Efectivamente
«Fins que el silenci ve» fue la mejor obra musical y poética de
Joan Baptista Humet y, din duda, uno de los mejores discos editados en la década de los años setenta.
Aquel trabajo –creado y grabado en catalán–
Joan se lo dedicó a la comunidad monástica de Mas Blanc, residente en una masia del siglo XVII situada en el termino municipal San Martí de Centelles (Barcelona); comunidad a la que pertenecía su hermano
Esteve y en la que
Humet se empapó de los silencios y de la sensibilidad imprescindibles para crear esta especie de suite que en aquel momento, de la transición democrática, considero que resultó imprescindible aunque no llegó a alcanzar la valoración y la trascendencia que merecía.
«Fins que el silenci ve» es una obra entretegida de una espiritualidad profunda, liberadora y revolucionaria, es decir, una espiritualidad socialmente comprometida y radicalmente humanizadora. A partir de un análisis crítico del racionalismo y de la despersonalización del mundo y de las realidades humanas,
Joan Baptista Humet proclama la necesaria recuperación de la
interioridad y del
silencio; dos experiencias básicas sin las que difícilmente puede construirse y vivirse el valor y la experiencia de la libertad.
Musicalmente fue un trabajo bellísimo e impecable. El disco, producido por
Gonzalo de la Puerta, contó con la participación de
Jordi Vilaprinyó –actualmente uno de los más importantes pianistas catalanes– como arreglista y director musical; y en su grabación, aparte del propio
Jordi, intervinieron más de treinta músicos. La carpeta del LP –cubierta e interiores– fue magistralmente ilustrada por
Esteban Jiménez y contó con la siempre inigualable presencia fotográfica de
Colita.
A continuación voy a copiar algunos fragmentos poéticos de «Fins que el silenci ve»; lo haré en castellano, y al final del cuelgue, los repetiré en catalán, lengua en la que fue creada e interpretada toda la obra.
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Fragmento de la ilustración que, en forma de cómic, aparece
en la parte interior de la carpeta del LP. |
«Cuando el aire ya no deja ver el sol
y el bosque despierta solo suelo,
y baja el río envenenado,
y un pájaro levanta el vuelo y cae...
Cuando el relámpago no es el cielo quien lo trae
y el trueno es pólvora y metal,
y el caballo ya no es tal
y la estrella no es estrella,
siempre corren cerca,
ávidas,
las manos del hombre».
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«Hermanos, la vida se nos va,
poco a poco nos la roban ,
hoy nos ceden la libertad
porque las cadenas son otras.
Cadenas de aire polvoriento,
de sexos imaginarios,
de lujos deslumbrantes
y objetos innecesarios
que nos van atando el cuerpo
y empobreciendo los labios.
¡Que no nos engañen más
los verdugos de la vida!».
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«Aún el hombre puede sanar de su ceguera
por poco que descubra que siempre hay una flor que espera».
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Fragmento de la ilustración que, en forma de cómic, aparece en la parte interior de la carpeta del LP. |
«Que un día nos veamos, camaradas,
allí donde se acaba el humo y la ciudad,
con la llave de casa abandonada
y un ansia de verdad.
Un tesoro espera, camarada...
A vivir que nos enseñen, camarada
los que aprendieron a vivir entre la nada
con el alma alerta a la llamada
y poca cosa más...
Quiero dar contigo, compañero,
ser humo ligero
y fundirnos un instante:
entonces se derrumban los gigantes».
Para concluir este "cuelgue" me apetece contar dos experiencias personales que guardo en mi memoria y en mi sensibilidad y que jamás olvidaré.
La primera es que este disco fue el origen de mi amistad personal con Humet. Lo presentó en un maravilloso concierto celebrado en el Palau de la Música de Barcelona. A través de su casa discográfica Joan se puso en contacto conmigo. Hablamos largamente por teléfono y me invitó al concierto. Allí estuve; no os podéis hacer ni idea de como disfruté...; ¡bellísimo espectáculo!... A la salida, después del concierto, cenamos cerca del teatro, y empezamos a querernos... Luego el tiempo y su retirada de la canción nos distanció, aunque seguimos viéndonos y comiéndonos algo cuando yo iba para Cataluña o el bajaba a Madrid.
La segunda experiencia fue que incorporé este disco, como material de trabajo, dentro de una optativa llamada "Música, canción y pedagogía", que en aquel momento estaba impartiendo en la Escuela de Magisterio. Gracias a ello lo escuché muchas veces, lo compartí con cientos de alumnos y de alumnas –futuros maestros y maestras–, y tuve el privilegio de que en una de aquellas clases –que dábamos en un sótano– el propio Joan viniera y nos cantara en directo·directísimo la canción con la que se cierra «Fins que el silenci ve»: «Que ens vegem un dia...» («Que un día nos veamos...»)
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Fragmento de la ilustración que, en forma de cómic, aparece en la parte interior de la carpeta del LP. |
Y esto es todo por hoy, de cualquier forma todavía mañana tengo previsto escribir un "cuelgue" dedicado a discos, como este, que hoy son imposibles de conseguir, y que merecería la pena que se reeditaran...; la cosa no es difícil, lo que pasa es que las empresas discográficas... ¡ya se sabe!... lo de la belleza, la memoria recuperada y la poÉtica les tiene bastante sin cuidado.
TEXTOS EN CATALÁN:
«Quan l'aire no deixa veure el sol / i el bosc desperta despullat / quan baixa el riu emmetzinat / i un ocell aixeca el vol i trenca... / Quan el llampec no baixa del cel / i el tro és de pólvora i metall, / quan el cavall ja no és cavall / i l'estel ja no és estel, / sempre hi ha dues mans d'home / àvides pels voltants».
«Germans, la vida se'ns va / a poc a poc ens la prenen, / si avui ens obren la mà / és que hi ha d'altres cadenes. / Cadenes d'aire polsós,de sexes imaginaris, / de luxes encisadors i objectes innecessaris, / que van lligant-nos el cos / i ens empobreixen els llavis. / Que no ens enganyin mai més / els assassins de la vida».
«Encara l'home pot guarir de sa ceguesa / per poc que s'adoni que sempre hi ha una flor que espera».
Que ens vegem un dia, camarada, / allà on s'acaba el fum de la ciutat / amb la clau de casa abandonada / i un ànsia de veritat. / Hi ha un tresor que espera, camarada... / Aprendrem a viure, camarada / dels qui han après a viure en el No-res, / amb l'esperit alerta a la trobada / i no gaires coses més... / Bull trobar-me amb tu, company, / fer-me fum / i fondre'ns un instant; /llavors cauen els gegants».