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miércoles, 19 de enero de 2011

AMANCIO PRADA EN LA ABADÍA. Jorge Manrique y San Juan de la Cruz

Como decía ayer AMANCIO PRADA vuelve a ofrecernos una serie de conciertos en los que, como siempre, podremos disfrutar de su extraordinaria capacidad musical e interpretativa para rescatar, trascender y darles nuevas dimensiones estéticas, y hasta de contenido, a textos de nuestra literatura clásica y contemporánea.

En esta ocasión Amancio va a hacerlo en Madrid invadiendo de música y de canciones el Teatro de La Abadía, donde va a hacer posible, una vez más, que durante doce noches resplandezca el reino y la posibilidad de la "belleza" y de la "sensibilidad" por encima de las mediocridades, de toda índole, a las que a diario nos vemos sometidos;  en especial, y permitidme que la destaque –porque se está imponiendo como un moda y como una costumbre peligrosa y antidemocrática–, la gran mediocridad que supone la exhibición de agresiones y de violencias programadas –y hasta guionizadas– como espectáculos para generar audiencias en ciertos medios de comunicación, o para generar votos –y, en consecuencia cotas de poder–en la vida política bipartidista y mitinera que estamos padeciendo.

Nos encontramos, en consecuencia, frente a uno de los acontecimientos culturales, artísticos y po-Éticos –en el más profundo sentido de la "ética"– más importantes de este inicio del nuevo año 2011; acontecimiento que la dirección del Teatro de la Abadía presenta en los siguientes términos:


Postal conmemorativa de los conciertos de
Amancio Prada en el Teatro La Abadía
«Un sueño acariciado desde los primeros tiempos de La Abadía se cumple por partida doble: dos veladas diferentes con Amancio Prada, a partir de dos cimas de la literatura castellana. Bajo nuestra cúpula, los conciertos adquirirán tintes teatrales, en cuyo centro brillarán la palabra poética y la voz de este trovador sin igual.

Las Coplas de Jorge Manrique (siglo XV) son, en palabras de María Zambrano, «unos pocos versos que han obrado el prodigio de quedar impresos en las entrañas del español.» Más allá de un llanto por el padre fallecido, son consuelo, pensamiento, introspección.

El Cántico espiritual de Juan de la Cruz (siglo XVI) evoca el luminoso camino del alma hacia la fusión con lo más alto, fuente de la que emanamos. Gracias a la voz de Amancio Prada, estos conceptos vertiginosos se vuelven cercanos.»


Los conciertos se desarrollarán con arreglo a la siguiente programación:

• Recital de las COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE, de Jorge Manrique: Días 20, 21, 27 y 28 de enero y 4 de febrero.

• Recitales del CÁNTICO ESPIRITUAL, de San Juan de la Cruz: Días 22, 23, 29 y 30 de enero y 5 y 6 de febrero.

(Jueves, viernes y sábados a las 20:30h; domingos a las 19h.

El espectáculo contará con la Dirección Escénica de Carlos Aladro y con la colaboración de un magnífico grupo de músicos entre los que figuran Josete Ordóñez, Eduardo Laguillo, Matthieu Saglio, Pablo Martín, Carlos Ibáñez, Mariana Cores, Hilary Fielding, Rafael Domínguez, la Escolanía de Segovia de la Fundación Don Juan de Borbón, dirigida por Marisa Martín, y haciendo coros en "Coplas a la muerte de su padre": Pedro Sanz. Eva Durán, Yolanda Portillo, María José Cordero y La Shica.

martes, 18 de enero de 2011

AMANCIO PRADA. Premio TENCO 2010 y recitales en LA ABADÍA

Una de las noticias musicales importantes de este recién iniciado año 2011 son los recitales que AMANCIO PRADA va a ofrecer en el Teatro La Abadía, de Madrid, del 20 de enero al 6 de febrero;  a los que dedicaré el "cuelgue" de mañana. 

Hoy, como prólogo de esos recitales, quiero destacar una importante noticia internacional que se produjo en el pasado mes de noviembre y que la prensa y las televisiones españolas –como suele ser habitual con los asuntos relacionados con la "canción de autor"– prácticamente no recogieron; me refiero a la concesión del Premio Tenco 2010 a Amancio Prada; premio musical, de los más reconocidos en Europa, que otorga el Club Tenco –del que hablaré el próximo jueves– y que se le entrega a los galardonados en la "Rassegna della canzone d'autore", festival de canción, celebrado anualmente en San Remo (Italia) desde 1974.

Recuerdo que en el mes de octubre pasado me llamó por teléfono Sergio Sacchi, director del Club Tenco, para comunicarme la noticia de la concesión de premio a Amancio, y para pedirme que le escribiera un artículo sobre él, que se publicaría en la revista "Il cantautore" editada por el Club con motivo del festivas de canción anual.

La noticia y la oportunidad de escribir aquel artículo me entusiasmaron porque admiro profundamente a Amancio desde hace muchos años; tal es mi admiración que su imagen ya ocupó la portada del primer libro que escribí: "Nueva Canción: Disco-forum y otras Técnicas"; libro que salió de la imprenta, curiosamente, el día anterior al fallecimiento de don Francisco Franco, es decir, el 19 de noviembre de 1975. (El cantante que aparece en la portada, aunque algunos no lo crean, es Amancio con treinta y cinco años menos; en aquel momento acababa de llegar de París donde había cursado estudios de sociología, armonía, composición y guitarra).

A continuación voy a reproducir el texto del artículo que escribí y que, una vez entregado a Sergio Sacchi, fue traducido al italiano.

UN GRAN PREMIO EN TIEMPOS DE CRISIS

Otorgarle el Premio TENCO al compositor y al intérprete español Amancio Prada es una noticia y un acontecimiento cultural de singular importancia, y lo es, por varios motivos:

En primer lugar, supone el reconocimiento y la valoración de una de las corrientes, o de las modalidades, más características de la llamada "canción de autor", consistente en la musicalización y en la interpretación de textos literarios escritos por poetas que han sido, y son, considerados claves, o esenciales, en la historia de la Literatura Universal.

En el caso de Amancio Prada esa corriente creadora resulta esplendorosa y rebosante de sensibilidad; se desarrolla sin límites; y siempre se nos manifiesta con una sorprendente y cuidadísima calidad musical e interpretativa.

En la sensibilidad, en la música y en el canto de Amancio transitan desde García Lorca —enamorándonos en libertad de "Los sonetos del amor oscuro"—, hasta San Juan de la Cruz —místico del que ha sabido rescatar y transmitirnos la sensualidad, la pasión y el apasionamiento de su "Cántico espiritual"—; y junto a ellos, imprescindibles creadores gallegos como Rosalía de Castro, Celso Emilio Ferreiro o Álvaro Cunqueiro; y un sin fin de poetas más, como Jorge Manrique, Juan de la Encina, Lope de Vega, Antonio Machado, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Nicolás Guillén, Agustín García Calvo, Carmen Martín Gaite, Isabel Escudero, José Agustín Goytisolo o Rabindranath Tagore; sin olvidar, por supuesto, su incondicional solidaridad y homenaje a inolvidables y grandísimos cantores como Léo Ferré o Chicho Sánchez Ferlosio.

Amancio Prada cantando en el Teatro Ariston de San Remo
con motivo de la concesión del Premio Tenco 2010.
En segundo lugar, como consecuencia de lo anterior, reconocer el trabajo de Amancio Prada con el Premio TENCO, significa también reconocer y proclamar la "canción de autor" como hecho y como realidad literaria.

La canción es, y debería ser siempre, "literatura"…, "literatura cantada"…, "literatura hecha música" que, como dijo Federico García Lorca, debe y necesita andar por las calles y sorprendernos en el agua de una fuente, subida en la flor de un olivo, o resplandeciendo en la ropa blanca recién tendida en un balcón o en una azotea. Afirmaciones y planteamientos con las que el Club TENCO siempre se ha comprometido y que ahora reafirma premiando al cantor español.

