En 1985, coincidiendo con la grabación de su primer LP –"Recoletos"–, Javier Begia, sin dejar de componer sus canciones. e impulsado por la necesidad de aventurarse permanentemente en el mundo de la experimentación musical, formó, junto con Luis Delgado y Manuel Illán, un grupo al que llamaron Ishinohana, con el que grabaron un primer álbum titulado "La flor de piedra" (1986).
Pasados unos años el grupo Ishinohana, retomó su actividad musical, transformándose en un dúo, integrado por Luis Delgado y Javier Bergia; dúo que llegó a grabar tres discos fundamentales: "Un mundo sin fronteras" (1995) –que contiene la banda sonora de la serie de TVE del mismo nombre–, "Todos estos años" (1995) y, más recientemente, editado en 2003 por Nubenegra, "Shanti" –que en lengua hindi significa "paz interior"–; álbum creado en homenaje a la figura de George Harrison y a su relación de amistad y de composición con Ravi Shankar –una de las figuras más importantes en el mundo de la música clásica en la India–, del que el periodista Gernot Dudda formuló esta valoración en "World Music Magazine": «Da gusto comprobar que todavía hay creaciones así; de estas que escapan con gusto de las modas y que conforman, sin proponérselo, un poso de atemporalidad capaz, por sí solo, de purificar y dignificar el resto de la producción musical».
Paralelamente a esa intensa actividad musical –la música es para Bergia como una pasión que irremediablemente le invade–, Javier nunca ha dejado de crear y de interpretar sus propias canciones en solitario. Concretamente a aquel primer álbum titulado "Recoletos", del que hablábamos ayer, le siguió "La alegría del coyote" (1988); disco en el que le acompañaron músicos como Billy Villegas, Tino di Geraldo, Álvaro Peire, Manolo Díaz, Vicente Herrera, Begoña Olavide, Fernando Lago o Pepe Millán.
De los temas que integraron aquel disco yo destacaría el tema instrumental con el que lo concluye, llamado "La alegría del coyote", dedicado a la cantante canadiense Joni Mitchell, a quien Javier admira y considera uno de sus referentes; y canciones como "María de los desamparados", Madre dormida", "Tomando una caña en la ciudad de Morgan", o "Neptuno", canción que desde siempre me ha parecido magnífica y de una riqueza poética extraordinaria.
«Llega el invierno de un año más,
otoño tan tierno porqué te vas.
Las hojas caían por el bulevar,
los árboles viejos no paran de hablar
con el águila que muerde la cola del león,
con los pájaros verdes locos del río,
con la primavera de otro planeta,
con una caracola de Neptuno.
Llega el verano sin avisar,
la primavera porqué se va.
Se va la nieve, llega el mar,
otoño tan tierno dónde estará.
Con el águila que muerde la cola del león,
con los pájaros verdes locos del río,
con la primavera de otro planeta,
con una caracola de Neptuno».
("Neptuno")
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