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viernes, 19 de agosto de 2011

HILARIO CAMACHO IV - DE PASO...Y CON SUS ALAS BLANCAS.


«Tu serás princesa de mi cuento,
compañera de mi vida real,
te daré mi cetro de madera
y mi llave de coral.

De cartón, mi fortaleza,
mil soldados de plomo tendrás,
yo te ofrezco mi cofre de piedra
y mis cuentos de cristal.

Mira cómo te acaricia el aire,
oye como te abraza la tierra,
mil duendes que se estremecen
cuando te siento tan cerca.

Corre, se nos escapa esta nube,
dame, dame tu mano y aprieta,
quiero fundirme en tu abrazo
como si fuera de cera».
("Princesa de cera")

Tras la grabación del LP "A pesar de todo", en 1975, Gonzalo García Pelayo –que acaba de poner en marcha un ambicioso y arriesgado proyecto discográfico en la empresa Movieplay: el sello "Gong"– le propuso a Hilario Camacho grabar con él su segundo LP. Él aceptó y así fue como surgió "De paso", otro de los discos míticos e inolvidables de Hilario.


De aquel segundo álbum merece la pena destacar varias cualidades y características:

En primer lugar, el magnífico equipo de músicos del que Hilario se rodeó para la grabación: Jean Pierre Torlois –guitarras acúticas y eléctricas, mandolina y armónica–, Quique Santana –bajo–, Jorge Pardo –flauta dulce, travesera, saxo alto y tenor–, Javier Estrella –percusión–, José Antonio Galicia –batería–, y Rosa Ávila –voces.

Jean Pierre Torlois, gutarrista y amigo
con el que compartí inolvidables momentos en los años setenta.

En segundo lugar creo necesario destacar, el planteamiento global del álbum, tal y como el propio Hilario lo expresaba en la carpeta del disco: «He tomado aquello que me interesaba de todo tipo de música, la sencillez del folk, la fuerza del rock, el lirismo de la música religiosa, la libertad de improvisación del jazz, lo que me permite hacer de cada canción algo distinto. Hoy, ni la música ni el texto tienen prioridad. Mi voz trabaja como un instrumento más con el fin de mostrar mi forma de ver las cosas». Planteamiento revolucionario en aquel momento dentro del ámbito del género de la "canción de autor", que le valió la siguiente afirmación de Manuel Domínguez en el número 2 de la revista "Ozono": «Hoy por hoy, lo cierto es que Hilario es uno de los pocos cantantes españoles que ofrece una música con unos niveles de calidad insólitos en la península. Enhorabuena».

En tercer lugar, en "De paso" es importante resaltar también la selección de las canciones que integran el disco. Canciones compuestas letra y música por Hilario como "Tiempo al tiempo", "Verónica" o "Princesa de cera"; la presencia de uno de nuestros más grandes poetas contemporáneos, Antonio Machado, en "El agua en sus cabellos"; una hermosa canción creada a partir del poema "Howl", de Allen Ginsberg: "El peso del mundo"; dos nuevas canciones con textos de Francisco Escalada: "Cuerpo de ola" y "Pequeña muerte"; "Dolores, Dolores", canción dedicada a la cantante catalana Dolors Laffitte,  escrita por Luis Martínez; "Testimonio", de Jesús Rojas, y, finalmente, "Volar es para pájaros", maravillosa canción escrita, mano a mano, con Pablo Guerrero.



«Hace tiempo era un niño buen cazador de nubes
y es que al cielo subía por sumas de escaleras
trepando por la hierba de luz del arco iris
o por los hilos de sol de mis cometas.

Ahora quiero volar, y sé que antes del silencio,
antes del bien y del mal, del cruel y del tirano
pasaba por el mundo sobre ángeles y cosas
un hombre libre con alas en las manos.

Ahora vuelvo a volar. Tengo unas alas blancas
con que abrazar el aire, romper el horizonte,
llegar hasta ciudades lejanas como sueños
y enseñarles a todos que es posible la vida.

Suben a mi ventana gritos alucinados,
chirridos de sirena arañándome entero
y voces de «estás loco, volar es para pájaros».
Pero extiendo mis alas, miro hacia el cielo y salto,
miro hacia el suelo y caigo».

"De paso", por otra parte, fue un disco magistralmente ilustrado por Octavio Colis.

Ilustración de Octavio Colis que aparece en la contacubierta
del disco "De paso", de Hilario Camacho.

