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jueves, 21 de mayo de 2020

TESTIMONIOS MUSICALES: AUTE (21)


Todas aquellas reflexiones existenciales y poéticas que Luis Eduardo Aute ha venido haciendo sobre el hecho de la muerte –la mayoría de ellas contenidas en su libro "La matemática del espejo"–, las va a grabar ahora en forma de canciones en su LP: "SARCÓFAGO". Un LP con el que completará su primera trilogía discográfica conocida como "Canciones de amor y muerte".


El mismo Eduardo hablando de su primera trilogía afirmaba lo siguiente: «El amor y la muerte son dos caras de la vida. El amor es aquella trampa que nos inventamos para olvidarnos de la muerte; puesto que sabemos que vamos a morir, vamos a inventarnos la euforia de vivir, que es el amor, y vamos a agarrarnos a eso. Nos movemos entre esos dos polos, entre una presencia constante de la muerte, puesto que sabes que vas a morir, y, por otro lado, la muerte en cuanto a que las cosas se deterioran, a la incomunicación, a la represión y a todo tipo de cortapisas que te ponen en la vida.»


«Después de las rupturas,
iniciada la tibia mansedumbre que sobrevive,
brasas primeras del atardecer premonitorio
en el hervor de las memorias.
Ahora en horas de escasos segundos
empiezan las piedras a ser mortales
y el viento, como insultos cansados,
debilita el paisaje.

Después de las rupturas,
exánimes, se rompen ellas mismas,
una a una.» (46)

En el intervalo entre "ESPUMA" y "SARCÓFAGO" Aute graba y edita "BABEL" –con canciones la mayoría de ellas compuestas en años anteriores– y "FORGESOUND".


Todo este acontecer discográfico se produce mientras que en el país se están dando los preámbulos de la esperada y tan deseada transición democrática. Arias Navarro dimite en el mes de julio y es nombrado Alfonso Suárez como nuevo presidente del gobierno. Se concede una amnistía parcial y el 18 de noviembre es aprobada por las cortes la Ley para la Reforma Política.

En ese contexto "BABEL""FORGESOUND" son dos trabajos satíricos de gran interés desde un punto de vista de una critica sociológica del momento, revestida con aires de una sabia ironía.



En concreto "FORGESOUND" es el resultado de un trabajo de creación colectiva y de un lucido divertimiento entre Aute y Jesús Munárriz sobre los personajes y las historias del humorista Antonio Fraguas "el Forges". La interpretación contó con las voces de Aute, Munárriz, Teddy Bautista, Rosa y Julia León. Los arreglos musicales, en este caso, corrieron a cargo del maestro Fernando García Morcillo autor, entre otras, de la inolvidable "La vaca lechera".


Mientras tanto Luis Eduardo publica su segundo libro titulado "Poemas y canciones" y realiza la banda sonora de "La viuda andaluza", dirigida por Francisco Betriú, y de "La señora García se confiesa", de Adolfo Marsillach para RTVE.

«No cuente usted con los dedos,
de eso se ocupa la historia,
de qué le sirve el recuerdo
si ya no es suyo, señora,
mi señora García.
Destruya usted la agonía
de los caminos de rosas
y agárrese a las heridas
que nunca tuvo señora
mi señora García.

Ay, señora, mi señora,
la vida es otra cosa, señora.
En este mundo los espectros,
reliquias y ceremonias,
sólo verá en los espejos
la imagen de su derrota,
mi señora García.

No es el amo la mentira
de las ruinas de alcoba,
es algo que, todavía,
le está esperando, señora, 
mi señora García.
Que el tiempo pasa deprisa,
sólo es cuestión de unas horas,
empiece su biografía
con la palabra; ahora, 
mi señora García. 
Ay, señora, mi señora,
la vida es otra cosa, señora.» (47)

(46) "Después de las rupturas" (Sarcófago, 1976)
(47) "Mi señora García" (Canción no grabada),

NOTA. La canción "Mi señora García" puede ser escuchada en el siguiente enlace de YouTube: 

miércoles, 20 de mayo de 2020

FEDERICO GARCÍA LORCA IV - NUEVA INFORMACIÓN UNIVERSO MUSICAL EN LA OBRA POÉTICA DE


Sigo trabajando en la investigación sobre la poesía musicalizada y cantada de Federico García Lorca y un día más quiero compartir algunos de los apasionantes descubrimientos que estoy realizando.