En tercer lugar, el Premio TENCO que recae este año en Amancio Prada es también el reconocimiento y la reafirmación del valor de la "belleza"… El camino recorrido por Amancio desde los años sesenta en París, hasta la actualidad, se ha definido y se ha caracterizado, sobre todo, por su amor y por su incondicional e incansable aproximación a la "belleza". Hoy Amancio ha logrado consolidad una obra sustancialmente bella; belleza que trasciende a su música y a sus canciones, encarnándose —es decir, "haciéndose carne"— en su personalidad.

En resumen, un nuevo Premio TENCO para reconocer cuatro realidades imprescindibles en los tiempos que corren: "belleza", "música", "canción" y "literatura".

(En el siguiente "cuelgue" reproduzco la cubierta y contracubierta de la revista "Il cantautore" y el articulo traducido al italiano, es decir, tal y como fue publicado. De esta forma les lanzo un guiño de afecto y de gratitud a los amigos y amigas italianos que diariamente visitan este blog).

AMANCIO PRADA. "UN GRANDE PREMIO IN TEMPI DI CRISI"


L’assegnazione del Premio Tenco al compositore e interprete spagnolo Amancio Prada è una notizia e un avvenimento culturale di singolare importanza. E lo è per vari motivi.

In primo luogo sup- pone il riconoscimento e la valorizzazione di una delle correnti, o delle modalità, più caratteristiche di quella che viene definita “canzone d’autore”. Che consiste nel musicare e interpretare testi letterari scritti da poeti che sono stati, o che sono considerati, punti chiave, o essenziali, nella storia della Letteratura Universale. 

Nel caso di Amancio Prada questa corrente creatrice risulta splendente e traboccante di sensibilità. Si sviluppa senza limiti. E sempre si manifesta a noi con una sorprendente e attentissima qualità musicale e interpretativa.

Nella sensibilità, nella musica e nel canto di Amancio transitano da García Lorca – facendoci innamorare in libertà dei "Sonetti dell’amore oscuro" – a San Juan de la Cruz – mistico di cui ha saputo recuperare e trasmettere la sensualità, la passione e l’appassionamento del suo "Cantico spirituale". E, insieme a loro, imprescindibili creatori galiziani come  Jorge Manrique, Rosalía de Castro, Celso Emilio Ferreiro o Álvaro Cunqueiro; e, inoltre, Juan de la Encina, Lope de Vega, Antonio Machado, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Nicolás Guillén, Agustín García Calvo, Carmen Martín Gaite, Isabel Escudero, José Agustín Goytisolo o Rabindranad Tagore; senza dimenticare, naturalmente, la sua incondizionata solidarietà e l’omaggio a indimenticabili e grandissimi cantori come Léo Ferré o Chicho Sánchez Ferlosio.

In secondo luogo, come con- seguenza, riconoscere il lavoro di Amancio Prada con il Premio Tenco, significa anche riconoscere e proclamare la canzone d’autore come fatto e realtà letteraria.

La canzone è, e dovrebbe sempre essere, “letteratura”, “letteratura cantata”, “letteratura che si fa musica” che, come disse Federico García Lorca, deve e ha bisogno di andare per le strade e sorprenderci nell’acqua di una fonte, cresciuta nel fiore di un ulivo, o risplendendo nella biancheria bianca appena stesa in un balcone o in una terrazza. Affermazioni e progetti con cui il Club Tenco si è sempre impegnato e che ora ribadisce premiando il cantore spagnolo.


In terzo luogo, il Premio che quest’anno si assegna ad Amancio Prada è anche il riconoscimento e la riaffermazione del valore della “bellezza”. Il cammino percorso da Amancio - dagli anni Sessanta a Parigi fino all’attualità - si è definito e caratterizzato dal suo amore e dalla suo incondizionato e instancabile avvici- namento alla “bellezza”. Oggi Amancio ha affermato un’opera sostanzialmente bella. Bellezza che trascende dalla sua musica e dalle sue canzoni, incarnandosi – nel nenso di “facendosi carne” – nella sua personalità.

Riassumendo, un nuovo Premio Tenco per riconoscere, nei tempi che corrono, quattro realtà imprescindibili: bellezza, musica, canzone e letteratura.



