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miércoles, 28 de noviembre de 2012

«¿QUÉ ES VIVIR SIN CANTAR?»... CLAVE PARA ROMPER CON UNA CONTRADICCIÓN

Llevo varios días acompañando a ANDRÉS MOLINA en la pequeña gira que está realizando por Madrid. –Él habitualmente vive en la isla de Tenerife–. En estos días le he escuchado cantar varias veces y entre sus canciones hay una que, cada vez que se la escucho, me suscita una contradiccion interior muy intensa y a la vez apasionante; se trata de la canción titulada "Solo tararear", que en su estribillo dice lo siguiente:

Andrés Molina.
«Ay, de cantar no se vive, se muere.
Pero… ¿Qué es vivir sin cantar?
Si hasta el aire se mueve
solo por tararear…».


Escuchando a Andrés, y retrocediendo en el tiempo –activando una vez la "memoria"–, no puedo dejar de pensar en otro cantor argentino que hace años influyó mucho en mi vida, en mis creencias y en mi pasión por la canción; me refiero a HORACIO GUARANY... ¡Razón tenía! –como la tiene hoy Andrés–, cuando cantaba:

Horacio Guarany.
«Si se calla el cantor calla la vida
porque la vida misma es todo un canto».


Esa contradicción de la que antes hablaba es la siguiente: Por una parte Andrés y Horacio afirman que «vivir es cantar», y yo lo creo y lo comparto con ellos. Pero a la vez Andrés incorpora un matiz que me cuestiona, me interpela y que también es real, dice: «De cantar no se vive, se muere».

Creo sinceramente que Andrés, en su canción, realiza, con muy pocas palabras, un magnífico diagnóstico de la situación cultural que estamos viviendo, en particular, relacionada con la "canción de autor": «Necesitamos cantar y escuchar canciones como quien respira, ¡es verdad, nos va la vida en ello!...; pero ¡que difícil!, ¡que duro lo tienen los cantores que quieren ser veraces y que quieren que sus canciones siembren esperanzas, sueños posibles, belleza, verdadero amor, justicia, ternura y libertades!».

Inmerso en esa contradicción –provocada en esta ocasión por el canto del amigo Andrés Molina– y buscando como siempre una salida, anoche fue el mismo Andrés quien me iluminó un renovado horizonte...; de momento, tal vez el único, o, por lo menos, el más eficaz que, hoy por hoy, está al alcance de nuestras posibilidades.

Anoche Andrés Molina, entre otras cosas, escribió en mi muro de facebook lo siguiente:

«En estos tiempos que corren –y, quizás, siempre– hace falta que todo aquel que ame la canción de autor se dé cuenta de que este género es conscientemente "marginado". Inexplicablemente. Por ello, necesitamos que todo aquel que disfrute de una buena canción corra la voz, no ya la de su amigo que la ha compuesto, sino de toda aquella buena canción que escuche. Volvamos al boca a boca repleto de justicia. Porque poco podemos hacer frente a medios tan caros de promoción que opacan lo de los demás –y no es una queja, es lo que hay–. El boca a boca pequeñito, la bola que lentamente va creciendo, es la clave para que la "canción de autor" tenga lo que se merece: el conocimiento y el reconocimiento de quien la disfruta... Y ojo, que, como cantautor, me nutro de otras artes musicales que me arrebatan».

Totalmente de acuerdo Ándrés. En eso estoy, en eso estamos algunos... ¡Ojala tu propuesta –que la hago también mía–, fuera compartida por mucha gente, por muchos "cantautores" y "cantautoras" –con frecuencia demasiado encerrados en si mismos y en sus creacionea–...; ojala fuera compartida por muchos amantes de la "canción de autor"!... ¡OJALÁ!... Entonces sí, entonces entre todos y todas cofirmaremos y haremos realidad lo que tú dices en tu canción:

¡Vivir es cantar!
¿Qué es vivir sin cantar?

5 comentarios:

  1. !!Hola,Fernando!
    Totalmente de acuerdo.Los tiempos q corren son malos para todos,pero los artistas quizá lo sufren mas.Deseando q esto se solucione.
    Vivir sin cantar es estar mudo a la vida.
    Saludos.

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  2. Todos, músicos y 'disfrutones' -como diría un amigo mexicano que tengo aquí en Madrid-, debemos reconocer que necesitamos la música como una parte más del alimento que nos sustenta. Hace poco escuché en un documental sobre Alzheimer que la música ayuda a que -lo digo como un ignorante- 'el sistema neuronal' camine; y ya hay lugares donde a las personas con este padecer un joven les canta canciones de su época, y las bailan y cantan. La música es como la brisa de mis islas amadas cuando el viento del norte se adentra por el valle desde el mar y no hay más 'rugido' amoroso que el del viento poseso por cantarnos al oido. A menudo -y cada vez que me doy cuenta de que voy acelerado como una moto, se lo contaba a Eva el otro día- freno la marcha y escucho la música de la ciudad, la del pueblo de mis padre, la de Madrid, la de La Laguna. En un 'surraund' -no recuerdo cómo se escribe- perfecto percibo miles de ritmos y colores alrededor de mi oídos, en un estereo en cuatro dimensiones perfecto. Y me imagino cuántos músicos han hecho lo mismo y han creado música de tanto ruido, el ruido de la vida. Siempre, desde que tomé conciencia del paisaje y del entorno, pensé que la vida es música. Las frases de la gente que pasa conversando a mi izquierda y la del tendero diciendo el precio de las uvas a una clienta a mi derecha podrían formar la letra de un cadaver exquisito. Y ahí ya tenemos la canción perfecta. La canción de cada día en cada lugar.

