Hace tiempo que quería, y tenía la necesidad, de escribir algo sobre AÍNDA –poeta, compositor y cantante nacido en Ponferrada, en 1974–, y si no le he hecho antes ha sido porque desde que supe de su existencia me ha tenido absolutamente atrapado en su obra –en sus libros de poemas y en sus discos– y, sobre todo, en su pensamiento, en su sensibilidad, en su visión del amor y de la vida.
«Tiempo, eso es lo único que he necesitado»...; tiempo para disfrutar plenamente de su música, de sus versos y de sus canciones...; tiempo para "paladear" y "recreerme" –ya con sesenta y cinco años cumplidos– que, como él dice, pese a todo, frente a tantas contradicciones y tantas miserias –guerras, hambre, pobreza, dolor...–, «la alegría viene; ya viene, rotunda, fecunda...; como el pregón de las flores, entonándose, proclamándose a los cuatro vientos..., como el perdón de la aurora... ¡Que ya viene la alegría, que ya viene!».
Aínda. |
«Tiempo, eso es lo único que he necesitado»...; tiempo para disfrutar plenamente de su música, de sus versos y de sus canciones...; tiempo para "paladear" y "recreerme" –ya con sesenta y cinco años cumplidos– que, como él dice, pese a todo, frente a tantas contradicciones y tantas miserias –guerras, hambre, pobreza, dolor...–, «la alegría viene; ya viene, rotunda, fecunda...; como el pregón de las flores, entonándose, proclamándose a los cuatro vientos..., como el perdón de la aurora... ¡Que ya viene la alegría, que ya viene!».
Pues sí, me he venido tomando el "tiempo" necesario para escribir sobre Aínda hasta anoche, en que me decidí a hacerlo. Confieso que la decisión surgió como consecuencia de una "cantiprovocación". Me explico.
Estaba yo un poco raro con el tema de la SGAE y del cierre inesperado del Teatro Casa de Vacas, y me apeteció volver a escuchar la "Fábula del grillo y la luciérnaga"; canción de Aínda –integrada en su disco "El mundo no se acaba"–, que he convertido en una especie de amuleto en mis horas oscuras.
«Cuentan que un grillo una noche de primavera estaba triste y no encontraba a que cantar, las estrellas eran todas tan iguales... Le asustaba la noche... En eso fue que descubrió sobre una hoja a la luciérnaga que olvidara su luz, tenía puesto como un vestido negro y los ojitos velados por el sueño. Y así pasó que este grillo (cri cri) rompió a cantar (crí, cri), volvió a cantarle a la noche, al viento, al silencio, a un lucero, al amor... con su mejor cri-cri y ella de tan colorada, tan desconcertada, tan azorada reía y lloraba y de tan sorprendida, tan desprevenida, volvió a encender esa noche su luz. [...] Y erase que se era y fuérase lo que fuera, lo único cierto es que a la noche habrás de oir el canto loco de un grillo desesperado que sigue buscando la luz y un sueño».
No sé muy bien si en esta fábula yo soy el grillo o la luciérnaga –o las dos cosas a la vez–, lo que sí sé es que cuando leo, o cuando escucho cantar a Aínda –en ésta, o en otras canciones de las que ya hablaremos–, me reencuentro con la luz y se me reabren los senderos de los sueños... Por esto me tiene atrapado.
Atrapado, en primer lugar, por sus libros de poemas, a los que voy a dedicar este primer "cuelgue": "A cor das bágoas" ("El color de las lágrimas") (2006) y "Luz in móvil. (Poesía en sms)" (2011).
"A cor das bágoas" (El color de las lágrimas"), publicado en 2006, es un libro que contiene cincuenta y seis poemas –49 escritos en castellano y 7 en gallego–; poemas escritos con alma, con sentimientos, con retazos de cotidianidad, sin sofisticaciones, sin retóricas ni artificios literarios...; poemas ante los que surge la tentación de arrebatárselos y hacerlos tuyos, porque aunque no los hayas escrito –escribir no siempre es fácil– lo que allí se dice son experiencias, latidos, encuentros, rupturas, atardeceres, besos, caricias, sueños... que, en realidad, te pertenecen. (Ahí radica la dificultad y el secreto de la auténtica poesía popular que Aínda es capaz de crear; esa poesía que el pueblo puede hacer suya, porque en ella se siente reflejado).