Comentaba hace unos días que una de las más claras y rotundas conclusiones a las que estoy llegando es que aproximadamente el 90% de su obra poética ha sido musicalizada y cantada. ¡Lo que es sorprendente!

Hay libros de poemas de Lorca que han sido musicalizados y cantados en su totalidad, por ejemplo el "DIVÁN DEL TAMARIT" (1936). Sus 11 gacelas y sus 9 casidas se han hecho canción totalizando. hasta este momento, 210 versiones. Y digo hasta este momento, porque esta investigación tiene que ser totalmente abierta. Esta misma mañana, por ejemplo, he tenido que incorporar una gacela y una casita de Moncho Otero y de Rafa Mora que no conocía y que son dos bellísimas creaciones.

Concreto y amplio seguidamente la anterior información sobre el "DIVÁN DEL TAMARIT" con el siguiente listado en el que aparecen el números de versiones cantadas que se han creado con cande una de sus gacelas y casitas.

«GACELAS»
• Gacela I. Del amor imprevisto (21 versiones)
• Gacela II. De la terrible presencia (7 versiones)
• Gacela III. Del amor desesperado (24 versiones)
• Gacela IV. Del amor que no se deja ver (9 versiones) 
• Gacela V. Del niño muerto (16 versiones)
• Gacela VI. De la raíz amarga (9 versiones)
• Gacela VII. Del recuerdo de amor (12 versiones)
• Gacela VIII. De la muerte oscura (9 versiones)
• Gacela IX. Del amor maravilloso (8 versiones)
• Gacela X. De la huida (7 versiones)
• Gacela XI. Del amor con cien años (5 versiones)

«CASIDAS»
• Casida I. Del herido por el agua (10 versiones) 
• Casida II. Del llanto (11 versiones)
• Casida III. De los ramos (5 versiones)
• Casida IV. De la mujer tendida (6 versiones)
• Casida V. Del sueño al aire libre (2 versiones)
• Casida VI. De la mano imposible (4 versión)
• Casida VII. De la rosa (12 versiones)
• Casida VIII. De la muchacha dorada (8 versiones) 
• Casida IX. De las palomas oscuras (25 versiones)

... ¡Y sigo trabajando! ¡Y seguiré contando!... Siempre con la esperanza de poder compartir finalmente el resultado de la investigación en cuanto sea posible.

martes, 19 de mayo de 2020

TESTIMONIOS MUSICALES: AUTE (20)


Se edita el LP: "ESPUMA", también con arreglos de Carlos Montero. Luis Eduardo Aute que sigue siendo un cantautor coherente y misteriosamente singular continúa desarrollando su afición pictórica y cinematográfica, "A flor de piel" con Jaime Chavarri y Ana Belén, compone la banda sonora de "Emilia, parada y fonda" dirigida por Angelino Fons, escribe canciones para "Viaje a la Alcarrria", de Camilo José Cela, dirigida por Antonio Giménez Rico para RTVE y expone sus cuadros en Barcelona y Pamplona.


Por esas mismas fechas se edita su primer libro de poemas "La matemática del espejo", un libro en el que venía trabajando desde 1970.


El 27 de septiembre tienen lugar las cinco últimas cinco ejecuciones de la dictadura franquicia; una noche terriblemente larga y un trágico amanecer para nuestra historia..., aquel fue el último y definitivo coletazo de un sistema político amargo y cruel que resultaba ya insostenible. Eduardo aquella noche de buitres vuelve a sentir la descarada presencia de la muerte acribillando latidos y aniquilando unas utopías –equivocadas o no– pero apasionadamente ciegas y preñadas de libertad. En el amor, aquella noche, la muerte volvió a imprimir sus huellas y a la desesperada espera de una amnistía que no se cumplió, adquirió pleno sentido en "Al alba":

«Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.» (42)

Aquella madrugada del mes de septiembre, en que "hasta la luna sangraba", se cumplía como posibilidad una antigua tentación suicida profetizada por Aute –exacta e implacable– en su "Matemática del espejo":

«Blando,
poroso razonamiento ante el espejo
del mal aliento y los grifos,
confesionales, afiladas justificaciones
como la hoja de afeitar.

Suele,
suele brotar la sangre:
poca,
suficiente.
Tímidos suicidios en ayunas». (43)

Tentación suicida con olor a SARCÓFAGO, habitualmente frustrada "en un giro de ciento ochenta grados", no por cobardía, sino por amor a la vida y porque siempre, en el corazón de nuestro pueblo y en el de Aute más concretamente, latían aún unas reservas hacia la esperanza.

«De un tiempo a esta parte
se vigila los pies sin disimulo,
convencido de su incierta trayectoria.
Y alguna vez se los quita
ante el estupor de los transeúntes
no sin antes haberse disculpado.
En otros momentos en su dormitorio,
cuando la soledad es más intensa,
les da un giro de ciento ochenta grados
y se pone a rezar un padrenuestro
a los pies de su cama-» (44)


El 21 de octubre se conoce oficialmente que Francisco Franco padece una grave enfermedad; el 20 de noviembre definitivamente muere. En diciembre, Carlos Arias Navarro, que había sido el último presidente del gobierno de Franco, fue confirmado por el rey y forma su gobierno.

El 20 de diciembre, en Pamplona, se celebra un festival de villancicos en el que participan Víctor Manuel, Amancio Prada, Julia y Rosa León, Luis Pastor y Luis Eduardo Aute. Eduardo era la primera vez que actuaba en público después de muchos años.

Aquellos fueron los villancicos de la libertad y de la amnistía tanto tiempo soñada y ahora por fin más claramente presentida como una posibilidad cercana. El festival terminó, una vez más, con la intervención, ya familiar, de las fuerzas de orden público. Aute en aquella ocasión no pudo tampoco desprenderse, en el clima habitual de su coherencia expresiva, de la contradicción que, entre el amor y la muerte por aquellos años le venía habitando.

«Niño que vienes al mundo
vuélvete a la oscuridad
que la luz es sólo un surco,
surco de estrella fugaz.

Duerme en las dulces tinieblas,
para qué vas a nacer,
si a eso tú tienes respuesta
dímela que no la sé.

Niño de nada
de navinada,
niño de nada
descansa en paz.

Niño no despiertes nunca
de tu sueño de metal,
que los hierros de la duda
duelen más que la verdad.

Duerme tu carne en la noche, 
niño que aún no eres mortal,
que yo no quiero que llores,
quédate en la eternidad.» (45)

(42) "Al alba" (Albania, 1978).
(43) "Tímidos suicidios es ayunas" (Sarcófago, 1976).
(44) "De un tiempo a esta parte" (Sarcófago, 1976).
(45) "Niño de nada" (Canción no grabada, 1975).

domingo, 17 de mayo de 2020

TESTIMONIOS MUSICALES: AUTE (19)


Cuando el ser humano se sumerge y se siente atrapado en cualquier tipo de conflicto o de contradicciones radicales y las sufre y las percibe de una forma reflexiva –en una especie de vaivén entre la tentación evasiva o la depresión–, surge la imperiosa necesidad de buscarle a la vida un motivo al que amarrarse como refugio o como fuerza de escape para poder mantener el equilibrio y evitar el naufragio.

Luis Eduardo Aute, curiosamente en este momento, en su lucha interna y dialéctica entre el amor y la muerte –añorando y deseando a la vez y para siempre la libertad–, vive una especie de derroche o de desbordamiento en su actividad pictórica. Expone individualmente en la Galería Internacional de Arte y en Estiarte de Madrid, es seleccionado para el Concurso Nacional de Bellas Artes, recibe el primer premio de pintura en la XXVII Mostra Michetti y participa en varias exposiciones colectivas en Barcelona, Madrid e Italia.


Por entonces también compone la banda sonora de la película "Los viejos escolares" de Jaime Chávarri.

Pero en Eduardo la pintura no llega a calmar su necesidad de respuesta a la visa presentida –y en el fondo inaceptada– como un RITO que se debate entre el amor y la muerte, por eso, irresistiblemente, sigue escribiendo nuevos poemas y canciones.

«Una niña fría se desnuda,
los espejos se derriten como velas,
y su madre pura la castiga,
vuelan calcetines junto a las estrellas,
ella quiere que la moje el río
cada vez que lo descubre tras la puerta,
se perfuma de impaciente sangre,
un olor que no conocen las muñecas.

Una niña fría se desnuda,
las lechuzas dicen que no han visto nada,
juguetea con lápiz de labios
y se abraza a la ternura de la almohada,
viene el diablo con flores y vino,
ella se complace con sus artimañas,
duerme, niña, que seré tu amante,
y el infierno es dulce como una manzana.» (38)

En este momento, en íntima relación con el amor –e incluso por encima del amor–, en Aute hace eclosión su canto a la realidad corporal y la experiencia erótica como una posible referencia al equilibrio buscado en el seno de las contradicciones: «No conozco otra mar, otro sol y otro pan más que tu cuerpo».

El erotismo aparece ahora en su obra como ese barco "salva-vida" capaz de saciar su "barro de hambriento diablo y en el que se hace posible la llegada o el maridaje a un puerto sereno y apacible, origen y destino.

«Nazco en tu vientre,
carne de tumba,
pozo de nubes,
cera profunda,
luz en tu vientre,
vientre de espuma,
de espuma.

Vivo en tu vientre,
temperatura,
pez encendido,
fiebre de lluvia,
fuego en tu vientre,
vientre de espuma,
de espuma.

Muero en tu vientre,
cálida cuna,
breve latido,
llanto de luna,
noche en tu vientre,
vientre de espuma,
de espuma.» (39)


Desde esta experiencia, aunque el aire "resume olor a nicho, parece como si en Luis Eduardo Aute el encuentro erótico en el amor revistiera de una posible armonía el hecho de ese ciclo que constituye el nacimiento-luz, la vida-fuego y la muerte-llanto.

«Y fumo en la noche junto al ruido
de las calles repletas de historias,
los párpados, como enfermos,
ya no ofrecen resistencia
y hacen el amor los gatos...
No pienso en ti,
pienso en ti,
en ti.

Y ladra algún perro aburrido
como siempre que cae la sombra,
me duelen todos los huesos,
y una lágrima indiscreta
me advierte que estoy llorando...
No pienso en ti,
pienso en ti,
en ti. 

El aire rezuma olor a nicho
y olor a humo y olor a soga,
me estoy quemando los dedos
y los gatos no se enteran
y un perro me lame la mano...
No pienso en ti,
pienso en ti,
en ti.» (40)

Así va naciendo ESPUMA a lo largo de 1974...; pero el equilibrio buscado e intuido por Eduardo no es, una vez más, ni estable ni duradero y de nuevo irrumpe en su experiencia el inconformismo y la insatisfacción... «Poco tiempo después de la espuma» surgen de nuevo las soledades y los silencios...