    Y el metro, las guaguas, los aviones, las calles ruidosas, están repletas de gente con o sin cascos escuchando música.

    La gente llora, ríe, se emociona, con las canciones. Con la música.

    Contigo, Fernando, con Horacio, con Ismael Serrano, me rompo la camisa por la canción de autor.

    Hoy es la canción de Horacio. O -qué apunte genial, Fernando no había caído- la mía, emparchada. Luego, más tarde, en un ratito, será la de otra amiga cantautora, la de otro amigo cantautor. Sin miedo.

    Cuando Pedro Manuel -para mí que así lo llamo desde que somos amigos-, Pedro Guerra, llegó a Madrid y comenzó a labrarse su carrera -y la del Libertad 8 Café, porque él junto a Luis Pastor empezaron- se abrió una puerta gigantesca. Muchos cantautores iniciaron su andadura. Se rompe el velo de la sombra que nos tiran arriba cada vez que algún compañero o compañera cantautor hace con una gran canción vibrar a la gente. Nos abre puertas a todos. Así lo he vivido yo, y así lo vivo. Y no hay que pensar en nada más. Hay que dominar la fiera, el bicho feo, que todos tenemos dentro: la egolatría, la vanidad; para poder vivir así, sin miedo.

    Con Eva de Goñi me pasó algo maravilloso. Descubrir que ella también disfrutaba la música como una loca. Y nos sucedió que un cantautor excelso cubano llegó a Canarias 'con lo puesto'. Lo invitamos a cantar. Y ¡SORPRESA! Nos quebró el clima. Nos rompió el concierto. Nos comió. Lo que más me gustó, lo que más me asombró, fue que era tan arrebatador lo que cantaba que en ningún momento sentimos miedo; la gente quería más, él decía que no y nosostros que sí, y siguió cantando una tras otra. El público quedó tan agradecido por todo aquello que cuando nosotro subimos al escenario nos aplaudió a rabiar, y al acabar se pegaron a él como lapas, y nos felicitaron a nosotros por todo y nos dieron las gracias. Bonito, ¿verdad? Pues eso nos pasó más de una vez. Me pasa más de una vez.

    Un beso grande, amigo. Y perdón por el exceso de texto.
    Seguimos en la batalla. Buscando bajo las piedras: "oiga, ¿le gusta la canción de autor?, ¿ha escuchado este disco?... ah, no le gusta, vale... por aquí se lo dejo... por si quiere echarle una escuchadita...".... Y a por otra piedra... Buscando a toda esa gente que sé, sabemos que ama la canción de autor. Ya está bien de dejarnos vencer: porque enfrentarnos es una actitud de vencidos. Lo decía Franz Fanon hablando de su África amada hace mucho tiempo.

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  3. Cago en la leche, no podría estar más de acuerdo con los dos. Lo del boca a boca es y será siempre la esencia mínima, y yo creo que es difícil que nos lo arrebaten.

    Un abrazo cantores mios¡¡¡

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  4. ¡¡Así es Fernando!! ¡¡ Vivir para cantar!! Y… ¿qué sería sino, vivir sin escuchar?

    ¿Te imaginas un día sin música? Seria imposible, la música esta presente en nuestro día a día como algo imprescindible, y sobre todo imprescindible, es nuestra querida canción de autor, esa que nos hace reflexionar, esa que nos emociona, la que nos hace reír y la que nos hace llorar…

    Porque no olvidemos que todo, todo esta en las canciones… y ahora viene a mi mente aquello que tu amigo -El Profesor Domingo Gallego- comentaba en el saludo que te dejaba en Galileo en forma de vídeo sobre el juego que le proponías, “Si tú me dices cualquier tema, en menos de dos días yo te traigo tres canciones que hablen sobre ese tema” ¡Y así es! Como él dice, estoy convencido que jamás perdiste esa apuesta ;)

    Estoy totalmente de acuerdo Fernando, debemos difundir entre todos y en la medida de nuestras posibilidades esta canción de autor tan marginada y olvidada por algunos.

    Un abrazo!!

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  5. Les dejo dos apuntes sobre vivir y morir de y por cantar:

    'Se fuerza la máquina de noche y de día
    y el cantante con los músicos se juega la vida'

    (Gato Pérez)

    'Cantamos porque llueve sobre el surco
    y somos militantes de la vida
    y porque no podemos ni queremos
    dejar que la canción se haga ceniza'

    (Mario Benedetti)

    ¡Un abrazo!

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