Hoy he encontrado esta imagen que me ha sugerido una magnífica alternativa contra la guerra y contras las armas:
Propongo que a partir de este momento quede prohibido disparar armas de fuego que matan y destruyen. A cambio sugiero que se disparen proyectores de cine que emitan, sobre el celebro humano, películas que rebosen sensibilidad y ternura, por ejemplo "Memorias de África" de Sydney Pollack; "Mar adentro" de Amenába: "El abuelo" de José Luis Garci; "También la lluvia" de Icíar Bollaín; "Pájaros de papel" de Emilio Aragón; "Fresa y chocolate" de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio; "La luna de Avellaneda" y "El hijo e la novia" de Juan José Campanella; "Chocolat" de Lasse Hallström...; o la que a cualquiera le guste y le apetezca.
De esta forma posiblemente –¡¡¡ojalá!!!– pasado un tiempo, dejaríamos de gritar para siempre aquello de:
¡¡¡¡¡MALDITAS GUERRAS!!!!!
La pena es que me temo que a nuestro actual Ministro de Educación y Cultura
–ex-tertuliano de la derecha bien "recompensao",
y entretenido, como está, en cargarse la asignatura de
Educación para la Ciudadanía–
no le va a gustar, ni va a apoyar mi propuesta.
¡Qué se le va a hacer!