«Cuando duermes,
no es tu cuerpo desnudo el que estrecho
ni el calor del reposo que manas,
sujeto los horizontes
del sueño que te traspasa
y agarrado a ese sueño sumiso,
me despierto y no hay nadie en mi cama,
cuando duermes.» (41)

(38) "Nana a una niña fría" (Espuma, 1974).
(39) "De espuma" (Espuma, 1974).
(40) "En ti" (Espuma, 1974).
(41) "Cuando duermes" (Espuma, 1974).

viernes, 15 de mayo de 2020

TESTIMONIOS MUSICALES: AUTE (18)


Después de cuatro años Luis Eduardo Aute decide grabar su tercer LP: "Rito" con la colaboración de Carlos Montero en los arreglos musicales. Eduardo ha conocido a José Manuel Caballero Bonald que le anima e impulsa a hacer la grabación y Ariola le ofrece un contrato con el que se llega a sentir bastante liberado y al margen del "marketing" de las casas discográficas con frecuencia tan agobiante y despersonalizado. Aute por entonces no quiere cantar en público, en el fondo no aspira ni le interesa la fama, él solo quiere comunicar y desahogar algunas de sus experiencias poéticas y musicales.



En este momento Eduardo tiene muy claro que su nuevo disco y el contenido de sus canciones es una vez más una ruptura con todo lo que por entonces se estaba creando en el mundo musical. El se sabe a si mismo como un elemento discordante y atípico y tal vez por ello, con elocuente sabiduría, sabe reírse de sí mismo componiendo su "Autotango del cantautor":

«Qué me dices,
cantautor de las narices,
qué me cantas con ese aire funeral.
Si estás triste,
que te cuenten algún chiste,
si estás sólo,
púdrete en tu soledad.
Vete al cine,
cómprate unos calcetines,
date al ligue,
pero deja de llorar,
o es que acaso,
yo te canto mis fracasos,
sólo vengo a echarme un trago
y aún te tengo que aguantar.

Qué tortura,
soportar tu voz de cura,
moralista
y un pelito paternal.
Muy aguda,
hay que ver la mala uva
de esa letra que te acabas de marcar.
Qué oportuna,
inmunizas cual vacuna,
y aún no sabes
un par de cositas más;
que me duermo,
que me aburres con tus versos,
que me pones muy enfermo,
por favor no sigas más.» (36)

La situación de la dictadura española era ya insostenible, el 18 de julio fue nombrado presidente del gobierno Carrero Blanco..., se estaba gestando la posible sucesión de Franco y de la política franquista.

El 11 de septiembre se produce un terrible golpe de la Junta Militar de Chile; Salvador Allende es asesinado; más arde lo será también Vïctor Jara...; Pablo Neruda, ya muy enfermo, muere en el más profundo de los desaliento y sus versos también mueren con él enmudecidos en el contexto de un paisaje de sobras y de agonías... Luis Eduardo, poeta estrafalario, como lo pudo ser Neruda, siente el dolor de Chile y de nuevo frente al impacto de la muerte, se conmueve y escribe:


«Pétalo
en la página once, muerto,
besando los últimos versos:
"Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer".
Huele el poema todavía,
huele a esa flor que no pudo ser.

Poeta Pablo, a ti te canto,
poeta Pablo, estravagario.

Pétalo
de sangre cubriendo tu cuerpo,
caída de la flor del pueblo,
Una tarántula asesina,
insatisfecha teje su red.
todo el paisaje en agonía
muere contigo al enmudecer.

Pétalo
del ave picaflor sin vuelo,
tu canto nunca tuvo dueño.
Ahora estás solo sin el día,
cruzas la sombra como el pidén.
Huelen los aires todavía,
huele a esa flor que no pudo ser.» (37)

El 20 de diciembre Carrero Blanco es asesinado en la calle Claudio Coello de Madrid. Acaba de dar comienzo una crisis política que poco tiempo después acabará con nuestra larga y despiadada dictadura.

Mientras tanto Víctor Erice estrena en las pantallas españolas su película "El espíritu de la colmena" y Aute ha empezado a gestar su cuarto LP: "Espuma".

