseo por la capital. / No necesito visa pa' volar por el redondel, / porque yo juego con aviones de papel. / Arroz con piedra,  fango con vino / y lo que me falta me lo imagino».

MERCEDES: «No debe andar el mundo con el amor descalzo, / enarbolando un diario, como un ala en la mano, / trepándose a los trenes, canjeandonos las risas, / golpeándonos el pecho con un ala cansada. / No debe andar la vida recién nacida, a precio /  la niñez arriesgada a una estrecha ganancia / porque entonces las manos son inútiles fardos, / y el corazón apenas una mala palabra».

CALLE 13: «Cuando cae la noche duermo despierto, / un ojo cerrado y el otro abierto, / por si los tigres me cupen un balazo, / mi vida es como un circo pero sin payaso. / Voy caminando por la sanja,
haciendo malabares con cinco naranjas, / pidiendo plata a todos los que pueda / en una bicicleta de una sola rueda, / soy oxigeno para este continente, / soy lo que descuidó el presidente. / No te asustes si tengo mal aliento, / o si me vez sin camisa con las tetillas al viento / yo soy un elemento más del paisaje, / los recibos de la calle son mi camuflaje, / como algo que existe, que parece de mentira / algo sin vida pero que respira».

MERCEDES: «Pobre del que ha olvidado que hay un niño en la calle, / que hay millones de niños que viven en la calle, / y multitud de niños que crecen en la calle- / yo los veo apretando su corazón pequeño. / Mirándonos a todos con fabula en los ojos, / un relámpago trunco les cruza la mirada, / porque nadie protege a esa vida que crece, / y el amor se ha perdido / como un niño en la calle».

CALLE 13: «Oye, a esta hora exactamente hay un niño en la calle».

Durísimos desgarros hechos canción: "canción realidad"...

Y seguidamente, frente a esos desgarros, antes de que nos dispongamos a celebrar nuestra NOCHE BUENA, os propongo una luz, una esperanza, una posibilidad, un deseo, un compromiso... ¡ALGO IMPORTANTE QUE PODEMOS Y DEBEMOS HACER!... Nos lo dice MARÍA DOLORES PRADERA en su canción "Nana para un niño con suerte", compuesta por Manuel Vázquez Montalbán y Parera Fons:


«Duérmete niño del alma, que velo tu sueño. / Duérmete niño del alma, que seco tu llanto. / Duérmete mi niño, duérmete. / Duérmete mi niño, duérmete. / Pero hay otros niños que no tienen sueños. / Pero hay otros padres que no tienen cantos. / Sólo tienen el miedo a la muerte y al miedo. / Son los más ofendidos por guerras y hambres. / Son los siempre ofendidos por la fuerza del fuerte.

Hay que hacer de este mundo una casa de piedra. / Donde duerman los niños y canten los padres. / Y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas. / Y una tierra con lirios y ríos y árboles. / Hay que hacer de este mundo una casa sin rejas.

Duérmete niño del alma, que velo tu sueño / Duérmete niño del alma, que seco tu llanto. / Pero hay otros niños que temen dormir. Y no despertar. / Pero hay otros padres que cantan de miedo a no cantar.

Hay que hacer de este mundo una casa de piedra. / Donde duerman los niños y canten los padres. / Y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas. / Y una tierra con lirios y ríos y árboles. / Hay que hacer de este mundo una casa sin rejas. / Duérmete niño del alma que seco tu llanto. / Mientras tanto yo te canto y mis males espanto».

Y poco más: Tras estas reflexiones vamos a celebrar una nueva NOCHE BUENA con toda la alegría y la paz que nos sea posible y vamos a tomar impulso –en y con el calor de las personas que nos rodean– para seguir luchando por la justicia y por la construcción de un mundo en el que se haga posible que ningún niño, ninguna niña, se sienta triste y desamparado...

¡Y CON TODO ESTO 
BIEN METIDITO EN NUESTRO CORAZÓN, 
OS DESEO UNA MUY FELIZ "NOCHE BUENA"!

domingo, 22 de diciembre de 2013

19 POEMARIOS PARA REGALAR O REGALARSE, O SEA, 19 HERMOSAS FORMAS DE DECIR "TE QUIERO".

El "cuelgue" de hoy está dedicado a una serie de poemarios –publicados a lo largo de 2013, o finales de 2012–  que me parecen muy hermosos. 

