Hay un relato de Eduardo Galeano que desde que lo descubrí me viene con frecuencia a la memoria y que hoy quiero que sea el pórtico de este "cuelgue" que voy a dedicar a ANA GEMA GÓMEZ. Aquel relato –tomado del libro "Amares" (Alianza, 1998)– decía así:
«A la "casa de las palabras" acudían los poetas. Las palabras guardas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían, locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran. Los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces ser relamían o fruncían la nariz. Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían, y también buscaban palabras que conocían y habían perdido. [...]».
Ana Gema Gómez con uno de sus cuadros. |
Yo creo –diría más: ¡estoy convencido!– de que Ana Gema –que tiene alma, sentimientos y pinceladas de poeta–, un buen día descubrió la "casa de las palabras"..., entró en ella..., y buscando y buscando... encontró una palabra mágica con la que se "relamió" con inmenso palacer; tan inmenso que llegó a convertirla en el nombre de la exposición de pintura que acaba de inaugurar en un rinconcillo maravilloso y acogedor situado en la Plaza de Gabriel Miró nº 1 (Las Vistillas, de Madrid), llamado "María Pándora". Esa palabra es:
La propia Ana, en el texto en el que presenta su exposición no habla de su descubrimiento y del significado de esa palabra:
«Descubrí mientras pintaba este vocablo "pentimento", de cadencia italiana y de misteriosas resonancias.
Son los trazos de pintura que pueden ser encontrados en un lienzo con el paso del tiempo, desde la primera pincelada hasta la última. En el transcurso de la creación de la obra, algunos trazos originales aparecen, otros no, como si se tratase de un "arrepentimiento del que pinta", alteraciones en su composición original o un cambio de idea que en definitiva, forman parte del cuadro.
Técnicamente el "pentimento" lo utilizaban los grandes maestros italianos de la pintura. Con el paso del tiempo se decoloro la composición inicial terminada por el pintor, dejando ver las antiguas que están ocultas bajo las nuevas capas de pintura.
Estos cambios efectuados por el pintor durante la ejecución del cuadro, pueden aparecer pasado el tiempo.
Y así como la pintura rechazada por el autor a la que el tiempo se encargará de situar en su justo lugar, los lienzos se hacen y deshacen hasta que se convierten en cuadro.
Ana Gema Gómez "pintando como quien respira". |
“Pentimento" entraña tiempo y persona. El "tiempo", porque sólo con su paso se podrá apreciar la esencia original, los motivos y actos que motivaron todo esa transformación. Las "personas", porque a través de ellas se descubre la vida, quiénes somos y, sobre todo, quiénes forman las capas que nos pintaron.
Los que se van y los que llegan, se verán enterrados por otras vivencias y recuerdos. Los trazos fundamentales que se esconden tras la propia pintura vital de esas experiencias. Todos forman el lienzo.
Como un paraselene que descubre ese antiguo esbozo en un pentimento de la vida, todo finaliza como se inició, todo forma parte del cuadro: una silueta de mapas, de trazos y esbozos sobre un lienzo en blanco.
Una imagen que soñaba y otra que dejé de soñar.
Capas de vivencias y colores que con el tiempo se mostrarán o no,
pero todas forman el pentimento de uno mismo.
Cercanos y a la vez, extraños o ajenos».
¡Bellas creaciones las de Ana Gema!... Yo, de alguna manera, he sido testigo de como han ido evolucionando algunos de sus cuadros en estos últimos meses y he de confesar que su trabajo es siempre sorprendente, mágico, apasionado, ilusionante y, sobre todo, radicalmente inconformista...: su vida es una permanente búsqueda de armonía, de color, de horizontes, de belleza... Y eso se nota, ¡claro que se nota!...; se nota y se refleja, en este caso y en este momento, en el origen y en el porqué de sus "pentimentos".
Puede que alguien se pregunte, ¿y por qué la presencia de una pintora en un blog especializado en música?... La respuesta es clara: Entre las hermosas capas –me gusta más llamarlas "pasiones"– que configuran la personalidad de Ana está, ocupando un lugar central, la MÚSICA... Ana ama la música, hace música, se inspira en la música, y en su manos la música se transforma en pinceladas de color y en texturas armónicas... Por eso la pintura y la música, el color y la armonía, las pinceles y el laúd –que lo toca maravillosamente–, en Ana son inseparables.
Así pues, si viven o pasan por Madrid, no lo duden... ¡a la Vistillas"!... Allí podrán visitar, hasta el próximo 17 de junio, esta magnífica exposición:
Hermosa mi amiga! y que esté cumpliendo un sueño! ojalá que sepan apreciar su arte. :)
ResponderEliminarNiñaaaaa, esto se cuenta a la gente de tu pueblo ¡¡ya te vale!! que me tenga que enterar por casualidad...
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