Estaba yo un poco raro con el tema de la SGAE y del cierre inesperado del Teatro Casa de Vacas, y me apeteció volver a escuchar la "Fábula del grillo y la luciérnaga"; canción de Aínda –integrada en su disco "El mundo no se acaba"–, que he convertido en una especie de amuleto en mis horas oscuras.
«Cuentan que un grillo una noche de primavera estaba triste y no encontraba a que cantar, las estrellas eran todas tan iguales... Le asustaba la noche... En eso fue que descubrió sobre una hoja a la luciérnaga que olvidara su luz, tenía puesto como un vestido negro y los ojitos velados por el sueño. Y así pasó que este grillo (cri cri) rompió a cantar (crí, cri), volvió a cantarle a la noche, al viento, al silencio, a un lucero, al amor... con su mejor cri-cri y ella de tan colorada, tan desconcertada, tan azorada reía y lloraba y de tan sorprendida, tan desprevenida, volvió a encender esa noche su luz. [...] Y erase que se era y fuérase lo que fuera, lo único cierto es que a la noche habrás de oir el canto loco de un grillo desesperado que sigue buscando la luz y un sueño».
No sé muy bien si en esta fábula yo soy el grillo o la luciérnaga –o las dos cosas a la vez–, lo que sí sé es que cuando leo, o cuando escucho cantar a Aínda –en ésta, o en otras canciones de las que ya hablaremos–, me reencuentro con la luz y se me reabren los senderos de los sueños... Por esto me tiene atrapado.
Atrapado, en primer lugar, por sus libros de poemas, a los que voy a dedicar este primer "cuelgue": "A cor das bágoas" ("El color de las lágrimas") (2006) y "Luz in móvil. (Poesía en sms)" (2011).
"A cor das bágoas" (El color de las lágrimas"), publicado en 2006, es un libro que contiene cincuenta y seis poemas –49 escritos en castellano y 7 en gallego–; poemas escritos con alma, con sentimientos, con retazos de cotidianidad, sin sofisticaciones, sin retóricas ni artificios literarios...; poemas ante los que surge la tentación de arrebatárselos y hacerlos tuyos, porque aunque no los hayas escrito –escribir no siempre es fácil– lo que allí se dice son experiencias, latidos, encuentros, rupturas, atardeceres, besos, caricias, sueños... que, en realidad, te pertenecen. (Ahí radica la dificultad y el secreto de la auténtica poesía popular que Aínda es capaz de crear; esa poesía que el pueblo puede hacer suya, porque en ella se siente reflejado).
Antes, al principio del "cuelgue" hacia referencia a dos poemas de este libro "Tiempo" y "La alegría que viene"; ahora, participemos con él de esta huída:
El segundo libro de poemas publicando por Aínda se titula "Luz in Móvil (Poesía en sms)"; libro presentado en estos términos:
«En Luz in Móvil, Ainda se atreve a publicar a modo de poemas una colección de mensajes de texto escritos y almacenados en su teléfono móvil durante los últimos años. Son SMS reales creados y enviados por el autor y que, en las páginas de este libro, adoptan sin tapujos estructura y forma inequívocamente poéticas. Por ello, cabe advertir que los textos de "Luz de Móvil" son mensajes en verso y difieren bastante de la lírica al uso, lo cual abre la interrogante de si podríamos estar ante un nuevo género para la poesía de vanguardia».
Aínda. |
Paralelamente, o al margen, de vanguardismos o no, "Luz in Móvil" es un libro bellísimo; es, en realidad, como una especie de "salva sentimientos", al que puedes acudir, cuando sea necesario, para engrasar y reactivar tu sensibilidad y tu derecho a amar y a vivir...
Son más de 120 poemas... ¡como estos!
... Y mañana hablaré de sus canciones, en concreto de los dos discos publicados por Aínda: "Pájaros en la cabeza" (2001) y "El mundo no se acaba" (2009).
Gracias Fernando, por llegar donde otros no llegamos, encontrar, y tener el gusto de contarnos lo que ves y sientes, para que así quien quiera lo pueda disfrutar y compartir con otros a su vez. Esa es la magia de la palabra.
ResponderEliminarAntonio
Gratitud por todo cuanto se nos presenta en el camino, gratitud por tanta gente que edifica la belleza, gratitud por tantas palabras inventadas, gratitud por que existen los, como decía Quintín, "los peritos en ternura". Gracias Lucini!!
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