Continúo informando sobre la marcha y la evolución del proyecto "UNIVERSO MUSICAL EN LA OBRA POÉTICA DE FEDERICO GARCÍA LORCA”. Hoy me gustaría compartir algunas anotaciones sobre su origen y su “nacimiento”.
Desde hace más de cincuenta años vengo creyendo y afirmando que una de las características más importantes de nuestra “canción de autor” y de nuestro “canto popular” ha sido, y sigue siendo, su encuentro y su hermanamiento creador con la Literatura y, más en particular, con los versos de nuestros grandes poetas. Encuentro expresado en la musicalización de la palabra poética que, nacida para ser leída, se transforma y se hecha a volar en forma de canción –“y la palabra se hizo música”–. Un encuentro que Jesús López Pacheco fotografiaba con estas palabras: «A fuerza de música y de voces, jóvenes y hermosas, los cantautores sacan a los poetas a la calle, y los sacan más vivos, como resucitados por la guitarra».
Esta estrecha relación entre la canción y la literatura, fue siempre uno de los temas centrales de mis largas y múltiples conversaciones con JUAN DE LOXA (1944-2017), poeta y activista cultural granadino fundador del colectivo Manifiesto Canción del Sur y del Museo Casa Natal de Federico García Lorca en Fuente Vaqueros.
Recuerdo que después de escribir mi libro “De la memoria contra el olvido. Manifiesto Canción del Sur” –experiencia que me unió entrañablemente a Juan– cuando nos encontrábamos en Madrid o en Granada me lo repetía continuamente: «Fernando tienes que ponerte a trabajar sobre la poesía cantada de FEDERICO GARCÍA LORCA; tú puedes hacerlo». Pero en realidad siempre se quedaba en deseos y buenas intenciones; ambos sabíamos que era un proyecto muy amplio y muy complejo, y que implicaba mucho tiempo de investigación y de dedicación. Sabíamos que Federico ha sido uno de los poetas más musicalizados y cantados de la Literatura Universal. Hoy me atrevo a afirmar, sin duda, que el que más.
Un día Juan de Loxa me llamó, y nos vimos en Madrid, para enseñarme, comentarme y regalarme la segunda edición del libro “FEDERICO GARCÍA LORCA Y LA MÚSICA. Catálogo y discografía anotada” (1998), magnífica obra del investigador y profesor universitario norteamericano Roger D. Tinnell; libro editado por la Fundación Juan March con la colaboración de la Fundación Federico García Lorca. Sin duda un libro de referencia sobre la obra musicalizada y cantada de Federico que hoy se sigue citando y recomendando en las diversas antologías lorquianas.
Con este libro Juan intentaba provocarme para que de una vez iniciara nuestro proyecto. «¡Merece la pena que lo intentes!» –me dijo–... En aquel momento yo acaba de publicar la primera edición del libro “¡Dejadme la esperanza!” sobre la poesía cantada de Miguel Hernández.
El libro de Roger D. Tinnell era en efecto básico, importante y de referencia, pero tras analizarlo juntos constatamos que dada la fecha en que se había publicado por última vez –1998–, era una obra significativamente incompleta. (Pensemos, por ejemplo, que de 1998 a la actualidad se han publicado más de 950 discos que contienen poemas musicalizados o cantados de Federico.)
Por otra parte, el libro presenta enormes carencias en lo referente a la “canción de autor”, ámbito importantísimo en el que el profesor Roger no entra en profundidad.
La verdad es que aquel libro me tentó, pero nunca me decidí a ponerme a trabajar en el tema por falta de tiempo y de medios, y, a decir verdad, porque dudaba de que, por su complejidad, fuera capaz de realizarlo.
Cuando Juan murió –¡qué gran desgarro!, justo el día anterior habíamos estado juntos– recordándole mucho, y dado que por circunstancias personales de salud –ahora alargadas por la pandemia– tenía más tiempo libre y de permanencia en casa, me decidí a poner en marcha el proyecto sobre la poesía cantada de Lorca.
Así que me puse a trabajar… Ha sido más de año y medio de dedicación exclusiva a la investigación –a más de seis horas diarias–. Intenso trabajo. convertido en una apasionante obsesión, que, como iré contando, felizmente ya es una realidad… En este momento me encuentro en la “recta final” del proyecto; recta que nunca será un final definitivo porque la poesía cantada de Federico García Lorca habrá que seguir actualizándola permanentemente.
En este momento con más de 5000 canciones clasificadas en mi ordenador pienso en mi amigo Juan de Loxa y lo primero que se me ocurre decirle es: “Sí, querido Juan, ha merecido mucho la pena”.
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