Ayer por la tarde, rescaté y volví a ponerme sobre el pecho el mismo pequeño cartel –o pegatina– que llevé puesto, hace aproximadamente ocho años, en la manifestación masiva contra la guerra de Iraq...; han pasado ocho años y seguimos en los mismo:
En eta ocasión, la manifestación –lamentablemente no tan numerosa, celebrada en Madrid– ha sido contra la guerra en Libia.
Me niego a entrar en las engañosas discusiones de los políticos, tanto de la izquierda, como de la derecha...; yo cuando digo "NO A LA GUERRA" estoy diciendo "NO" a la muerte, a la violencia, a la destrucción, a las armas...; y cuando me manifiesto contra la "guerra" no hago otra cosa más que repetirme una, y mil veces, unas bellas palabras de Gloria Fuertes:
Gritad, que con los gritos
se deshagan pistolas y sables.
Gritad, gritad:
–¡Necesitamos vivir en paz!».
Ya de anochecida me quito el pequeño cartel de mi pecho, vuelvo a colocarlo en el mismo lugar en que lleva ocho años –junto a una paloma– y pienso: «¿Cuando podré destruirlo porque ya sea innecesario»... Y me respondo a mí mismo: «Necesito que sea cuanto antes. No me gustaría irme de este mundo sin haberlo destruido».
Ojalá puedas destruirlo, pero que sea dentro de muchos años... Porque para que tú te vayas de este mundo aún falta mucho, Fernando.
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo!