Anoche, en el concierto de Paco Cifuentes conocí a su hermano Juan Miguel "Iratxo" y compré su último disco titulado "Arando vertederos". Nada más abrirlo, en las primeras páginas de su libreto, me encontré con sorpresa y con alegría con esta imagen:
Se trata de una reproducción de la escultura del artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd titulada "No violencia"o "The knotted gun" ("La pistola anudada"); escultura que está situada a la entrada del edificio de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y de la que ya hablamos en el "cuelgue" del jueves 24 de marzo pasado. («¡Malditas guerras! - III»).
Aprovecho esta circunstancia para felicitar a Iratxo por su sensibilidad y para repetir el comentario que escribí el 24 de marzo:
Pienso que todos los políticos del mundo –por supuesto incluidos los nuestros– que entran en el edificio de las Naciones Unidas, debería fijar esta escultura en sus retinas y en sus corazones para después, al volver a sus países, hacerle un nudo definitivo a todo su armamento.
La cubierta del disco de Iratxo del que he tomado la imagen anterior es ésta:
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