Eran tiempos raros, feos, grises, muy oscuros, despiadados, violentos, tristes para mucha gente y casi vacíos de horizontes...
Ella –¡inalterablemente hermosa!– se sentía triste, maltratada, ausente, sola, ignorada... Hace muchos años que no había sentido tanta desolación.
Intentó reivindicarse a sí misma en un bosque de almendros...; en las pinceladas de Antonio López y de Joan Miró...; en una puesta de sol y en un claro de luna...; en los versos de Neruda y de Miquel Costa i Llovera...; en el gesto de amor de unos amantes sin prejuicios y apasionados...; en un beso, en una caricia; en Mahler y en Max Bruch...; pero todo fue inútil...
Y fue entonces cuando, ya desesperada, «LA BELLESA VA TROBAR EL SEU REFUGI A MARIA DEL MAR BONET»...; y allí, "acurrucadita" –con la "sensibilidad" como aliada– realimentó su esperanza y sus ganas, y su derecho a existir.
Maria del Mar Bonet. (Fotografía Juan Miguel Morales). |
Y hace unas noches...; la noche del 20 de octubre de 2012, en Alcalá de Henares y, más concretamente, en el Corral de Comedias, brotó airosa y feliz de su refugio y se echó a volar...; y me reencontré con ella.... Pude sentirla, tocarla, oírla, acariciarla, disfrutarla... ¡LA BELLEZA!
Ocurrió así:
Entré en el Corral de Comedias, y el escenario, a media luz, parecía ocultar un misterio y premonizar un gran acontecimiento...; un piano de cola, un acordeón, un cuatro, una guitarra, un atril y varias partituras... ¡Silencio! ¡inmovilidad!... Suena una campanita... ¡Más silencio! y una pequeña espera...
Escenario del Corral de Comedias de Alcalá de Henares. (Fotografía de Beatriz Pérez Otín). |
Se iluminó el escenario y de entre las cortinas laterales apareció Dani Espasa –descaradamente joven–; se dirigió al piano, se sentó frente a él, escuchó unos cálidos aplausos, y esperó...; y esperamos todos... ¡Silencio!... Y, de repente apareció ella: Maria del Mar Bonet... Nos dio las buenas noches con susurros de voz y se echó a cantar...; y nada más empezar a cantar se produjo el acontecimiento; lo que todos los que abarrotábamos el Corral de Comedias estábamos necesitando y esperando.
Y la BELLEZA salió de su refugio –de alma mediterránea–, y empezó a inundarlo todo revoloteando entre las manos; los ojos; los acordes; las palabras; las luces; los ¡bravo!; los aplausos; los suspiros; los cuerpos alzados del asiento; las sonrisas; las gratitudes; las gaviotas; los sonidos de un bellísimo Mediterráneo presentido; el acordeón; el cuatro; el piano; la guitarra; las partiruras; ... la extraordinaria sensibilidad de Dani, y la voz-latido de Maria del Mar...
Todo es bello en el canto de María del Mar Bonet y todo se embellece con su cantar... ¡Suerte que ella ha sabido y ha querido darle refugio a LA BELLEZA y que es capaz de compartirla con generosidad!...
Anoche estallaron de gozo y de alegría la palabra y el sentimiento de Joan Alcober, Maria Antònia Salvà, Costa i Llovera, Bartomeu Roselló Porcel, Miquel Àngel Riera, Barbara, Joan Alcober... ¡y cómo no!, la música de Amdeu Vives, Lautaro Rosas, Joan Valent, Toni Parera Fons, Joan Bibiloni, Bergia, o Javier Más
Permitirme que os confidencie también el estallido de mi alegría cuando anoche LA BELLEZA se me acercó tendiéndome generosamente un "guiño" muy especial; fue el momento en que Maria del Mar me dedicó una de las más bellas canciones que he escuchado a lo largo de toda mi vida: "El pi de Formentor"... ¡emoción indescriptible!...
En el Corral de Comedias... ¡Un momento inolvidable! (Fotografía de Beatriz Pérez Otín). |
«¡Mi corazón ama a un árbol! Más viejo que el olivo,
más potente que el roble, más verde que el naranjo,
en sus hojas conserva la eterna primavera
y lucha con los vientos que arrasan la ribera
cual un guerrero gigante.
