Pues sí, por primera vez en la historia de este blog aparece lo que he llamado «UN "CUELGUE˝ EN CONSTRUCCIÓN»..., es decir, un "cuelgue" que estoy pensando y creando desde hace tiempo, pero que todavía no he logrado terminar...; no sé cuando podré concluirlo, tal vez mañana..., ¡o quizá nunca!..., ¡no lo creo!
El caso es que llevo más de un mes intentando presentar y comentar aquí un disco titulado «MUNDO ALADURÍA» y después de todo ese tiempo todavía no lo he conseguido. No es por falta de ganas, ni de interés –tengo auténtica necesidad de hacerlo–; tampoco es que no sepa muy bien que decir;... ¡no!...; es que este disco ha conseguido "atraparme al límite" y todo lo que escribo sobre él lo imprimo y después, al releerlo, me deja insatisfecho, lo lleno de borrones y tachaduras, y al final me cabreo y siempre va a parar a la papelera... Y vuelta a empezar; vuelvo a escucharlo, y empiezo a escribir...
Un proceso que he decido encajar dentro de lo que yo llamaría el "efecto noria", o mejor, el "efecto carrusel" o "tiovivo"–con caballitos que suben y bajan incluidos–: vueltas y vueltas en torno a un micromundo de espejos, luces, colores, sueños, salidas y entradas, fantasías, melodías, relojes con latidos, y cientos de palabras que se echan a volar.
Un proceso que he decido encajar dentro de lo que yo llamaría el "efecto noria", o mejor, el "efecto carrusel" o "tiovivo"–con caballitos que suben y bajan incluidos–: vueltas y vueltas en torno a un micromundo de espejos, luces, colores, sueños, salidas y entradas, fantasías, melodías, relojes con latidos, y cientos de palabras que se echan a volar.
La culpa de todo esto la tienen tres tipos increíbles: Julián Bozzo, Juan Pablo García y David Arribas; tres jóvenes creadores que han irrumpido en el universo de la "canción de autor" –yo así la sigo y la seguiré llamando siempre– poniéndolo todo "pastas arriba", es decir, rompiendo todos los moldes y todos los clichés que puedan establecerse, y creando lo que ellos llaman una obra "aladúrica", o sea –según ellos mismos explican– una obra de creación libre generada fundamentalmente por el impulso alado de la inspiración.
Y de ahí surge el hechizo y la magia –difícilmente traducibles en palabras– en las que este disco ha logrado sumergirme; y de ahí también que –después de un mes de buenas intenciones– este "cuelgue" siga estando en "construcción", es decir, ni está acabado, ni es todavía el definitivo.
Escuchar "Mundo Aladuría", sin prisa y con ganas de disfrutarlo, ha sido para mí algo así como sumergirme en una especie de revuelo imaginativo y fantástico en el que la lógica narrativa se descompone por completo, para darle paso a una acumulación de sensaciones, y a un bonancible disparo de sentimientos que se entrecruzan y abrazan sin contradicciones....
«Tiempos de volver al corazón», «de silencio y de sanar»...; «dar un paso hacia el interior» y «abandonar las trincheras»...; «sacar la tristeza y de nuevo reír»...; «ser el camino que se abre al caminar»...; salir...; andar..., «fuera la vida espera»; «fuera viven los mundos que nos hacen volar las penas»...; «tocar, dejarme llevar, volar; volar donde no haya oscuridad»...; «azul contra el decir que no»...; «contra la pena y la rabia el azul del mar»...; «pinto de azul mi soledad»...; azul..., azul..., azul «contra la falsedad»; «azul, para abrigarme el amor»...
Y más, y más..., y gira y gira..., y de nuevo a empezar....
"Azul"... "Salir"... "Abrigo"... "Camino"... "Volar"... Y, mientras tanto, escuchar, sentir..., escribir..., leer y romper..., volver a escuchar y volver a sentir..., disfrutar... Aladuría... sueño... imaginación... fantasía... libertad....
"Azul"... "Salir"... "Abrigo"... "Camino"... "Volar"... Y, mientras tanto, escuchar, sentir..., escribir..., leer y romper..., volver a escuchar y volver a sentir..., disfrutar... Aladuría... sueño... imaginación... fantasía... libertad....
Y mientras tanto también –y de momento– solo ésto: un "cuelgue en construcción"... y mañana, o pasado –o ¡quién sabe!–, ¡mucho más!... ¡Gracias Julián, Juan Pablo y David porque introduciéndome en vuestro "MUNDO ALADURÍA" me habéis hecho descubrir que felizmente, con el paso de los años –y ya son bastantes– mi pensamiento, y, sobre todo, mis sentimientos siguen estando como este "cuelgue": abiertos y en construcción!... ¡Gracias de verdad, amigos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario