El estar auto-reeditándome la biografía de Luis Eduardo Aute en mi blog me está resultándo especialmente interesante entre otras razones porque me está haciendo regresar al origen y a las raíces de su pensamiento, de sus experiencias vitales y, en ellas, al sentido más profundo y más real de su obra poética y musical teñida de una coherencia radical y de un humanismo profundamente reflexivo.
No puede entenderse la obra de Aute en su conjunto sin conocer aquellos orígenes en los que se fundamenta su totalidad y en los que se revela su esencia y su autenticidad. Unos orígenes vividos en el ámbito de cuatro grandes coordenadas existenciales: EL AMOR, LA MUERTE, LA VIDA y LA DUDA. Cuatro coordenadas que conformaron TRES TRILOGÍAS en la creación y en el desarrollo de sus primeras obras poéticas y musicales:
Recuerdo que cuando Eduardo y yo decidimos crear aquella biografía –pensada y escrita en muchas horas compartidas– nos propusimos dejar huella y memoria de aquellos orígenes y raíces. De hecho ese es el periodo de su obra recogida en el libro y en los discos que se adjuntaban... Tras la edición de "Nudo", Eduardo publicó su primera síntesis titulada "20 canciones de amor y un poema desesperado" (1986), y al año siguiente editamos en el Círculo de Lectores el discolibro biográfico "Aute. Testimonios musicales", o sea, el libro que ahora estoy auto-reeditándome.
Creo que es importante recordar esta etapa primera y esencial en la vida y en la obra de Eduardo. Poco, o nada, ha venido después en su obra que no se fundamente en aquella primera tensión vital y apasionada entre EL AMOR, LA MUERTE, LA VIDA y LA DUDA.
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