Llevo varios días dándole vueltas a este "cuelgue" que va a ser realmente el primero que voy a escribir, en este nuevo año, aquí DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA... Y es que necesitaba y quería empezar este "año nuevo" con un disco –de los publicados el año pasado– que apunte clara y esperanzadamente al futuro de nuestra "canción de autor". Un disco que podría haber sido, por ejemplo, "De un tiempo a esta parte", grabado por Jarvier Bergia y Begoña Olavide, pero que no va a serlo –¡siéndolo!– porque quiero que este primer disco del año sea de un joven creador que esté ofreciéndonos, realmente, una obra coherente y de gran calidad dentro de este género de la "canción de autor", hacia el que, como sabéis, tengo una especial querencia y que fue el que motivó que hace cuatro años me decidiera a crear este blog.
Pues bien, después de todas esas vueltas –que han "dejao mareá" a mi discoteca– me he decidido por un disco, del que todavía no he escrito nada en el blog, aunque nos visitó ya en el "buen día" que cotidianamente doy en mi muro de facebook. Se trata del siguiente:
Es el "primer disco" del joven cantautor PEDRO PASTOR titulado "La vida plena"; disco muy esperado después de la "maqueta" –con seis canciones– que nos ofreció en 2011, a la que tituló "Aunque esté mal contarlo".
Con motivo de la presentación de aquella maqueta en la Sala Libertad 8, de Madrid, escribí en este mismo blog lo siguiente: «En la "coctelera de sensibilidades" de Pedro Pastor hay ternura, mucha frescura y limpieza interior, una sonrisa de escándalo, mucho libertad, profesionalidad, juventud, capacidad de divertir, fidelidad a su gente –sobre todo a sus colegas– y una mezcla de romanticismo y de realismo social que no te pueden dejar indiferente. [...] Tengo el convencimiento de que el martes pasado, en Libertad 8, asistí, y asistimos, al nacimiento de un "cantor de oficio" que si se mantiene fiel a la línea que ha emprendido "va a tener mucho que cantar y que contar" con su fuerza creativa y con su guitarra».
Me siento feliz al releer esas palabras y al constatar –como seguidamente trataré de explicar– que efectivamente no me equivocaba y que Pedro Pastor es un "cantor de oficio" de mucha sensibilidad y de una evidente calidad musical y poética.
Empieza "La vida plena" de Pedro Pastor con un rap –"Renacimiento"–, ya cantado en la maqueta del 2011 –ahora con una hermosa y más compleja musicalización– en el que se nos vuelve a presentar diciendo:
Me siento feliz al releer esas palabras y al constatar –como seguidamente trataré de explicar– que efectivamente no me equivocaba y que Pedro Pastor es un "cantor de oficio" de mucha sensibilidad y de una evidente calidad musical y poética.
Empieza "La vida plena" de Pedro Pastor con un rap –"Renacimiento"–, ya cantado en la maqueta del 2011 –ahora con una hermosa y más compleja musicalización– en el que se nos vuelve a presentar diciendo:
«Renazco
abro libreta y paso página,
los últimos diez años los perdimos entre tanta máquina.
Arranco de golpe un año de esos diez,
se queda una hoja en blanco, voy con ganas de sentirme bien...».
¿Y qué nos "escribe-canta" ahora Pedro en esa hoja en blanco? Permitidme que os lo resuma aunque se alargue un poco este cuelgue, ¡merece la pena!. En sus planteamiento –sumados a su buen cantar y a su música– es en donde este disco garantiza y fundamenta mi esperanza en nuestra joven "canción de autor".
En esa hoja en blanco Pedro funde –con evidencia– la clara y directa denuncia de una realidad social y política que no le gusta –y de la que se avergüenza. y somos muchos los que nos avergonzamos–, con cuatro ejes de su identidad llenos de significación y de sentido: el amor tierno, corporal y tangible –que se palpa, que es sensorial–; la libertad –nada abstracta y hermosamente radical–; la fe –código de creencias éticamente admirables–; y la esperanza entendida como una especie de "reventón" necesario y urgente, que va a salpicar y doler a muchos, y que nos va a permitir a otros –a la inmensa mayoría– poder vivir "la vida plena", o sea, ese "bien vivir" al que universalmente tenemos derecho.
