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sábado, 21 de febrero de 2015

DESDE MI ATALAYA: "POESÍA NECESARIA".



Con todo mi afecto y mi respeto
a los que son –o dicen ser– "nuevos poetas".

Hoy, en este segundo "cuegue" dedicado al lenguaje poético voy a intentar comunicaros el concepto de "poesía" en el que creo, y que se me afianza en tiempos y en momento difíciles y complejos como los que estamos viviendo. Es una visión de la poesía que he aprendido de "maestros" poetas y cantores, a la que nunca renunciaré, y que, en la actualidad, busco y reclamo.

Podrá haber, ciertamente, a quienes les vaya una poética menos comprometida con la realidad y más centrada en torno a "una idealización amorosa" que con frecuencia resulta bastante irreal. A mi, personalmente, esa poética cada vez me interesa menos. A mi la poesía amorosa que me interesa y me atrapa es la que se relaciona, de alguna forma, con el sentir de Benedetti:

«Si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo. 
Y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos. 
Y por tu rostro sincero. 
Y tu paso vagabundo. 
Y tu llanto por el mundo. 
Porque sos pueblo te quiero.»

A mi la "poética" que, hoy por hoy, sigue prendiéndome apasionadamente, la que reclamo, y que me hace sentirme crítico frente a ciertos jóvenes que son –o que se llaman poetas–, es aquella a la que apuntan Celaya, Otero o Agustín Millares; o cantores como Aute, Atahualpa Yupanqui o Quico Pi de la Serra, por ejemplo... Quizá sean versos muchas veces leídos o recordados, pero conviene retomarlos con calma:


«[...] Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.»
(GABRIEL  CELAYA)


«Definitivamente, cantaré para el hombre.
Algún día –después–, alguna noche,
me oirán. Hoy van  –vamos– sin rumbo,
sordos de sed, famélicos de oscuro.

Yo os traigo un alba, hermanos. Surto un agua,
eterna no, parada ante la casa.
Salid a ver. Venid, bebed. Dejadme
que os unja de agua y luz, bajo la carne.»
(BLAS DE OTERO)

«Yo poeta declaro que escribir poesía
es decir el estado verdadero del hombre
es cantar la verdad es llamar por su nombre
al demonio que ejerce la maldad noche y día.

El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora
el primer corazón que lastima la guerra.

Colocado en vanguardia sin que nunca desate
su unidad con los pueblos su visión del conjunto
el poeta es el hombre que primero está a punto
para hacerse con bríos a la mar del combate.

El poeta es el pueblo que a morir se resiste
en la súbita noche donde todo se olvida.
Donde no hay libertad no hay poeta con vida.
Ningún pájaro vuela donde el aire no existe.

Yo poeta declaro que la cólera es una
cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía.
Languidece el poeta si la tierra se enfría
cuando no hay corazón ni justicia ninguna.

Yo poeta declaro que en el duro camino
del tiempo el poeta se halla siempre un hermano.
Yo poeta declaro que el poeta es humano
aunque a veces nos haga presentir lo divino.»
(AGUSTÍN MILLARES).


«La poesía es palabra
que vela despierta.
La poesía es palabra
que toma conciencia.
La poesía es palabra
que mueve a las piedras.
La poesía es palabra
que debe alumbrar.»
(LUIS EDUARDO AUTE).


«Tu piensas que eres distinto
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
mas allá de las estrellas.

De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va.

Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan
por un pedazo de pan.

Poeta de tierras rimas,
vete á vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.

Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre,
y lo segundo, poeta.»
(ATAHUALPA YUPANQUI).


«La poesía debe ser como una pala reluciente y gastada 
de descargar el carro de las mentiras; 
y la debe manejar el poeta ... 
Como un cepillo de carpintero allanando los nudos 
de la estúpida pasarela de la vida; 
y la debe manejar el poeta. 
Como una lima que lime las cadenas de la inconsciencia; 
y la debe manejar el poeta. 
Como el vino poderoso reconstituyente que desnuda 
la persona haciéndola cantar a cualquier hora; 
y la ha de beber el poeta. 
Como el lecho, testigo del verdadero y único amor; 
y debe yacer el poeta. 
La poesía debe salir a la calle y coger el tranvía con cara de sueño;
y debe bostezar el poeta. 
La poesía convertida en letra de imprenta se hace vieja demasiado temprano; 
y la tiene que leer el poeta. 
Debe salir de los libros y hacer nido en el oído de la gente; 
y la debe alimentar el poeta. 
La poesía no debe tener miedo a lo áspero, ni a lo amargo; 
debe ser valinte el poeta. 
La poesía debe recordar el ayer, cantar el hoy, pensando en el mañana; 
debe ser consciente el poeta. [...]
La poesía ha ... La poesía es ... La poesía quiere ... 
Debe ser poeta, el poeta.»
(QUICO PI DE LA SERRA).

«La poesia ha d’ésser com una pala lluenta i gastada de descarregar el carro de les mentides; / i la ha de manejar el poeta... / Com un ribot de fuster aplanant els nusos de la estúpida passarel·la de la vida; / i la ha de manejar el poeta. / Com una llima que llimi les cadenes de la inconsciència; / i la ha de manejar el poeta. / Com el vi poderós reconstituent que despulla la persona fent-la cantar a qualsevol hora; / i la ha de beure el poeta. / Com el llit testimoni del veritable i únic amor; / i ha de jaure el poeta. / S’ha d’oblidar de la naturalesa, engany fabricat que està a l’abast de tothom; / i ho ha d’oblidar el poeta. / La poesia ha de sortir al carrer i agafar el tramvia amb cara de son; / i ha de badallar el poeta. / La poesia convertida en lletra d’impremta es fa vella massa d’hora; / i la ha de llegir el poeta. / Ha de sortir dels llibres i fer niu a l’orella de la gent; / i la ha d’alimentar el poeta. / La poesia no ha de tenir por de lo aspre ni de lo amarg; / ha de ésser valent el poeta. / La poesia ha de recordar el ahir, cantar el avui, pensant en el demà; / ha de ésser conscient el poeta. / La poesia no s’ha de deixar llepar, simplement empènyer pel diner; / ha de ésser honrat el poeta. / La poesia no s’ha de deixar emmascarar per cap fang que no sigui el que no embruta; / ha de ésser nét el poeta. / La poesia ha... La poesia és... La poesia vol... / Ha de ésser poeta, el poeta.» (QUICO PI DE LA SERRA).

RAFA MORA Y MONCHO OTERO EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "VOLAD CANCIONES, VOLAD"

MONCHO OTERO y RAFA MORA serán protagonistas muy especiales en la presentación del libro "VOLAD CANCIONES, VOLAD". Estamos traba...