No asoma por sus brazos la flor enamorada;
no va la fuentezuela sus sobras a besar;
más Dios ungió de aroma su testa consabrada
y por trono le dio la agreste serranía
y por fuente el mar.
Si lejos, sobre la ola, nace la luz divina
no canta por sus ramas el ave cautiva;
el sublime grito oye del águila marina.
o del alto buitre siente el ala gigante
remover su follaje.
Del limo de esta tierra su vida no sustenta,
por las rocas retuerce su poderosa raíz,
tiene lluvia y rocío y viento y luz ardiente
y, cual viejo profeta, recibe savia y vida
del amor de los cielos.
¡Árbol sublime! Viva imagen del genio,
domina las montañas y acecha el infinito,
por él, dura es la tierra, más su ramaje besa
al cielo que hechiza, y tiene al rayo y al viento
por gloria y por deseo.
¡Oh, sí! Cuando a sus anchas brama la tempestad
y por entre la espuma parece caer su peña,
él ríe y canta entonces más fuerte que las olas,
y vencedor sacude sobre los nubarrones
su cabellera real.
Mi corazón te envidia. Sobre la tierra impura
llevaré como santa prenda tu recuerdo.
Luchar siempre y vencer, reinar sobre la altura
y nutrirse y vivir del cielo y de la luz pura...
¡Oh vida! ¡Oh noble suerte!
¡Levántate, alma fuerte! Entre las nubes cruza
y cual el árbol de la peña arraiga en la altura.
Verás caer a tus plantas la airada mar del mundo
y tu canción tranquila cruzará la ventada
como ave del temporal».
("El pi de Formentor". Miquel Costa i Llobera /
Maria del Mar Bonet / Lautaro Rosas)
«Mon cor estima un arbre! Més vell que l'olivera, / més poderós que el roure, més verd que el taronger, / conserva de ses fulles l'eterna primavera, / i lluita amb les ventades que atupen la ribera, / com un gegant guerrer.
No guaita per ses fulles la flor enamorada; / no va la fontanella ses ombres a besar; / mes Déu ungí d'aroma sa testa consagrada / i li donà per terra l'esquerpa serralada, / per font la immensa mar.
Quan lluny, damunt les ones, renaix la llum divina, / no canta per ses branques l'aucell que encativam; / el crit sublim escolta de l'àguila marina, / o del voltor qui puja sent l'ala gegantina / remoure son fullam.
Del llim d'aquesta terra sa vida no sustenta; / revincla per les roques sa poderosa rel, / té pluges i rosades i vents i llum ardenta, / i, com un vell profeta, rep vida i s'alimenta / de les amors del cel.
Arbre sublim! Del geni n'és ell la viva imatge: / domina les muntanyes i aguaita l'infinit; / per ell la terra és dura, mes besa son ramatge / el cel qui l'enamora, i té el llamp i l'oratge / per glòria i per delit.
Oh! sí: que quan a lloure bramulen les ventades / i sembla entre l'escuma que tombi el seu penyal, / llavors ell riu i canta més fort que les onades, / i vencedor espolsa damunt les nuvolades / sa cabellera real.
Arbre, mon cor t'enveja. Sobre la terra impura, / com a penyora santa duré jo el teu record. / Lluitar constant i vèncer, reinar sobre l'altura / i alimentar-se i viure de cel i de llum pura... / oh vida! oh noble sort!
Amunt, ànima forta! Traspassa la boirada / i arrela dins l'altura com l'arbre dels penyals. / Veuràs caure a tes plantes la mar del món irada, / i tes cançons tranquil·les 'niran per la ventada / com l'au dels temporals». ("El pi de Formentor". Miquel Costa i Llobera / Maria del Mar Bonet / Lautaro Rosas).
bello texto, fernando
ResponderEliminarbella -en TODOS los sentidos- maria del mar
¡Qué bonito, Fernando! No podrías haberlo expresado mejor... Gracias, gracias, gracias por compartirlo con nosotros. .-)
ResponderEliminar