Hoy me he dado cuenta, muy especialmente, de que el trabajo al que he decidido ocuparme en este tramo final de mi vida –que espero que sea largo– ¡merece la pena!, aunque tenga que ser silencioso y, con frecuencia, sintiendo una gran soledad.
Primero fue Miguel Hernández, luego Garcia Lorca, después Neruda y ahora, de lleno, investigando a fondo sobre la poesía musicalizada y cantada de RAFAEL ALBERTI.
¡ALBERTI! ¡qué inmenso poeta!... Ya tengo la investigación prácticamente terminada –han sido cientos de horas de trabajo– y estoy empezando a escribir el libro: «RAFAEL ALBERTI ...Y SU PALABRA SE HIZO MÚSICA».
Está siendo algo sorprendente y más que apasionante... Sin duda esa pasión es la que más me fortalece y me sostiene en un país y un momento donde la "cultura" y nuestro "patrimonio cultural" les importa MUY POCO a quienes por su posición y sus medios podrían protegerlo... ¡Es una pena! pero yo no me rindo. Tengo muy claro que trabajo contra el olvido y para la memoria.
¡Sí, apasionante y alucinante! ... Por ejemplo, del libro "MARINERO EN TIERRA" de Rafael, se han musicalizado y cantado 83 de los 111 que componen el libro, y han sido musicalizados y cantados en todos los géneros posibles. Y de esos 83 poemas ya tengo recopiladas y clasificadas más de CUATROCIENTAS CINCUENTA CANCIONES (450).
Cuando uno se encuentra con esa realidad no puede dejar de trabajar aunque no sea rentable, ni le importe a demasiadas personas. Y ¡aquí sigo! sintiendo a diario la presencia de algunos AMIGOS Y AMIGOS que son los que verdaderamente me apoyan y hacia los que me siento profundamente agradecido.
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