Hace un par de días, mi amiga Maria Gracia Correa me he hecho un precioso regalo: Estuvo en Granada en el concierto homenaje a CARLOS CANO celebrado el pasado sábado, 12 de marzo –concierto al que lamentablemente no pude asistir por cuestiones económicas – y me compró un CD –muy especial– que me llegó ayer por correo.
Se trata de una reedición especial –numerada– de 500 ejemplares, del disco "Carlos Cano, última gira. Granada, Nueva York, La Habana". (A mí, "gracias" a Maria Gracia, me ha correspondido –como podréis observar– el CD 109/500.)
«Última gira». es un disco que recoge, por una parte, diecisiete canciones registradas durante la última gira de Carlos Cano (1999 y 2000) en Madrid, La Habana, Calasparra, Jumilla, Alicante, Almansa y Nueva York, acompañado de Benjanmín Torrijo al piano; un tema completamente inédito titulado ˝Yo te amo ciudad" –que cierra el disco–; y algunas sorpresas que, en pistas complementarias, nos acercan a la personalidad y a la presencia de Carlos como ser humano y como creador.
Al abrir el sobre que me envió Maria Gracia y al sacar el disco, sentí una pequeña emoción muy especial. Nada más abrirlo me encontré que en el encabezamiento de la separata en la que se reproducen los textos de las canciones aparecía un texto dedicado a Carlos Cano que escribí en 2012 –no sabía que iban a volver a publicarlo–.
Lo he vuelto a leer –hace cuatro años que no lo hacía– y he percibido interuormente que me siento totalmente identificado con este texto: palabra por palabra, latido por latido... ¡No cambiaría ni una coma!... Es sencillamente el reflejo imborrable que me queda de la grandeza del amigo y del "cantautor" granadino.
Lo he vuelto a leer –hace cuatro años que no lo hacía– y he percibido interuormente que me siento totalmente identificado con este texto: palabra por palabra, latido por latido... ¡No cambiaría ni una coma!... Es sencillamente el reflejo imborrable que me queda de la grandeza del amigo y del "cantautor" granadino.
El texto que escribí sobre Carlos es el siguiente:
«¡Hala! ¡Abrid que la VIDA llama!” –nos canta Carlos Cano–...
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..Y Carlos le “abrió todas las puertas” a la vida y supo responder a su llamada: ”mañana, ahora y siempre”...
...Y le dio vida y libertad a un pueblo sureño que se abría camino “a duras penas” y a “la luz de sus cantares”...
... Y le dio vida y luz –con “su guitarra loca” y “el ojú de su voz”– a una “política esaboría” que en tiempos de “metamorfosis” –”de títeres, caretas, horteras y parientes”– no supo, ni quiso, arrimarse al“querer”...
... Y le dio vida y voz ardiente a Federico bordando con su canto “casidas” y “gacelas”...
...Y le dio vida y dignidad a la copla “por la verde alameda”y bajo hechizo y los sueños de una “luna de abril” ...
...Y le dio vida y esperanza al “Salustiano”, a los “currelantes”, a las “jornaleros”, a la “morralla”, a las “Madres Locas”, a los “hijos de la calle” y a los “inmigrantes”...
...Y le dio vida y vuelo al “color de la vida” cantando como quien respira....
... Y nos dio –y nos sigue dando– vida, cariño y amistad a quienes compartimos con él parte de su vida... Amigas, amigos y cómplices que le queremos y que hoy nos fundimos con él, y con su canto, en un abrazo desbordado de admiración, de sensibilidad y de ternura...».
Fernando González Lucini, 2012
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