(36) "Autotango del cantautor" (Rito, 1973).
(37) "Pétalo˝ (Albanta, 1978).

miércoles, 13 de mayo de 2020

UNIVERSO MUSICAL EN LA OBRA POÉTICA DE FEDERICO GARCÍA LORCA III - NUEVA INFORMACIÓN

Sigo informando de la evolución y del estado actual de este proyecto que inicié hace más de año y medio, al que me encuentro felizmente “enganchao” y que espero que pronto pueda echarse a volar para poder ser compartido en su totalidad.



Tras decidir poner en marcha el proyecto, el primer paso a realizar ha sido localizar, adquirir –cuando fuera posible–, archivar y organizar todas las musicalizaciones y las canciones creadas, en todo el mundo, a partir de poemas de Federico García Lorca dentro del periodo comprendido entre 1931 y 2020.

Desde que puse en marcha esta aventura este ha sido mi trabajo de investigación a lo largo de este año y medio pasados. Hoy por hoy creo que se trata de una primera fase del proyecto ya concluida, aunque no cerrada, puesto que es raro el día en el que no descubro alguna nueva canción “lorquiana” que no conocía y que diariamente voy incorporando a la Base de Datos.

Concluida esa primera fase en la que he recopilado más de 4.500 canciones interpretadas y grabadas en 54 países, he iniciado una segunda fase consistente en analizar y concretar “cómo”, “cuándo” y “cuánto” ha sido musicalizada y cantada cada obra de Federico –poema por poema–. Trabajo apasionante porque me ha llevado a la conclusión de que hay libros de Lorca que han sido musicalizados y cantados en su totalidad.

Valga un dato concreto: La antología que he utilizado para trabajar –compañera de trabajo en este año y medio– ha sido la editada por Miguel García-Posada en el Círculo de Lectores. (Libro que aparece en la imagen). Pues bien, y de forma global, el 90% de los poemas que en ella se recogen han sido musicalizados y cantados.


En este momento ya tengo cerrada la anterior concreción en lo que se refiere a los 18 poemas que componen el “ROMANCERO GITANO” (1924-1927). Todos ellos, menos uno, han sido musicalizados y cantados, y de algunos de ellos se han grabado hasta 68 versiones como se puede observar en el siguiente listado:

• Romance de la luna, luna (68 versiones)
• Preciosa y el aire (33 versiones)
• Reyerta (16 versiones)
• Romance sonámbulo (74 versiones)
• La monja gitana (21 versiones)
• La casada infiel (59 versiones)
• Romance de la pena negra (30 versiones)
• San Miguel. Granada (3 versiones)
• San Rafael. Córdoba
• San Gabriel. Sevilla (5 versiones)
• Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla (26 versiones)
• Muerte de Antoñito el Camborio (33 versiones)
• Muerto de amor (17 versiones)
• Romance del emplazado (Romance del amargo) (21 versiones)
• Romance de la Guardia Civil española (23 versiones)
TRES ROMANCES HISTORICOS:
• Martirio de Santa Olalla (2 versiones)
• Burla de Don Pedro a caballo. Romance con lagunas (2 versiones)
• Thamar y Amnón (7 versiones)

El siguiente libro de Lorca sobre el que estoy trabajando es el “DIVÁN DEL TAMARIT” (1936); en este caso, como pronto informaré, se han musicalizado y cantado las 11 Gacelas y las 9 Casidas que lo integran.

Abrazo fuerte… ¡Gracias por vuestra atención!... Os seguiré informando

martes, 12 de mayo de 2020

TESTIMONIOS MUSICALES: AUTE (17)



Luis Eduardo Aute es consciente de que sus "24 canciones breves" no obtienen ni el éxito ni la acogida popular que tuvieron sus canciones "primerizas"; aquel LP pasó prácticamente desapercibido y levantó incompresibles por parte de quienes no podían llegar a entender su nueva etapa creativa muy distinta a lo que anteriormente había hecho poética y musicalmente y de muy difícil comercialización.

