MIS MEMORIAS BIBLIOGRÁFICAS (4): “APRENDO A CONVIVIR” (1981).

Durante los años que permanecí como profesor en la Escuela de Magisterio (ESCUNI) se fueron consolidando en mi pensamiento dos líneas o coordenadas de reflexión y trabajo totalmente  relacionadas entre si: Por una parte la derivada de mi pasión por la música –y más concretamente por la “canción de autor”–; y, por otra parte, mi pasión por la pedagogía y, en particular, por la “Educación en los grandes valores humanos y democráticos, como fundamentos esenciales e insustituibles para la vida y para la convivencia».

En ese contento, en 1980, en pleno proceso de transición, tras la larga dictadura que habíamos sufrido en el país, llegué al convencimiento de que resultaba necesario plantear una Educación en Valores Democráticos en el ámbito escolar que se desarrollara con total independencia de la enseñanza religiosa que habitualmente se venía impartiendo en las escuelas. Educación en Valores que ya por entonces empezaba a concretarse como un «Área de Aprendizaje Afectivo-Social».

Para responder de forma práctica a aquella convicción, me  uní a tres profesores amigos de la Escuela –Merche Lavía, Marcelo Arroyo y Gabriel Molinero– y pusimos en marcha un proceso de investigación didáctica sobre cómo programar, plantear y desarrollar  ese posible Área Afectiva Social para niños y niñas de de 1º y 2º de EGB (Ciclo inicial, 6 y 7 años). Investigación que didácticamente concretamos en un proyecto didáctico que publicamos en 1981 con el nombre de “APRENDO A CONVIVIR”.

Le tengo un especial cariño a este proyecto, publicado en SM, porque fue el primero y el origen de otros dos grandes proyectos didácticos elaborados posteriormente: “Aprender a vivir” (1993-1997), “Cuadernos de a bordo" (2002-2004), y, muy en especial, origen también del “Programa de Cooperación Iberoamericano sobre Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia” que puse en marcha en 1997 y gracias al que, durante dos años, viajé y tuve profundas e inolvidables encuentros por toda Iberoamérica. Hermosísimo programa al que haré referencia más adelante y que quedó plasmado en ese siguiente libro.