como una especie de divertimento-histórico-metafórico
jugando con los dos gallos –el negro y el rojo– y con mis
percepciones sobre Chicho –su "canta-creador"–;
amigo al que siempre he querido y admirado.
amigo al que siempre he querido y admirado.
El GALLO NEGRO, con sus medallas de sangre y de latón, discursea prepotente desde el balcón; "Victoria y sumisión"... El GALLO ROJO se lamenta muy impaciente: "¡Este tío es un cabrón!"... Y el CHICHO con su guitarra entonando una canción: "Desde el pozo y la tesana, desde el torno y el telar, irán los hombres del pueblo a la huelga general".
El GALLO NEGRO ordenando: "Un, dos, tres..., en filas, sin discusión"... El GALLO ROJO "contestatando": "Tres, dos, uno..., rompan filas y rebelión"... Y el CHICHO a contratiempo –el muy cachondo– dándole al "coco": "Hoy no me levanto yo".
El GALLO NEGRO –"meapilas" de nacimiento– cacareando, bajo palio, oraciones en procesión: "San Francisco Franco por la gracia de Dios"... El GALLO ROJO siempre escuchando: "Rojos al paredón"... Y el CHICHO, como Adán, sin atuendo, de estrella y estruendo, "reverdinaciendo".
El GALLO NEGRO, siempre tan cruel, apuntando y "deslibertando": "Violencia y represión"... El GALLO ROJO siempre soñando: "Libertad y más amor"... Y el CHICHO con su paloma: "De mis deberes hablan, palomita, de mis derechos no".
El GALLO NEGRO –el muy traicionero– enmascarando la verdad con mucho "salero": "Traralí-tralarará-porompompero"... El GALLO ROJO, cresta encrespada: "Don-din-din-da, dadme la libertad; ¡que desespero!"... Y el CHICHO poniendo en solfa a los tiranos; canto rebelde –sensible y bueno–.
El GALLO NEGRO murió y lo enterraron... Los GALLOS ROJOS, con fiestas y kiri-ki-kis lo celebraron... Y el CHICHO, con lucidez –"zumba que zumba"–, sigue cantando "por todos los barrancos".
Pero el GALLO NEGRO nos dejó sus GALLITOS OSCUROS... Los GALLOR ROJOS –antes tan rojos– palidecieron –trepa que trepa y agazapados a las nuevas tribunas de la "gallera"–... Y los puños en alto del CHICHO –"siempre tan blancos y ya encallecidos"–, se estremecieron: "Pero aquí, corazón no pasa nada...; ya ves corazón nada más nada".
Entre gallos descoloridos, después de tanta ilusión, anda el CHICHO jugando con su ordenador; "ingenioso genio" y "creativo creador", con su frágil memoria y su gran corazón, GALLO ROJO en el alma, de roja pasión; canciones, soliloquios, coplas retrógradas, y algún baile de salón... "Fuera el abuso, fuera los abusones, y quien los puso".
Ni aguantar, ni escapar; ni al margen, ni en el ajo; "ni subdito, ni rey"...; envidiosamente libre y viviendo –a su manera– su gran obsesión: "¿Qué será el ser?" ¡qué sé yo! "Que la pregunta pregunte se propia interrogación".