En aquel momento a Eduardo se le va a plantear una alternativa: entrar en el mecanismo de las casas discográficas, que le reclaman un "producto" menos complejo y más comercial, o ser coherente consigo mismo y seguir buscando sus propios cauces de expresión y de comunicación siendo fiel a si mismo y a ese mundo de contradicciones existenciales en el que se encuentra inmerso, Ante esa alternativa la decisión es rotunda, abandona el "mundillo" discográfico y vuelve a ocuparse sobre todo de sus dos grandes pasiones; la pintura y el cine.

Son cinco años en los que Aute se ve obligado a competir sus aficiones y sus proyectos con diversos trabajos que le puedan ir permitiendo ir viviendo. Colabora en diversas revistas, escribe poemas –recogidos posteriormente en su libro "Matemática del espejo" (1974)–, entra en la compañía RCA como diseñador de carpetas, pinta carteles para el cinestudio California, expone sus nuevos lienzos en Madrid y Málaga y realiza sus dos primeros cortos cinematográficos en 16 mm.: "Minutos después" (1970) y "Chapuza uno" (1971).

Durante este tiempo, sin embargo, Eduardo no ha podido desprenderse de su guitarra y de vez en cuando compone algunas canciones. En concreto colabora en "Castañuela 70" con el grupo Tábano y Las Madres del Cordero escribiendo algunos temas satíricos para su espectáculo. Estos temas se recogerán más tarde, en 1976, en el LP "Babel" interpretados por él mismo.


De aquella época es precisamente, por ejemplo, esta canción:

«Rezan las leyes básicas
de una curiosa ética
que el hombre es una máquina,
consumidora intrépida.
Compre electrodomésticos,
dicen los nuevos místicos,
es el gran signo de éxito
del "homo sapientísimo".

Producto, consumo,
éste es el triste tema de esta canción,
canción, canción... consumo,
éste es el triste tema de esta canción.

Queda un último término
lo del salario mínimo
con el Madrid-Atlético
y el juego quinielístico.
La corrida benéfica
hoy televisan íntegra,
es la moderna técnica
de crear alienígenas.

Este mensaje estúpido
tan saturado en tópicos,
hay que venderlo al público
como un jabón biológico,
así dispone el código
mafioso-discográfico
y así se explota al prójimo,
prójimo y primo práctico.» (31)

Pero la actividad creadora, más íntima y reservada, de Luis Eduardo Aute durante este período  de tiempo sigue siendo el desarrollo, en forma de canción,  de aquellas intuiciones existenciales y contradictorias esbozadas en sus "24 canciones breves". El mismo dice: «Me sentía hueco y la vida era una ceremonia; todo estaba programado; estaban trazadas las reglas del juego y detrás, nada o mejor dicho, la ausencia de vida».


Aquella experiencia en una persona ya adulta, que desde su infancia había optado decidida y apasionadamente por la vida, resultaba insostenible. Era necesaria una ruptura para escapar como fuese de esa situación.

«Quiero apurar cada grano de arena
y el aire exacto que vaya quedando
para que deje de ser una espera,
muda cadena de sueño y engaño,
carne de prisa, demora la grieta
frágil del tiempo pasando, pasando.

Quiero vivir esa breve comedia
bajo el latido del último acto,
ruido de brasas sentir en las venas,
frías de tanto morir cotidiano,
quieto camino de huella reseca
deja que queme el andar en el paso.

Quiero beberme de un golpe la fuerza
tenue que apenas me sigue empujando
y alimentar olvidadas quimeras,
nubes dormidas, juguetes primarios,
oso de trapo, levántate y peca
desde tu polvo curado de espantos.» (32)

¿Cómo romper con las cadenas que tiende el engaño? ¿cómo sobrevivir a la frialdad del morir cotidiano?... Tenía que haber una salida y Luis Eduardo necesitaba encontrarla.

