Tercera y última entrega –de momento– de los cuelgues dedicados a la "insultante" palabra: "DENEGADO".
Hoy las víctimas de la intolerancia que oculta esa palabra "ruín" son el Club de Amigos de la UNESCO y un Homenaje Nacional a León Felipe.
Este homenaje nacional al poeta León Felipe pensaba celebrarse en el Teatro Monumental, de Madrid, el día 14 de marzo de 1977, año y medio después de la muerte del "Franquísimo". Como puede leerse en el cartel anunciador, el homenaje iba a desarrollarse en dos partes;
Primera parte:
• Palabras del presidente del CAUN (Club de Amigos de la UNESCO).
• Proyección de un documental sobre la vida y la obra de León Felipe.
• Introducción al acto por Matías Abraham.
• "Semblanza de León Felipe" por Francisco Ginés de los Ríos.
• Recital de poemas de León Felipe, por Ana Belén y Adolfo Marsillach.
Segunda parte:
• La voz de León Felipe. (Documento sonoro).
• Recital de canciones. Intervienen: Soledad Bravo, Aguaviva, Adolfo Celdrán, Francisco Curto y Luis Pastor.
Con motivo de aquel homenaje Rafael Taibo –en nombre del CAUN– realizó al diario ABC las siguientes declaraciones: «El homenaje era una vieja idea del Club, pues anteriormente ya intentamos organizar otro que no se pudo llevar a cabo. [...] Se han sumado a la convocatoria desde Espriú a Jorge Gullén. [...] En cuanto a los artistas, hubiéramos querido haber acudido a más, pero como todos querían participar, se hubiera convertido en un homenaje monstruo, y decidimos invitar a los cantantes que habían musicado a León Felipe». (Diario ABC, martes 8 de marzo de 1977. Entrevista realizada por Pilar Trenas).
Con todo preparado, y a punto, el día 12 de marzo, dos días antes del Homenaje, Rafael Taibo recibió la siguiente comunicación de la Dirección General de Seguridad –Jefatura Superior de Policía–, en nombre del Gobernador Civil de Madrid.
Denegación increíble y vergonzosa sobre todo por los motivos expresados por el Comisario Jefe en nombre del Gobernador Civil: por posible alteración del orden público y, esto es lo más divertido, "por no especificar el carácter del mencionado acto"... motivo que demuestra lo fachas, lo incultos –por lo visto no sabían leer– y, sobre todo, lo cabronazos que eran aquellos "personajillos" que todavía nos gobernaban en 1977. (Algunos de ellos aún esperan, ocultos en algún partido y ya mayorcitos, a poder seguir gobernándonos en el futuro).
Han pasado los años y hoy, desde el punto de vista de la libertad de expresión, hemos progresado tremendamente; la transición fue dura, pero al final la democracia fue una realidad conquistada...; conquistada, entre otros, por aquellos a los que durante años se les había DENEGADO LA VOZ Y LA PALABRA.
Pero, por desgracia, hoy por hoy –en pleno siglo XXI–, la palabra DENEGADO sigue haciendo estragos ejercida, ahora, por una nueva dictadura –más sutil y enmascarada– liderada por el "dinero" –la "pela"– y por el "poder". Situación que me recuerda una canción de Aute dedicada a Jaume Sisa; la canción se titula "Va como va" y pertenece al disco "Segundos fuera" de Eduardo, grabado en 1989.
«"Esto se acaba", me dijo con voz de congoja
al entrar por la puerta,
"culos de vaso sus ojos", la lágrima a punto
y la mirada muerta.
"¿Qué te pasa, cantautor?", le pregunté.
[...] "No hay más patrón, ni más ley, ni más dios, ni más rey
que el maldito dinero",
Dijo, furioso, mi amigo clavando en la diana
un disparo certero.
"No me tomes por idiota pero es que
no comprendo tu discurso", confesé.
Y me habló, le escuché:
"Arte, poseía, belleza ¡qué extrañas palabras!,
¿serán un conjuro?
Hoy cualquier cerdo es capaz de quemar el edén
por cobrar un seguro.
Y así va como va,
va como va...».
"Arte, poesía, belleza ¡qué extrañas palabras! ¿serán un conjuro"... Pongamos un ejemplo de esta realidad refiriéndonos, en concreto, al trabajo que vienen realizando últimamente los nuevos "cantautores":
... Tienen un proyecto, por ejemplo, la maqueta de un disco en el que han derrochado ilusiones, trabajo, esfuerzo y hasta dinero... consiguen –¡que ya es conseguir!– hablar con alguien de una discográfica medianamente conocida y... ¡DENEGADO!...
... al final, con más ilusiones, más trabajo, más esfuerzo y mas dinero, te autoproducen el disco, lo cuelan en una distribuidora, y van con él a la redacción de un periódico o de una emisora de radio para que hagan una reseña o pongan alguna canción y... ¡DENEGADO!...
... luego resulta que la discográfica, o la distribuidora, decide cerrar –como le ocurrió al sello Factoría Autor– no se sabe muy bien por qué motivos –desde luego no por la ruina de la SGAE– y todo: sus proyectos, su disco, sus ilusiones... ¡al carajo!... ¡DENEGADOS! ... "
Y así va como va...". Menos mal que aún quedan en el aire, y en la realidad de mucha gente, las palabras del poeta Blas de Otero:
«Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra».
Ayer se publicaban estas declaraciones de Raimon: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=670475
ResponderEliminarPero, ¿es sólo por el dinero? Digan lo que digan los promotores, se han financiado discos de cantantes muy famosos con sumas multimillonarias y han resultado ser un auténtico fracaso. Puede que sea un paranoico, pero comienzo a pensar que en esto opera algo más.