Fernando González Lucini è il più autorevole studioso spagnolo di canzone d’autore.

lunes, 17 de enero de 2011

CANCIÓN Y LITERATURA: PABLO NERUDA

Hace unos días estuve en uno de los almacenes que tiene en Madrid la Fundación Autor –que acaba de cerrar su compañía discográfica y su editorial–, y entre los miles de libros que permanecen allí a la espera de ver que pasa con ellos, me encontré una gran caja repleta de cientos de ejemplares de un disco-libro conmemorativo del Centenario de Pablo Neruda, editado en 2004, titulado "Neruda en el corazón".

Contemplar aquellos disco-libros amontonados me produjo una extraña sensación. 


Por una parte, viendo tantos perfiles anaranjados de Neruda, unos encima de otros, volví a renovar la pasión que siento por su obra; es uno de los poetas que han sido esenciales en la construcción de mi identidad sentimental.

Por otra parte, y aunque parezca contradictorio, viendo aquel disco-libro medio abandonado, recordé la indignación que sentí cuando fue editado, ya hace seis años. Me explico:

"Neruda en el corazón" fue, y es, una obra indiscutiblemente muy hermosa en la que participaron,  interpretando poemas de Pablo, importantes cantantes como Jorge Drexler, Ana Belén, Pedro Guerra, Miguel Ríos, Adriana Varela, Joaquín Sabina, Lucho Dalla, Vicente Amigo, Montse Cortés, Antonio Vega, Joan Manuel Serrat, Julieta Venegas, Víctor Manuel, Pablo Milanés, Sole Giménez, Miguel Poveda, Miguel Ríos, Carmen París y Enrique Morente.

Al margen de la calidad de este disco –que insisto es indiscutible–, cuando se editó, en 2004 –en conmemoración del nacimiento del gran poeta chileno– me sentí profundamente indignado porque habiendo sido editado en España, se habían marginado a cuatro creadores que fueron, en realidad, los primeros que musicalizaron y cantaron a Pablo Neruda en nuestro país, precisamente en unos años en que el solo hecho de nombrarle resultaba peligro y subversivo.

En primer lugar, me refiero, a Alberto Cortez que musicalizó y cantó a Neruda en el LP "Poemas y canciones: Pablo Neruda, Atahualpa Yupanqui y Jaime Dávalos", editado en 1967.

En segundo lugar, a Paco Ibáñez que diez años más tarde –en 1977–, grabó ocho temas musicalizados del libro "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" en un histórico disco con dos caras bien diferenciadas; la cara "A" titulada "Paco Ibáñez canta a Pablo Neruda"; y la cara "B" que contenía seis poemas de Raúl González Tuñón –poeta argentino fallecido en 1974– musicalizados e interpretados por el Cuarteto Cedrón, también de nacionalidad argentina.

Y, en tercer lugar, en la celebración de aquel centenario quedaron también ausentes Manuel Picón y Olga Manzano, que recién llegados a España –procedentes de Uruguay y Argentina–, en 1974, nos ofrecieron la obra de Pablo Neruda "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta", y, en 1979, uno de los mas hermosos discos grabados en España en el siglo XX, me refiero a "Los Versos del Capitán"; disco en el que musicalizaron y cantaron diez poemas del libro que, con ese mismo título, escribió Neruda entre 1951 y 1952.



Con referencia al disco "Los Versos del Capitán", recuerdo una anécdota que aunque en realidad es bien triste, tiene su punto de gracia y de surrealismo; anécdota que, por otra parte, es muy significativa del final de los años setenta en nuestro país. 

En 1979, cuando salió el disco al mercado, yo hacía un programa de radio, en Radio Popular (la COPE) titulado "Donde la palabra se hace música". En aquel momento el programa era diario, tenía una duración de treinta minutos y se emitía en directo inmediatamente después del famosísimo programa de Encarna.

Pues bien, durante varios días "pinché" y comenté varias de las canciones de Olga y de Manuel, y uno de aquellos días me ocurrió algo que puede parecer increíble, pero que fue real: la dirección de la radio recibió una llamada de un familiar directísimo del Arzobispo de Madrid, denunciando que en mi programa se estaba haciendo pornografía y que, en consecuencia, me llamaran seriamente al orden.