¡Perdóname Pedro por acotar así y tan atrevidamente tus canciones!... Necesito subrayar con tu palabra mis anteriores afirmaciones
En esa hoja en blanco Pedro funde –con evidencia– la clara y directa denuncia de una realidad social y política que no le gusta –y de la que se avergüenza. y somos muchos los que nos avergonzamos–, con cuatro ejes de su identidad llenos de significación y de sentido: el amor tierno, corporal y tangible –que se palpa, que es sensorial–; la libertad –nada abstracta y hermosamente radical–; la fe –código de creencias éticamente admirables–; y la esperanza entendida como una especie de "reventón" necesario y urgente, que va a salpicar y doler a muchos, y que nos va a permitir a otros –a la inmensa mayoría– poder vivir "la vida plena", o sea, ese "bien vivir" al que universalmente tenemos derecho.
¡Perdóname Pedro por acotar así y tan atrevidamente tus canciones!... Necesito subrayar con tu palabra mis anteriores afirmaciones
LA DENUNCIA
«Me da vergüenza tu barbarie y fanatismo,
lo peor es que luego lideras las listas del terrorismo.
Le vendes armas a todo el que siembra el odio
y le atacas, y dices que salvas poblaciones, si hay petróleo...
y el dinero es el único tipo capaz de cambiar el mundo.»
("Creer y soñar")
EL AMOR
«Amarte con creces, quererte a veces,
pintarte la cara color verde selva,
llevarte a la guerra de mi intimidad.
Besarte a destajo, llevarte al trabajo,
echarte de menos toa’ la madrugá’.
[...] Que llevo en las manos sal y arena
pa’ hacerte una playita en medio de la acera.»
«Que quiero recorrer de punta a punta mi cama contigo,
que quiero conocer de esquina a esquina mi alma contigo,
que enredarse no suena a red contigo,
que quiero subirme a los árboles contigo.
Que quiero recorrer, quiero correrme contigo.»
(“Verde selva” y “Ayer también fue hoy”)
LA LIBERTAD
«Hoy me apetece todo...
... todo lo que ande, todo lo que ladre,
todo lo que quiera, todo lo que baile, todo lo que mueva,
todo lo que enseñe, todo lo que sueñe,
hombre y mujer...
La noche está libre pa’ ti.
La libertad está hecha pa’ ti.»
(“Viva la libertad”)
LA FE
«Creo en Libia y creo en Palestina,
creo en el amor al cambio y no en el curro en tu oficina.
Creo que nazco y que muero en cada verso
que el peso de un beso puede con el universo.
Creo en que la unión hace la fuerza
y que la unión es una buena excusa pa’acabar con esta guerra.
Creo en sonrisas...».
(“Creer - Soñar”)
LA ESPERANZA
«Parece que esto no va a reventar,
pero revienta
y va a salpicar y les va a doler
y nos va a dejar vivir la vida
cómo se viven las vidas
que se viven bien»
«Tú no te rindas y que la lucha siga.
No nos rendimos, no hay quien nos rinda.»
(“La vida plena” y "Prometí volver")
«Tú no te rindas y que la lucha siga.
No nos rendimos, no hay quien nos rinda.»
(“La vida plena” y "Prometí volver")
Poco más voy a comentar de este precioso y recomendable disco de Pedro Pastor y ese poco restante es enorme en calidad; me refiero, en primer lugar, a la colaboración poÉtica de Suso Sudón, y, por supuesto, a la música y a los músicos con los que vamos encontrarnos en "La vida plena": Markos Bayón –arreglos, producción y mucho más–, César Bayón, Javi Geras, Manu Clavijo, Alejandro Martínez, Quique Gonzalez, Gabriel Casanova, Dani Blank, Fran Mariscal, Mónica Berrozpe; y las colaboraciones de Rozalén, Paco Cifuentes, Paskual Kantero "Muerdo", Luis Pastor, Lourdes Guerra, Andrés Sudón y el amigo Joaquín Kamikace con sus fotografías.
Y ahora sí, para concluir, simplemente invitaros a tener y a escuchar este disco respondiendo a lo que Pedro nos propone: «Y si me quieres conocer un poco más, dejo la puerta abierta».
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