Por si alguien de los seguidores o seguidoras de este blog no los conocen todavía. me he decidido a recomendarlos para que os los regaléis a vosotros mismos, o para regalárselos a las personas a las que más queráis... Yo practico, y os invito a practicar, el siguiente principio:

«REGALARSE, O REGALAR, UN BUEN LIBRO 
DE POESÍA ES UNA HERMOSA FORMA 
DE DECIR "TE QUIERO"».

Pues bien aquí tenéis algunos de mis "poemarios" recomendados:

"Entre balcones y chimeneas". La Chica Metáfora. (Autoedición)

«La ciudad puede esperar con sus putas prisas
mientras nuestros cuerpos tengan tanto que decir
y seamos el mejor de los silencios».

"Unifamiliar (con vistas)". Moncho Otero. (Eirene Editorial).

«Discuto con la sombra de un pasado que vuelve por momentos.
a espasmos, como hálito de vida».

«Sonetos de amor y otras ausencias». Antonio Pastor Gaitero.
(Editorial Lastura)

«Si te derrumbas cae sobre mi pecho, 
ahora tengo mis alas sobre espigas,
extendidas en paz, formando estelas».

Andrés Sudón. (Colección Hazversidades Poéticas).

«El humor, la belleza, el ritmo...
Todos los albañiles del verbo, ¡a trabajar!».

Vicente Llorente. "Degeneración en generación". (Huacanamo)

«Una fina lluvia.
Su agudo eco
me recuerda a tu boca.
Imperceptible,
lejana,
susurrando en mi oído».
Fernando Lobo. "Diario del niño que quería ser poeta o pájaro"
(Editorial Origami)

«Y fundemos la religión
en la que sea pecado
no pecar
si se desea».

Silvia Gallego. "Espía mi bolso". (Ed. Cuadernos del laberinto).

«Se ofrece chaqueta con abrazo en la manga,
sin pilas, batería de emociones recargables».

Jordi Gil. "Poemes i cançóns". (Babilonia).

«Tu, tu eres la veu.
Tu eres el crit, Tu eres la llum.
Tu eres el verb. Tu eres el cim.
Tot l'univers, i al mateix temps
el meu destí».

Diego Ojeda. "A pesar de los aviones" (Ed. Noviembre)

«Hoy quiero un país mas libre,
sin anestesias y ansiolíticos,
sin barreras y cansancio
sin dolor en la memoria».

Paco Cifuentes. "Solo tramoamarte". (Ed. Gramática Parda).

«Que la guerra sea

solo en tu cuerpo.
Que se destrocen
en un abrazo los amantes».

María Ruiz Faro. "La noche multiplicada". (Pepepérez Editorial).

«Eras justo la persona que andaba buscando
para perder la cabeza y encontrarme
en el vértigo de tus labios».

Julio Santiago. "Wersículos. Poemas para el wc". (Ed. Cuadernos del Laberinto)

«El
Amor
es
una 
sensación
de 
continua
creación».

Elvira Sastre y Adriana Moragues. "Tú la acuarela. Yo la lírica". (Autoedición.

«Para mí cualquier lugar es mi casa
si eres tú quien abre la puerta".

Marwan. "La triste historia de tu cuerpo sobre el mío" (Ed. Noviembre)

«Yo no quiero volver a caminar
en dirección contraria a la belleza».
Varios autores. "Imagina cuántas palabras" (Ed. Alquibla)

Joaquín Pérez Azaústre. "Vida y leyenda del jinete eléctrico".
(Colección Visor de Poesía).

Antonio Fernández Ferrer. "Memoria del tiempo". (Ed. Alhulia).


«He intentado hilvanar tu nocturna silueta 
uniendo estrellas sobre el tapiz lejano 
de un cosmos inabarcable, 
sin apenas reparar que el amanecer  
iba difuminando lentamente mi boceto 
y en un apunte inconcluso 
ha culminado mi aventura».

José Manuel Díaz. "Baile de máscaras". (Poesía Hiperión).


«Jamás será feliz quien no ha llorado,
quien no ha perdido el mar o acaso un puerto,
quien no ha tocado un cuerpo despidiéndose,
quien no ha saboreado la derrota.
Jamás será feliz quien no ha medido
la luz de su tristeza
en su esperanza».

Roberto Terán. "Huésped". (Ed. Serendipia).

«Duele 
lo que se pierde
cuando
no se ha defendido».

RAFA MORA Y MONCHO OTERO EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "VOLAD CANCIONES, VOLAD"

MONCHO OTERO y RAFA MORA serán protagonistas muy especiales en la presentación del libro "VOLAD CANCIONES, VOLAD". Estamos traba...