Cuando, hace ya casi treinta años, me decidí a escribir la biografía del cantor granadino CARLOS CANO –fue en 1983–, recuerdo que nos pasamos varios días visionando un montón de fotografías y seleccionando cuáles podrían ser las que incorporáramos al libro. Entre aquellas fotografías elegimos ésta en la que Carlos está actuando en el Instituto de Olivera, en Cádiz. Recuerdo que la seleccionamos, sin dudarlo, porque Carlos admiraba mucho la obra de Pablo Picasso y le entusiasmaba verse ahí, teniendo a sus espaldas, como decorado, una reproducción del Guernica.
Esa admiración de Carlos Cano hacia Picasso provenía de principios de los años setenta a partir de los descubrimientos que había realizado no solo de Picasso como pintor, sino también, y, sobre todo, del Picasso escritor y poeta. Descubrimintos realizados, de la mano de Juan de Loxa, en el tiempo en que Carlos participó activamente en los colectivos culturales «Poesía 70» y «Manifiesto Canción del Sur», surgidos en Granada.
Para Carlos, como para otras muchas personas –entre las que me incluyo– el descubrimiento de Pablo Picasso como escritor fue un acontecimiento apasionante y sorprendente a la vez. Recuerdo el impacto que tanto a Carlos, como a mi, nos provocaron estas palabras del gran pintor-poeta malagueño:
«Creo que mi obra como escritor es tan extensa como la de pintor. Materialmente dediqué el mismo tiempo a ambas actividades. Quizá algún día, cuando yo desaparezca, apareceré descrito en los diccionarios de esta manera: Pablo Ruiz Picasso: poeta y autor dramático español. Se conservan de él algunas pinturas».
Es cierto que sus palabras no llegaron a cumplirse y que, hoy por hoy, su obra literaria es bastante desconocida, por supuesto, muchísimo mas que su extraordinaria obra pictórica; sin embargo Pablo Picasso escribió obras verdaderamente geniales como la titulada «Trozo de piel», escrita en 1959 y publicada en 1961; obra en la que nos ofrece todo un conjunto de interesantísimos poemas clara y evidentemente influidos por el surrealismo. Uno de ellos fue el conocido como «Poema de Picasso para acompañar a Buñuel».
Para Carlos, como para otras muchas personas –entre las que me incluyo– el descubrimiento de Pablo Picasso como escritor fue un acontecimiento apasionante y sorprendente a la vez. Recuerdo el impacto que tanto a Carlos, como a mi, nos provocaron estas palabras del gran pintor-poeta malagueño:
«Creo que mi obra como escritor es tan extensa como la de pintor. Materialmente dediqué el mismo tiempo a ambas actividades. Quizá algún día, cuando yo desaparezca, apareceré descrito en los diccionarios de esta manera: Pablo Ruiz Picasso: poeta y autor dramático español. Se conservan de él algunas pinturas».
Es cierto que sus palabras no llegaron a cumplirse y que, hoy por hoy, su obra literaria es bastante desconocida, por supuesto, muchísimo mas que su extraordinaria obra pictórica; sin embargo Pablo Picasso escribió obras verdaderamente geniales como la titulada «Trozo de piel», escrita en 1959 y publicada en 1961; obra en la que nos ofrece todo un conjunto de interesantísimos poemas clara y evidentemente influidos por el surrealismo. Uno de ellos fue el conocido como «Poema de Picasso para acompañar a Buñuel».
«Luego vino el cartero y el recaudador
de palmas y oles y el ciego de
la parroquia y el mirlo las
niñas de Ramón y las de Doña
Paquita la hija mayor la solterona
y el clérigo extrañados fríos
pintados de azafrán y verdes cargados
de fideos y de uvas negras de
algodón y acíbar gordos y muy
derechos hechos rábanos y
sartén llena de huevos con patatas
con chicharrones cubiertos de pulgas
y cencerros la sumisión al hombro
pobres y ricos llevados por la tormenta
sobre el trigo ardiendo mojando
su camisa de granizo ropa sucia».
Libro "Trozos de piel» de Pablo Picasso dedicado a Eugenio Arias. |
He relatado todo lo anterior para situar la admiración que Carlos Cano sentía hacia Pablo Picasso y para evocar una de sus canciones –totalmente inédita– dedicada al pintor-poeta.