Para finalizar este tercer "cuelgue" sobre Hilario Camacho, voy a comentar algo que analizado desde la actual perspectiva no es más que una simple curiosidad, o una anécdota; pero que en el momento en que se produjo –junio de 1975– fue algo tremendamente significativo sobre los orígenes de la llamada "canción de autor", y sobre el famoso debate –creo que hoy superado– respecto al carácter político –o mejor, al tipo de compromiso político– que debía caracterizar la identidad y la obra de los "cantautores".

En el mismo número de la revista Ozono, antes citada, se publicó el contenido de una mesa redonda sobre la calificada como "la otra canción española". 


En aquella mesa redonda, en la que participaron los más importantes entendidos y críticos músicales del momento, refiriéndose a Hilario Camacho, se decía lo siguiente:

«El caso de Hilario es bastante particular, es un poco parecido al de Maria del Mar Bonet en Barcelona, que no ha tenido nunca una línea de canciones excesivamente comprometidas [...]. Él –se siguen refiriendo a Hilario se planteaba al principio los mismos problemas que se sigue planteando ahora, es decir, el problema del hombre, de la soledad, problemas más bien de tipo humano antes que de tipo político o sociales en sus canciones. Siempre ha tenido una línea en donde, de vez en cuando, metía una canción comprometida, pero eso sigue haciéndolo hoy día; hoy sigue metiendo, por ejemplo, “El son del deshaucio” en los recitales y sigue cantando “A desalambrar”, de Viglietti, o “Como todos los días” y pienso que esa es la cota de compromiso más alta donde ha llegado. Es lo mismo caso que Maria del Mar, que ha cantado sólo una canción comprometida en su vida, que es el “¿Esta gente que querrá?”, todas las demás canciones suyas giran sobre problemas humanos o temas más o menos relacionados. Yo pienso que Maria del Mar e Hilario están en una diferente gama de compromiso, una gama estética más bien».

Se trata, evidentemente, de una valoración y de una crítica que no tiene ningún sentido y en la que se asumen errores importantes que con el paso del tiempo ha costado mucho deshacer. Entre esos errores,  en primer lugar, la separación insostenible que se formula entre lo humano y lo político –¿como se puede afirmar que una defensa del humanismo, y de los derechos y valores humanos, no supone una toma de postura profundamente política?–; por otra parte, es un error el concepto de "compromiso" que se plantea; y, lo que me parece más radicalmente falso e injusto, es la calificación que se hace del compromiso de Hilario y de Maria del Mar como compromisos simplemente estéticos.

Indiscutiblemente con el paso del tiempo el texto que acabamos de leer da risa, y solo es explicable en el contexto de aquella terrible dictadura franquista a la que era necesario hacer frente con posicionamientos radicales... 

Pero lo cierto es que en aquel momento hubo gente que no entendió el compromiso de Hilario; un compromiso que fue realmente auténtico, reivindicativo de la dignidad humana, del amor, de la libertad, de la sexualidad apasionada y sin pautas, del derecho a la duda, de la vida como una búsqueda permanente, del rechazo a la soledad...; y a fin de cuentas, de defensa del valor de la vida. 

Así fue Hilario un humanista profundo, un músico hasta la médula, un rompedor de moldes, un hombre que quiso defender su libertad hasta el final...; y que, posiblemente, por todo eso, no siempre fue bien comprendido.

4 comentarios:

  1. El primer compromiso es con uno mismo. Somos indivíduos irrepetibles y debemos aportar lo mejor de nosotros mismos a la sociedad para mejorarla. En alguien creativo como Hilario eso se traduce por escribir, musicar, componer o cantar aquello que sienta al márgen de modas, estrategias u oportunismos porque de lo contrario estaría traicionando a su talento. Si todos hiciésemos lo mismo el mundo sería muy diferente y mejor.
    Abrazos y acordes, Fernando.

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  2. Xurxo, totalmente de acuerdo. Un abrazo muy, muy fuerte.

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  3. Hay, creo, otro error muy importante en el texto de la mesa redonda sobre "la otra canción española", especialmente para los que tenemos algo de memoria: Maria del Mar Bonet cantaba en catalán cosa que en aquella época era un acto revolucionario y antifranquista y, como tal, un compromiso político. Un compromiso donde uno se jugaba la piel.

    Adelante Fernando!! Sigue desasnándonos!!

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  4. Creo que este es mi disco preferido de Hilario, siempre que puedo versiono "volar es para pájaros". Comulgo al 150% con la forma de ver la música y el compromiso que Hilario expone en este trabajo

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