No soy demasiado aficionado a la celebración de los días de... Pero hoy sí, hoy quiero lanzar al viento un abrazo inmenso a todas las mujeres que son conscientes de sí mismas y que defienden con toda su alma su identidad y su libertad.
Y voy a hacerlo, como siempre, con una canción, con esta canción escrita por la escritora venezolana GLORIA MARTÍN y cantada hoy por AMPARO OCHOA.
«Mujer, si te han crecido las ideas,
de ti van a decir cosas muy feas:
que no eres buena, que si tal cosa;
que cuando callas te ves mucho más hermosa.
Mujer, espiga abierta entre pañales,
cadena de eslabones ancestrales,
ovario fuerte, dí lo que vales,
la vida empieza donde todos son iguales.
Ángela James o antes Manuela,
mañana es tarde y el tiempo apremia.
Mujer, si te han crecido las ideas,
de ti van a decir cositas muy feas,
cuando no quieras ser incubadora,
dirán: no sirven estas mujeres de ahora.
Mujer, semilla, fruto, flor, camino,
pensar es altamente femenino.
Hay en tu pecho dos manantiales,
fusiles blancos, y no anuncios comerciales.
Ángela James o antes Manuela,
mañana es tarde y el tiempo apremia».
Agradecido por el hermoso cuelgue, Fernando.
ResponderEliminarAquí dejo estos versos de Rodolfo Serrano:
Por ellas
Por todas la mujeres, por aquellas
que rompieron la luz, por las que un día
deshicieron la boca y la mentira, por aquellas
de las cafeterías y el café con olvido.
Cuando andaban
por todos los caminos
la mujeres ardiendo, las que llevan
entre los pechos mapas y misterios.
Por aquellas que nunca nos amaron
y sus cigarros rubios y con filtro.
Por la mujeres bellas que nunca se quedaron
al lado de la cama o el deseo. Las que huyeron
de todas la virtudes y amasaron
la fortuna y los besos, las victorias
de cada amanecida de resacas y miedos.
Por ellas, las mujeres que tuvieron
un instante el futuro, cuando los muslos eran
la seda más preciosa que trajo Marco Polo
y el calor de las noches de los trópicos
vivía debajo de su cuello, en sus axilas,
en la cadencia animal de sus caderas.
Por ellas y por todas, las que beben
el vino áspero y tierno de noviembre,
las que tienen el pan como moneda
en el brazo del tiempo, entre sus dedos
hechos para el placer y la lujuria.
Por las que no me amaron, por aquellas
que me dieron la vida en pedacitos,
en besos de algodón y levadura.
Por todas, cada una, que entregaron
la palidez de agosto, todo el frío
de la casa sin nadie, las malditas
mujeres que llamamos en la noche,
cuando el odio es el beso más cobarde.
Por todas las mujeres de la tierra,
por todas las princesas de los sueños,
por las madrastras buenas y las brujas
más bellas de los cuentos infantiles.
Por aquellas mujeres que nunca nos miraron
en los bares más negros, por aquellas
que en el metro al cruzarnos sonrieron,
Por aquellas que vimos abrazadas
al más cruel enemigo. Y su mordisco
nos persigue todavía para siempre.
Por las que nunca nombré ni nos nombraron.
Por la misma palabra en las canciones,
en novelas de amor, en cada verso.
Por todas, y por ellas, esta noche
arrio mis banderas y me rindo,
me someto. A todas hoy convoco.
No hay dolor que ya pueda alcanzarnos.
Fuente:www.rodolfoserrano.blogspot.com