En 1971, Juan de Loxa organizó en Granada un acto conmemorativo del noventa aniversario del nacimiento de Picasso y, con ese motivo, Carlos Cano, impactado por el poema anterior, e inmerso en el tono surrealista que en aquel momento también le caracterizaba, compuso una canción –homenaje a Picasso– a la que tituló «Fresas cortezas de fresas».
«Árbol rojo, flor de hulla.
Y en el rojo la palabra
una por una.
Noche blanca, gata pluma,
el sexo de un toro herido
bajo la luna.
Bajo la luna,
bajo la luna botón de cura.
Caracol, verruga gorda,
naranja agria y reseca
que se desmanda.
Una palmera carnosa,
y debajo dos enanos
de Barcelona.
De Barcelona,
de Barcelona, santa paloma».
Aquella canción Carlos la cantó en Radio Popular, el día 24 de octubre de 1971 –víspera del noventa aniversario de Picasso– dentro del programa "Poesía 70" que dirigía y presentaba Juan de Loxa. De la canción «Fresas cortezas de fresas», de Carlos Cano, solamente se conserva la grabación de aquel programa radiofónico que resultó especialmente hermoso y entrañable; grabación de la que tuve el placer de escuchar y disfrutar en el tiempo en que escribí mi libro monográfico dedicado a "MANIFIESTO CANCIÓN DEL SUR".
... Como podréis comprender anécdotas, relatos y creaciones como ésta que hoy he presentado tendríamos el deber de investigarlas y recuperarlas...; en realidad no se trata más que realizar la URGENTE E IMPRESCINDIBLE RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA CONTRA EL OLVIDO.
Gracias Lucini por traer estas anécdotas, relatos y creaciones...tienes razón, habría que recuperarlas!
ResponderEliminarUn abrazo
gracias, maestro.
ResponderEliminarimprescindibles recuerdos (tuyos, que haces colectivos) para seguir en el camino.
mil gracias por compartirlos.
Hola Fernando. Realmente interesante. Desconocía esa canción de Carlos. Me encantaría escucharla. Ahora que estoy en pleno festival Abril para Vivir habría sido magnífico tenerla y comenzar poniéndola. A ves si efectivamente recuperamos todo ese material. Ya sabes que yo te sigo en tu proyecto del centro de documentación. ¡Eso hay que hacerlo!. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCarlos Cano, qué temprana pérdida para todos a los que nos gustaba disfrutarle. Se me escapa una lágrima siempre que escucho algunas de sus canciones.Gracias
ResponderEliminarFiel a mi cita con el granadino más gaditano, o viceversa, y con su recuerdo, hoy que el maestro Fernando vuelve a rememorarlo en el blog, aquí vuelvo a traerles a todos ustedes una nueva copla de Carnaval dedicada a su persona.
ResponderEliminarSe trata de un pasodoble de la comparsa "Profetas de la copla", que los hermanos Alcántara nos presentaron en 1996, quizá el año en el que más presente estuvo Carlos Cano en las letras de nuestra fiesta, a raiz del pulso que el añorado cantautor sostuvo con la muerte, unos meses antes, en la ciudad de los rascacielos. Con todo el cariño del mundo, pues, desde nuestro Cádiz del alma, ahí van estos versos:
Desde un lucero que pasó por Nueva York
viajaba al cielo un alma en pena;
por las estrellas
se comentaba su vida como cantautor,
hasta llegar a las puertas
de luz radiante, Casa de Dios.
"¿A dónde vas?", le preguntaba un angelillo,
"no me dirás que te has rendío".
"Vengo a pedirle a Dios permiso,
que mi corazón sumiso
se me para allí en la Tierra".
"Tranquilo", le respondía la voz divina,
"vete corriendo para tu cuerpo,
que solo te traje arriba
para escucharte y para ver también cómo eres por dentro".
Montado en su lucero
volvió a la Tierra
y al despertarse miraba al cielo
y entre risas y dolores
volvió a nacer, loquito de contento.
Sigue cantando, poeta,
poeta del amor,
que aquí te espera intranquila
María la Portuguesa.
Sigue con tu risa
y tu cándida voz,
con ese gran corazón,
lleno de fuerza.
Demuestra a los renegaos nacidos aquí,
aunque no seas de esta tierra,
quién es más gaditano;
cántales tus Habaneras,
que sólo por Cai podrás morir,
Don Carlos Cano.