Mañana 19 de diciembre hará catorce años que murió CARLOS CANO, cantautor sureño difícilmente olvidable. Él ha sido, sin duda, y lo sigue siendo, uno de los más grandes creadores de nuestra música y de nuestra canción popular en el siglo XX. Cantor de oficio, de los que verdaderamente "llevaba guitarras en el alma", hacia el que siempre sentiré una muy especial querencia.
Hoy, en vísperas de este aniversario, AQUÍ DONDE CANTAMOS COMO QUIEN RESPIRA quiero reivindicar su memoria y su presencia, evocando –como pretendido gesto de cariño y de admiración– el PRIMERO y el ÚLTIMO de sus discos. Dos discos que marcan claramente el curso, o el transcurrir, de su historia creativa y de su radical coherencia.
De él dijo CARLOS en 1976:
«Le puse el título de “A duras penas” porque así es como ibamos levantando cabeza en Andalucía; así iba yo también encontrando personalmente mi camino... Es un disco duro –blanco y negro–, muy áspero. En él estaba metida toda mi desesperación, con una sola intención, que no era otra que buscarle el sentido a la vida, a la libertad».
EL ÚLTIMO:
De este disco, editado en 2012, he escrito
y vuelvo a repetirlo:
y vuelvo a repetirlo:
«¡Hala! ¡Abrid que la VIDA llama!” –nos canta Carlos Cano–...
.
.. Y Carlos le “abrió todas las puertas” a la vida y supo responder a su llamada: ”mañana, ahora y siempre”...
... Y le dio vida y libertad a un pueblo sureño que se abría camino “a duras penas” y a “la luz de sus cantares”...
... Y le dio vida y luz –con “su guitarra loca” y “el ojú de su voz”– a una “política esaboría” que en tiempos de “metamorfosis” –”de títeres, caretas, horteras y parientes”– no supo, ni quiso, arrimarse al“querer”...
... Y le dio vida y voz ardiente a Federico bordando con su canto “casidas” y “gacelas”...
... Y le dio vida y dignidad a la copla “por la verde alameda”y bajo el hechizo y los sueños de una “luna de abril” ...
... Y le dio vida y esperanza al “Salustiano”, a los “currelantes”, a las “jornaleros”, a la “morralla”, a las “Madres Locas”, a los “hijos de la calle” y a los “inmigrantes”...
... Y le dio vida y vuelo al “color de la vida” cantando como quien respira....
... Y nos dio –y nos sigue dando– vida, cariño y amistad a quienes compartimos con él parte de su vida... Amigas, amigos y cómplices que le queremos y que hoy nos fundimos con él, y con su canto, en un abrazo desbordado de admiración, de sensibilidad y de ternura...».
Estos días ando escuchando el "Pasión por Cano" de Pasión Vega... ¡y ahora saber de este aniversario me eriza la piel del sentimiento un poco más!
ResponderEliminarPreciosas y sentidas palabras. Todo es poco en su memoria. Sólo pude verlo en directo una vez y a pesar de no haberle conocido, Carlos Cano me robo el corazón desde la 1a vez q lo escuché y allí sigue vivo y siempre muy presente. No hay un 19 d diciembre q no me acuerde.
ResponderEliminarA lo largo de estos últimos años, cada vez que se ha nombrado por aquí a nuestro añorado Carlos Cano, he transcrito una copla de carnaval dedicada a su figura por mis paisanos, tal y como prometí en su día, como una forma más de recordarle, y para dejar constancia del inmenso cariño que se le guardará por siempre en Cádiz. Hoy, con el permiso del amigo Fernando, comparto con todos vosotros la última de esas coplas de la que tengo constancia, y que fue el tango que el coro "La Gaditana", con letra y música de Antonio Rivas y Julio Pardo, interpretó en el Gran Teatro Falla en el año 2001, pocos meses después del fallecimiento de Carlos, y cuando ya el concurso de agrupaciones (en el que no faltaron, claro está, las alusiones a su persona) tocaba a su fin. Aquella letra que le dedicaron quienes compartieron estudio de grabación y escenario más de una vez con el cantautor granadino rezaba así:
ResponderEliminarAl compás de tango, de tango, de tango,
quiero dar las gracias al mundo de los copleros;
al compás de tango, de tango, de tango,
a todo el que le ha cantado al que fue mi amigo y mi compañero.
Todo lo que habéis contado
de que Cádiz fue su amor
no lo habéis exagerado;
puedo dar fe, lo he vivido yo.
Aun me sigo preguntando, ay, Dios mío, dímelo:
¿pa qué quieres a Carlos Cano,
si allí arriba gaditanos
tú ya tienes un montón?
Tal vez fuera Falla
el que lo llamó
pa contarse, sus dos almas enamoradas,
entre Cádiz y Granada,
quién quería más a las dos.
A las dos, a las dos,
que si Cádiz sintió que a Falla se lo robaban,
esa deuda con Granada
se acaba, se acaba, se acaba,
que unas habaneras
que hizo Carlos pa mi tierra
con la deuda terminó.
Qué sé yo, qué sé yo,
sin la ayuda de vuestras letras qué habría dicho yo,
porque no habría cabío
solo en un tango mío
lo que está aquí guardao.
¡Gracias, compañeros!
Esta yo os la debo,
ya la iré pagando.
A él se le partió el corazón,
pero en los corazones del Carnaval seguirá cantando.
Quien tenga interés puede escuchar este tango en el siguiente vídeo, a partir del minuto 9.35:
https://www.youtube.com/watch?v=aPYgl5FyYxc