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viernes, 26 de agosto de 2011

¡MALDITAS GUERRAS! - 100 + 53

En el disco "Principios y declaraciones", de César de Centi y José Luis Paz –y vuelve a aparecer la "nueva canción gallega"– podemos encontrar una canción de José Luis, llamada "Veo, veo", que esta tarde uno a nuestro clamor.


«Veo, veo ¿qué ves? veo aviones que se estrella, veo torres caer,
veo, veo, ¿qué ves? kamikaces que revientan, guerras santas que temer.
Veo, veo, ¿qué ves? atentados sobre trenes, madres que pierden su fe,
veo, veo, ¿qué ves? comisiones de comedia, déjame comparecer.
Veo guerras sin sentido, dictadores destronados,
veo armas que no existen, veo muerte en todos lados,
y ahora dime: ¿dónde vamos a parar?
Si algún día llega la calma, allí quiero estar.



Veo, veo ¿qué ves? veo barcos que se hunden, veo negro sobre azul,
veo, veo, ¿qué ves? voluntarios que se marchan y una frase: "Nunca más".
Veo, veo, ¿qué ves? veo fuego provocado, veo fantasmas en papel,
veo, veo, ¿qué ves? veo bosques incendiados, veo a mi Galicia arder.
Veo suicidios colectivos, violaviones, malos tratos,
veo acoso en los colegios, falsedad por todos lados
y ahora dime: ¿dónde vamos a parar?
Si algún día llega la calma, allí quiero estar».

PARIS JOEL. UN "RECETARIO" IMPRESCINDIBLE.

Anoche, pensado en el "cuelgue" de hoy –que voy a dedicárselo a PARIS JOEL y, concretamente, a su disco "Recetario"– decidí sentarme "relajao" para volver a escuchar una vez más sus canciones; y digo "una vez más", porque la música de Paris forma parte, desde hace unos meses, del "micro universo sonoro" que me acompaña y me interesa.

Al rato de estar escuchando "Recetario" –justo inmerso en su segunda canción, llamada "La dama"– la imaginación me transportó a un concierto de cantautor gallego nacido el La Coruña y residente en Sada –algo que sin duda era el resultado de un acto puramente imaginativo porque, de momento, nunca he escuchado cantar  a Paris en directo–. (En realidad me ocurrió, porque el disco –entre otras virtudes– tiene la de sonar a autentico, a vivo, a directo).

Y allí me vi, no sé muy bien dónde, escuchado a Paris y disfrutando de Tonu y de Sergio –los hermanos Leiro– que le acompañan. Mi implicación, en aquel concierto imaginario, llegó al limite cuando empezó a sonar la canción "Esta noche", una rumba atrapadora.

Paris Joel actuando en directo con Tonu y Sergio.


«Dame un poquito de candela
que esta noche tocan para ti
unos tipos que hacen rumba a la gallega
unos tipos que te quieren ver feliz».

Pues así fue, anoche, y otros días, y otras noches, –escuchando "Recetario"– Paris, Tonu y Sergio consiguieron hacerme feliz –enseguida daré las razones–; por eso hoy me dispongo a darle al cantautor gallego, no "un poquito de candela" como reclama, sino mucho más: una "llamarada" –"llama de amor viva", que diría San Juan de la Cruz– de admiración y de gratitud por su sensibilidad y por sus canciones.

Y dicho lo anterior paso de la imaginación –que siempre te hace alguna que otra jugarreta subjetiva– a la realidad, y la realidad es que Paris Joel es un "cantautor de raza y con solera", de los auténticos, de los que están ahí militando en lo que creen y en lo que aman "contra viento y marea". Un cantautor de vocación –como se define a sí mismo– al que le gusta hacer canciones –es uno de sus sueños–, y que siempre se manifiesta dispuesto a apoyar, a defender y a reivindicar la "canción de autor", y, en particular, la "canción de autor gallega". (Yo lo sé, y pude comprobarlo, cuando le pedí que me ayudara a preparar y a realizar los padsados "cantijuegos con aires gallegos"; os lo aseguro: su colaboración no pudo ser más generosa y apasionada).

Paris Joel.
(Fotografía de Pablo Rodríguez).



«Soy enfermo terminal
–nos canta–
y me gusta hacer canciones,
transmitir las emociones
en la calle o en el bar».
("Oficio de mataos").


Pero además, Paris Joel posee dos cualidades imprescindibles en esto de la "cantautoría". 

En primer lugar, sus canciones no son ni "poses progres e intelectuales" –a la vieja usanza–, ni "requiebros románticos o llorones" para atraer a las "nenas" después de los conciertos..., ¡no!; las canciones de Paris están llenas de vida real, de experiencias cotidianas, de sentimientos y de latidos incontenibles... Ahí quedan, por ejemplo, temas como "Es azul" –evocación muy tierna del amor ido que perdura–, "Descubro amor" –bálsamo para la amargura y el odio–,  "Nana" –dedicada a su hijo–, "Pipesa" –bellísima canción dirigida a su hija adolescente a la que su hermano pequeño llamaba así, en lugar de Princesa; una canción que más de una vez, pensando en mis hijas, me arrancado una lágrima de emoción y de ternura–, y "La dama", historia de amor dirigida a su compañera de toda una vida que no tiene desperdicio, es un auténtico derroche de sensibilidad.

«Eras la dama
de la sonrisa azul
en la noche acristalada.
Si algo fallaba 
siempre estabas tú
dame un rubio o una calada.
Dejé que mis tormentos escaparan
poquito a poco fui encontrándote
y un día dispuesto ya a dar la batalla
a lomos de la ballena te besé.
("la ballena" hace referencia al pub "Moby Dick").


Eres la dama del cigarro en la ventana
la que cambió mi forma de entender la luz
la portadora del calor de las mañanas
dame fuego que este va a tu salud.
Eres la dama
la que nunca busqué
pero siempre anhelaba.
Eres la dama
"la chica de ayer"
que Nacha Pop cantaba.
Dejé que mis tormentos escaparan
poquito a poco fui encontrándote
y un día dispuesto ya a dar la batalla
a lomos de la ballena te besé».


La segunda cualidad que cultiva Paris Joel, y que evidencia en su último disco "Recetario", es su capacidad para crear una música –o, mejor, para musicalizar sus poemas– con un aire y un sonido tremendamente popular, bello y envolvente; las canciones de Paris atrapan, algunas te aceleran las ganas de bailar, otras te revuelcan en el gustito de la ternura, y, todas ellas, al menos a mí me pasa, crean adicción... Para comprobarlo no hay más que acudir a su página web o a su blog y comprobarlo: http://www.parisjoel.com/


Por último es importante destacar dos cuestiones. Valorar, primero, la extraordinaria colaboración en el disco –anteriormente mencionada– de Tonu –cajón flamenco y djembé– y de Sergio Leiro –guitarra eléctrica–, y la de César de Centi y Gonzalo Fraga, que ponen sus voces en dos temas. Y decir que en la discografía de Paris también figuran otras cuatro obras: "Cosas tristes" (2005), "Tiempo" (2006), "Virtualidad" (2007) y "Las canciones prohibidas" (2008).

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