Hoy celebramos un nuevo sábado recomendando un disco maravilloso que hay que escuchar con "calma" para disfrutar de lo mucho y muy bello que nos proporciona:
Este disco de SILVIA PÉREZ CRUZ se titula "11 de novembre" y está dedicado a su padre Cástor Pérez -músico, investigador y compositor de habaneras–, nacido el 11 de noviembre de 1955 y fallecido el 10 de noviembre de 2010.
«Al meu pare, en Càstor.
Papa espero que t'agradi, està ple de tu».
«A mi padre. Cástor.
«A mi padre. Cástor.
Papá, espero que te gustr, está lleno de ti».
...amb l'ànima enredada a les voltes de Calella,
de mirada gallega i accent d'empordanet petit,
el cor li batega
com punys que repiquen sobre taules
d'una taverna antiga i eterna.
Seductor atlàntic de pell Mediterrània,
de mans nobles,
plenes de pessigolles,
cordes de guitarra ansioses de ballar
amb els teus dits
sense pressa.
("11 de novembre". Silvia Pérez Cruz)
("11 de novembre". Silvia Pérez Cruz)
"11 de novembre" es un disco sorprendente, hermoso, rebosante de sensibilidad, plural, incorsetable...; un conjunto de 14 canciones en el CD, y 10 en el DVD adjunto, que el escritor Joan Ollé presenta con estas palabras:
«Es un secreto a voces que Sílvia Pérez Cruz es una de las mejores voces del momento, pero en “11 de novembre” la cosa va a más, a mucho más, ya que si hasta ahora nos había mostrado su exquisita personalidad a través del singularísimo trato dado a canciones de otros, ahora se desnuda de alma para abajo y nos muestra su personal mapamundi a través de sus músicas, letras e instrumentaciones (guitarras, acordeones y violines, pero también polifonía y –como Erik Satie– timbres de bicicleta, griterío de niños, grillos campestres y cuerdas que dan cuerda a un juguete). Sílvia es juguetona porque puede y quiere, porque lleva mucha música enredada en el pelo, y, tatuada en la piel, la memoria de los grandes, los maestros.
Hay quien considera que la Pérez Cruz maneja demasiados palos (copla, fado, bolero, jazz, flamenco...), pero considera mal, ya que todos son necesariamente sinceros y pertenecen a su sangre. Salvador Espriu –poeta al que la mujer que nos ocupa ha cantado estremecedoramente– aplaudiría, entusiasta y discreto, la convivencia de catalán, castellano, gallego y portugués en una sola voz ibérica y plural.
Sílvia, bruja buena, niña vieja, “frágil y esbelta”, conoce perfectamente los desequilibrios, riesgos y vértigos que conducen a la emoción. Y, prendidos de su voz y su palabra, viendo cómo pasan “los días, las noches, los trenes”, como arrecia y amaina el “Dilúvio”, viajamos del brazo de Càstor, Félix, Toni, las tres Glòries, Iglesias y la pequeña Lola (Nonnon...), desde un café berlinés pasando por Nueva Orleans hasta el país de las favelas, pernoctando en Folegrandros hasta alcanzar el Río de la Luna (“Moon River”), ahora reflejada en el sereno oleaje de un doméstico mar ampurdanés, mientras unos dedos sin prisa dibujan un aire de habanera ya sin voz que la cante.
Lo dijo Eloy Sánchez Rosillo: “Principio y fin habitan en el mismo relámpago”. De eso trata “11 de novembre”, de los muchos atardeceres que tiene cada día, pero también de la luz pura, aún no usada, del mañana».
Las canciones integradas en este disco de Silvia Pérez Cruz son las siguientes:
Hay quien considera que la Pérez Cruz maneja demasiados palos (copla, fado, bolero, jazz, flamenco...), pero considera mal, ya que todos son necesariamente sinceros y pertenecen a su sangre. Salvador Espriu –poeta al que la mujer que nos ocupa ha cantado estremecedoramente– aplaudiría, entusiasta y discreto, la convivencia de catalán, castellano, gallego y portugués en una sola voz ibérica y plural.
Sílvia, bruja buena, niña vieja, “frágil y esbelta”, conoce perfectamente los desequilibrios, riesgos y vértigos que conducen a la emoción. Y, prendidos de su voz y su palabra, viendo cómo pasan “los días, las noches, los trenes”, como arrecia y amaina el “Dilúvio”, viajamos del brazo de Càstor, Félix, Toni, las tres Glòries, Iglesias y la pequeña Lola (Nonnon...), desde un café berlinés pasando por Nueva Orleans hasta el país de las favelas, pernoctando en Folegrandros hasta alcanzar el Río de la Luna (“Moon River”), ahora reflejada en el sereno oleaje de un doméstico mar ampurdanés, mientras unos dedos sin prisa dibujan un aire de habanera ya sin voz que la cante.
Lo dijo Eloy Sánchez Rosillo: “Principio y fin habitan en el mismo relámpago”. De eso trata “11 de novembre”, de los muchos atardeceres que tiene cada día, pero también de la luz pura, aún no usada, del mañana».
Las canciones integradas en este disco de Silvia Pérez Cruz son las siguientes:
Silvia Pérez Cruz. Dibujo de Tano Pisano. |
CD
• Lietzenburgerstrasse 1976. (Silvia Pérez Cruz - Feliu Formosa).
• Pare meu. (Silvia Pérez Cruz - Maria Cabrera).
• Iglesias. (Silvia Pérez Cruz).
• N âo sei. (Silvia Pérez Cruz).
• Días de paso. (Silvia Pérez Cruz).
• Covava l'ou de la mort blanca. (Silvia Pérez Cruz - Maria Mercé Marçal).
• Meu meniño. (Silvia Pérez Cruz - Félix Pérez Diz - Popular).
• Nonnon. (Silvia Pérez Cruz, Instrumental).
• Memoria de pez. (Silvia Pérez Cruz).
• Dilúvio universal. (Silvia Pérez Cruz - Popular).
• O meu amor è Glòria. (Silvia Pérez Cruz).
• Folegandros. (Silvia Pérez Cruz).
• 11 de noviembre. (Silvia Pérez Cruz).
• Así es mi boca. (Silvia Pérez Cruz).
En el DVD que acompaña al CD, Silvia interpreta algunas de las canciones anteriores e incorpora otros temas como "Currucucu paloma", "Corrades d'exili" y la habanera "Vestida de nit".
Es muy importante añadir y destacar el listado de muy buenos músicos que han acompañado a Silvia en este trabajo, entre ellos, Enric Camarasa, Miguel Àngel Cordero, Raül Fernández, Bernat Bofarull, Féliz Pérez, Toni Pérez, Monserrat Ricart, Olvido Lanza, Igor Cortadellas, Felix Rossy, Alfred Artigas, Anna Tobías, Aleix Tobías, Lola Cruz, Joan Orpella, Maria Juan, Joan Antoni Pich, Oriol Aymat, Miguel Ángel Cordero, Ignasi Cama, Acari Beltrán, o Javier Colina.
Para concluir este "cuelgue" os propongo ver y escuchar dos vídeos relacionado con el disco que hoy ocupa nuestra "Musicalma sabatins", en el primero Silvia interpreta "Currucucu paloma" –del compositor mexicano Tomás Méndez Sosa–; en el segundo podemos escuchar "Días de paso" sobre un montaje fotográfico de Juan Miguel Morales.