Investigamos a que podría referirse aquella oyente, emparentada con el Arzobispo, y enseguida dimos con la pist –que efectivamente fue confirmada–; la pornografía que yo estaba exhibiendo eran estos versos de Neruda, del poema "El insecto", cantados por Olga y Manuel: «De tus caderas a tus pies quiero hacer un largo viaje. / Voy por estas colinas, son de color de avena [...] / y caigo en el vacío de tu sábana blanca / busco ciego y hambriento tu contorno quemante».

La verdad es que no me extraña que aquella señora, con su moral represiva que consideraba un pecado tener "malos pensamientos" referidos a la sexualidad, se escandalizara al escuchar a Neruda... A mi esos "malos pensamientos", por el contrario, siempre me parecieron, y me siguen pareciendo, maravillosos y deseables... ¡Que bello y que hermoso es realizar ese "largo viaje" con la pasión, con la ternura y con el amor que Pablo lo describe!

A partir de todos estos recuerdos surgidos al contemplar el libro-disco "Neruda en el corazón" voy a dedicar, en días sucesivos, nuevos "cuelgues" sobre Neruda... Por cierto, ¿sabías que otra de las primeras cantantes que interpretó a Neruda, en España, fue Sarita Montiel? Pues si, así fue, en el año 1973 cantó y grabó los poema 6 y el 15 de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"... Pero bueno, esto lo dejo para más adelante... Neruda es tan grande que nos queda pendiente hablar mucho de él.

¡VOLAD, CANCIONES, VOLAD!

En el "cuelgue" del pasado 20 de diciembre hablaba de un proyecto de exposición titulado "¡Volad, canciones, volad!" que puse en marcha hace nueve años y que, aunque lo tengo prácticamente terminado, todavía no ha podido hacerse realidad. Es uno de esos proyectos en los que merece la pena trabajar aunque al final no pueda realizarse. A mí, por lo menos, me ha merecido la pena.

Logotipo de la exposición

Si me lo permitís voy a recordarlo:

Seleccioné veinte canciones –mis canciones preferidas– y veinte pintores amigos. A cada uno de esos pintores les di una de las canciones y les propuse que hicieran un cuadro en el que quedara reflejado lo que esa canción les sugería.

El horizonte final de aquel proyecto era, por una parte, publicar una caja-libro –tamaño LP– con la grabación de las veinte canciones y las reproducciones de los cuadros correspondientes. Por otra parte acaricié la posibilidad de montar una exposición itinerante con las obras plásticas originales.

Al final, con casi todos los cuadros terminados, no encontré a nadie que colaborara en la edición del disco y en el montaje de la exposición... Tal vez algún día puede que salga adelante.

En el "cuelgue" del día 20 de diciembre os presentaba el cuadro que creó Jesús Gabán tomando como referencia la canción "Unicornio", de Silvio Rodríguez. Hoy voy a presentaros otra obra de aquel proyecto, es el cuadro creado por ALFREDO GONZÁLEZ inspirándose en la canción "Balada de Tolito" de JOAQUÍN SABINA.


La "Balada de Tolito" es una de las canciones de Joaquín Sabina que, aunque no es de las más recordadas y conocidas, es claramente una de mis preferidas; creo que es una auténtica maravilla tanto desde el punto musical, como poético. Esta canción Joaquín la grabó en su disco "Juez y parte" (1985). Vamos a recordar su letra y si tienes la oportunidad escúchala en el disco.

«Tolito tiene un dado y una paloma,
una tos y una copa llena de vino,
y unas ropas con polvo de los caminos,
caminos que jamás llevaban a Roma.

Mago de las barajas y la sonrisa,
malabarista errante de las plazuelas,
corazón que le sale por la camisa,
botas de andar sin prisa ni mediasuela.

Empieza la función, pongan atención,
el circo cabe en un asiento del vagón.
Empieza la función, pongan atención,
billete de segunda, próxima estación.

A no ser por el alma y por la melena,
de sus vecinos no se distinguiría.
Su oficio es retorcerle el cuello a la pena
y abrir una ventana a la fantasía.

Para dormir a pierna suelta le basta
con tener para vino, pan y tabaco.
Igual te rifa un peine que echa las cartas
y saca el rey de bastos de tu sobaco.

Si quieres verlo, ven, busca en el andén,
Tolito siempre está bajando de algún tren.
Si quieres verlo, ven, busca en el andén,
Tolito siempre está subiendo al primer tren.

Cada vez que se encuentran dos caminantes,
se cuentan sus andanzas y sus querellas,
le cuelgan a la noche un interrogante
y llegan hasta el fondo de las botellas.

Luego, entre cuatro muros y dos escuetos
colchones, rescatados de la miseria,
se intercambian los trucos y los secretos
del arte de ir rodando de feria en feria.

Ponnos dos copas más antes de cerrar,
morirse debe ser dejar de caminar.
Ponnos dos copas más antes de cerrar,
hoy bebo a tu salud, mañana Dios dirá.»

Indiscutiblemente, ¡Sabina es un genio!... Un buen músico, un cantor peculiar y, sobre todo, un extraordinario poeta.





domingo, 16 de enero de 2011

REIVINDICACIÓN DE LA TERNURA - I

Las personas, a lo largo de nuestra vida, militamos en multitud de reivindicaciones, sobre todo si amamos la libertad, si creemos en la justicia y, en general, si nos consideramos defensores de los "derechos humanos universales".

Pues bien, para mí –en este momento de mi vida–, de todas esas reivindicaciones –llamémoslas democráticas–, hay una que me parece la más importante porque, en realidad, desde mi punto de vista, engloba a todas las demás; me refiero a la "REIVINDICACIÓN DEL VALOR DE LA TERNURA".

Hasta tal punto espero, creo y confío en ese valor que hace unos años me decidí a escribir un pequeño libro al que titulé precisamente así: "Reivindicación de la ternura"; libro publicado en Argentina con el apoyo de tres buenos amigos relacionados con el mundo editorial: José Manuel Gómez –en aquel momento director de Edelvives–, y Javier Polak y Rodolfo Reina, responsables de "Catapulta Editores".

Traigo este tema al blog porque considero que está estrechamente relacionado con la música, con la canción y, en particular, con la "canción de autor". Intentaré explicarme.

De entrada, para hacernos una idea de lo que estamos hablando creo que es imprescindible desenmascarar y "cargarnos", de una vez por todas, dos topicazos –o "estereotipos sociales y culturales"– que recaen sobre el concepto y la práctica de la "ternura".

El primero de esos topicazos es la consideración de la "ternura" como un valor directamente relacionado con la identidad femenina, es decir, la "feminización de la ternura"; visión no igualitaria y radicalmente falsa desde la que la ternura es considerada como algo específico de las mujeres, que los varones, en consecuencia, aunque la sintamos y la percibamos en nuestras entrañas, no debemos exteriorizar, dado que su manifestación podría interpretarse como un peligroso síntoma de debilidad, de falta de hombría y de afeminamiento.

Planteamiento insostenible frente al que es preciso y urgente afirmar y reivindicar que el valor de la "ternura" no es un valor de género; que todos, hombres y mujeres –sin diferencias– tenemos el derecho y el deber de ser y de manifestarnos tiernos y sensibles porque, en realidad, eso es ser verdaderamente humanos.

El otro tópico que debemos erradicar con relación a la "ternura" es su "arrinconamiento en al ámbito de la privado, o incluso de lo íntimo", es decir considerarla como una cuestión exclusivamente doméstica, que en nada debe o puede afectar a los asuntos o a las cuestiones públicas. Tópico sobre el que se monta e intenta justificarse la llamada "cultura de la guerra y de la violencia".

Mosaico situado en la ONU.
Yo personalmente estoy convencido de que si los que firman y promueven las guerras, o los que favorecen y entran en el juego de la fabricación y el comercio de las armas, dejaran en libertad sus sentimientos de ternura y, desde ahí, se hicieran conscientes del terrible dolor y de la destrucción que pueden llegar a generar sus decisiones, posiblemente las pensarían antes de adoptarlas y, muy probablemente, renunciarían a ellas e intentarían –por todos los medios disponibles– abrirles nuevos y originales caminos a la racionalidad, al entendimiento y al diálogo en la solución de los conflictos. Convencimiento personal que me lleva a creer y a afirmar que "la ternura puede llegar a ser un muro de contención contra la guerra y contra la violencia".

