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martes, 14 de diciembre de 2010

MANUEL CUESTA. "Superhéroe" de la sensibilidad.

Escuché cantar a MANUEL CUESTA por primera vez en Libertad 8... Me sorprendió..., no me lo esperaba...; consiguió atraparme... 

Me dedicó su disco "La vida secreta de Peter Parker" y aquella misma noche lo escuché con serenidad ...; la sorpresa inicial se fue transformando progresivamente en admiración...

Manuel Cuesta. (Foto: Pilar Mauri)
Pocos días después me hice con su disco anterior: "Días [rojos" (2004)... Fue una experiencia interesante escuchar a Manuel a "contratiempo"...; desde esa perspectiva su "vida secreta de Peter Parker" adquiría mucho más sentido, y resultaba mucho más apasionante... Intentaré explicarme...

De entrada, lo más admirable de Manuel Cuesta es su mundo interior: universo de percepciones y de presencias míticas y fantásticas, adquiridas durante su infancia y su adolescencia, que estructuran su pensamiento, y, en consecuencia, el contenido de sus canciones... Manhattan; Batman –sobrevolando Gotham City– y Peter Parker alias Spider-Man...; Marty McFly regresando al futuro, los Goonies en buca del tesoro perdido, los restos encontrados del Titánic e Indiana Jones...; el cometa Halley y el fin de la guerra fría...; Atreyu cabalgando, Bastian llamado por un libro y "La historia interminable"...; Cohen –el amado– y su encuentro con Janis Joplin en un ascensor del Chelsea Hotel...; Silvio Rodríguez, Dylan, O'Funkillo, Bécquer, Elliot Smith,  Antonio Vega,  Ulises, César y Hércules...; Paco Zapata y Manolo Caracol...; Don Quijote, Calisto y Melibea; las vidas rotas de Steven Paul Smith, Jeff Buckley, Nuck Drake y John Lenon...; sus evocaciones de la Alameda –espacio para el arte, el amor, la resistencia– y un manto de estrellas; los amigos: Ismael, Pablo, Alfonso, Carlos, Javier, Joaquín...; y el mar, baño de salitre y de deseo entre algas y corales.

Con todo este bagaje sensorial, mezcla de ficción y realidad –que en pocos "cantautores" he encontrado tan claramente reflejado– Manuel Cuesta se transforma en un auténtico "super-héroe de la sensibilidad".

Decide sobrevolar sobre el caos y la cruel realidad en la que a veces vivimos, y opta –con sus canciones– por plantearse, y plantear, una gran revolución: Tejer su alma con el hilo de los sueños y acaricia el sueño de otro mundo posible. Luchar contra lo que Ramoneda llama el "totalitarismo de la indiferencia", y, sobre todo, tirar "palante" sin derrumbamientos, contra viento y marea: imparable, imprevisible, inigualable, indestructible...; pero  siempre "atao" al amor y al deseo –ceguera de amor, amor de primavera–: "Sacarle punta a la rutina, encadenarme en tus labios y hacer el camino de demostrar que estamos vivos".

Y todo ello acompasado de una música envolvente, repleta de matices y de contrastes, que va subrayando con elocuencia cada palabra y cada sentimiento. Musicalización en la que participan como arreglistas y productores, Antonio y Emilio Villalba; y en la que colaboran Ismael Serrano, Pablo Sciuto. Roger Pera y Javier Albalá con la belleza de su voz en los recitados y con un hermoso texto que pone fin a un disco que reclama e incita a volver a ser escuchado.

5 comentarios:

  1. No te falta ni un pellizco de razón. Acabo de descubrir este blog gracias al propio Manuel y prometo hacerme incondicional del mismo.

    Salud.

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  2. Me debo un directo de Manuel que espero pronto saldar,,,
    Manuel es increible como Cantautor y persona,grandisimo tipo,,,
    Brindo por el y por ti Fernando,un abrazo

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  3. Yo tuve la fortuna de escuchar a Manuel Cuesta por primera vez cuando actuaba un día a la semana (creo recordar que los martes) en "La Carbonería" de Sevilla, en la temporada 2002-2003. Ya desde el principio me gustó y recuerdo que mi primera impresión fue decir: "vaya, le da un aire cantando a Ismael Serrano...". Por entonces compré el disco "Divertimento" grabado en directo en la sala "Buho Real" de Madrid, que para mí ha sido desde entonces un disco de referencia. Tanta fue su influencia que, como aficionado, incorporé a mi repertorio de versiones varios temas que ya son todo un clásico, como es el caso de "A esta primavera" y "Bailame el Agua". Tras mi regreso a mi ciudad natal, Córdoba, tuvieron que pasar varios años hasta que por primera vez lo escuché cantar en esta ciudad, coincidiendo con la edición de Cosmopoética del año 2006. Afortunadamente, Manuel nos ha regalado varios conciertos en los últimos años en la Taberna "La Espiga". Aquí fue donde me hice con su último disco así como con "Días Rojos" y el anterior a este "El sonido de lo inevitable". Si unimos a esta devoción musical el compartir la afición por Spiderman, la evocación de mi estancia en Sevilla (con temas como "Tu risa en la Alameda") entonces la atracción por Manuel Cuesta es inevitable...

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  4. Madre mía, gracias a todos por la parte que os toca. Estoy abrumado. De verdad, me siento en deuda con todos vosotros, y con Fernando, por supuesto, con quien me apetecería compartir un día almuerzo y sobremesa impregnadas de buena conversación. G-R-A-C-I-A-S

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  5. Descubrir a Manuel cuesta es ser mas feliz y mejor persona. Su musica siempre me acompaña, como me acompañara este blog siempre. Gracias por la firma del disco en L8, casi por casualidad!!

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