A esos interrogantes y a esas búsquedas que le asaltaban interiormente se le unirán ahora una serie de realidades de nuevo decisivas y a la vez, una vez más, enmarañadas en el eterno laberinto de sus contradicciones: Vive el amor con la ilusión de quien se encuentra  frente a una gran maravilla y se desfallece y se deprime ante la realidad vacía y rutinaria de lo cotidiano que le aboca hacia las soledades y los silencios; contempla el nacimiento de su primer hijo percibiendo en él, con sorpresas con ternura, el despertar a la vida, pero frente a ella siente el zarpazo de la muerte, acechante y cercana, arañando en su propia experiencia familiar y en su entorno más próximo; y junto a la muerte una España con olor a estiércol, a fuego y a miedo; una España cruel, absurda y deprimente construida sobre la ira, la rabia y el engaño.

El amor y la muerte realizan ahora, en la obra de Aute, un encuentro dialéctico y entre ambas estalla un rito de pasiones y caricias y de agujeros y cipreses. Un rito inicial en el que parece apuntarse el dominio de la muerte reduciendo el amor hacia la nada.

«Un hilo de fuego en las sienes
rompiendo las venas desciende,
fundidos en la misma fiebre,
secar hasta la última fuente,
matando el amor, matando el amor,
en lecho de amor y de muerte.

Y luego un pitillo se enciende,
silencio y ceniza en la mente.
Los cuerpos domados retienen
el peso ancestral de la nieve,
matando el amor, matando el amor,
en lecho de amor y de muerte.

Penumbra en las carnes inertes,
despiertos de cuerpo presente
en lecho con forma de puente
que va del amor a la muerte,
matando el amor, matando el amor,
en lecho de amor y de muerte.» (33)



El amor y la vida ante el hecho de la muerte, se convierten así, en la experiencia poética de Aute, en unas realidades que no pueden ser idealizadas y que, a veces, es preciso olvidarlas o al menos relativizarlas en la experiencia cotidiana.

«De alguna manera
tendré que olvidarte,
por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes,
me faltan las fuerzas,
ha sido muy tarde
y nada más, y nada más,
apenas nada más.

Las noches te acercan
y enredas el aire,
mis labios se secan
e intento besarte.
Qué fría es la cera
de un beso de nadie
y nada más, y nada más,
apenas nada más.

Las horas de piedra
parecen cansarse
y el tiempo se peina
con gesto de amante.
De alguna manera
tendré que olvidarte
y nada más, y nada más,
apenas nada más.» (34)

Pero en Luis Eduardo, a pesar de todo, sigue latiendo la ilusión y la utopia del amor y de la vida; por encima del absurdo y de la nada, en su intimidad y en sus silencios, no puede contener su insulto directo y agresivo contra la muerte.

«Muerte paranoica, estrecha, entrometida
Muerte que no mueres, en tanto que haya vida.
Muerte parto inverso, partida mal parida
Mala muerte tengas ¡ay!...
ay muerte de mi vida.

Muerte engalanada con cuentos de otra vida
Muerte mueca torpe de inútil homicida
Muerte yo te escupo, que el diablo te bendiga
Mala muerte tengas ¡ay!..
ay muerte de mi vida.

Muerte gula eterna, te invito a mi comida
Muerte hambrienta esposa, mi carne esta servida
Muerte boca sucia, devórame y vomita
Mala muerte tengas, ¡ay!...
ay muerte de mi vida.» (35)

Mientras tanto Aute, compone también algunas canciones para Massieu y conoce a Rosa León, le muestra algunas de sus canciones de aquella época y Rosa las integra en su primer LP, disco que lleva precisamente como título genérico "De alguna manera".



(31) "Canción consumo" (Babel, 1976).
(32) "Quiero apurar cada grano de arena" (Rito, 1973).
(33) "Lecho de amor y muerte" (Rito, 1973).
(34) "De alguna manera" (Rito, 1973),
(35) "La mala muerte" (Rito, 1973

Esta mañana recibí la información sobre el estado actual de mi Blog "CANTEMOS COMO QUIEN RESPIRA" y una vez más me ha sorprendió ...