En política, por ejemplo, la clave es el poder, la fuerza y la agresión, y no cabe la sensibilidad y la ternura. Y, ¡claro! así nos va... Como dijo Marilyn Ferguson –escritora estadounidense– "El poder sin amor y sin ternura se reduce rápidamente a la simple capacidad de expoliar y manipular"..

Expresión y realidad a la que, para concluir este primer cuelgue, me gustaría vincular como contrapunto estas palabras de Pablo Neruda tomadas de su libro "Confieso que he vivido": «Tengo una fe absoluta en el destino humano, una convicción cada vez más consciente de que nos acercamos a una "gran ternura"... Y esta esperanza es irrevocable».

REIVINDICACIÓN DE LA TERNURA - II

Y podemos preguntarnos, ¿que tiene que ver todo lo dicho sobre la ternura con la música y con la "canción de autor"?

Evidentemente, y de forma muy general, tendría que ver lo mismo que con cualquier otra situación humana, porque, como decíamos anteriormente, es en la "ternura", donde radica la esencia de nuestra humanidad..., y la canción debería ser siempre eso: pura humanidad.

Partiendo de ese presupuesto, de carácter más general, me parece importante llamar la atención sobre tres acciones concretas a través de las que deberíamos canalizar nuestro derecho y nuestro deber a la ternura dentro del universo de la música y de la canción.

• La primera seria estar siempre dispuestos, con generosidad, a poner nuestras creaciones al servicio y en ayuda a los millones de seres humanos que sufren, por todo el mundo, el dolor en cualquiera de sus manifestaciones. Disponibilidad de la que últimamente están surgiendo magníficos proyectos –discográficos y de recitales–  frente a los que no cabe mas que una actitud de solidaridad y de colaboración. 

Proyectos, por poner algunos ejemplos, como éstos:



• La segunda acción a emprender –mejor a acrecentar, porque ya hay creadores que la han emprendido– debe ser expresar a través de la música, de la poesía –y de su hermanamiento en la canción– la ternura y el desgarro interior que pueda provocarnos cualquier situación de sufrimiento, de desigualdad, de marginación o de injusticia con la que podamos estar conviviendo.

Recordemos en ese sentido canciones extraordinariamente tiernas y sensibles como "Canción para un niño en la calle", de Amando Tejada Gómez y Ángel Ritro; "Luchín", de Víctor Jara; "Infant de Beirut" o "Fills d'Horoshima", de Lluís Llach; "Las casas de cartón" de Ali Primera y de Javier Álvarez; "Hijas de Eva", de Pedro Guerra; "Sudor y sed", de Jesús Garriga; "Deray", de Rosana... y tantas otras que en su día analizaremos.

• Y la tercera acción importante, que todos deberíamos afrontar –tanto los hombres como las mujeres, y tanto los creadores como los oyentes– es no permitir en ningún momento que nadie, ni ningún convencionalismo social, ni ninguna norma moral, pueda reprimir la expresión de nuestros mas profundos sentimientos de amor y de ternura.

Es necesario crear y poder escuchar muchas canciones descaradamente tiernas y sensibles...; nuestro mundo actual necesita recuperar con urgencia renovadas palabras y gestos de ternura..., tal vez así podríamos hacer posible, entre todos, la esperanza irrevocable de Neruda de que nos acercamos a una "gran ternura"..., sin la que, como el mismo dice, estamos abocados a la catástrofe, a la agonía, y a la infelicidad.

COMPOSITORES, POETAS Y CANTANTES «INCOMPLACIENTES» de AYER, DE HOY Y PARA SIEMPRE": «A CARICIA DA SERPE»

A CARICIA DA SERPE . Grupo poético-musical surgido en A Coruña en 1998 como iniciativa del escritor gallego Lino Braxe , fallecido en 2020...