El pasado domingo, 26 de junio, CARLOS DE ABUÍN ofreció un concierto –en la sala "Segundo Jazz Club", de Madrid–, con motivo de la presentación de su nuevo disco titulado "Sólo por eso".
Carlos de Abuín. |
Un concierto que resultó especialmente mágico y entrañable porque en él confluyeron tres factores que lo conviertieron en un éxito en sí mismo, es decir, al margen de cualquier otra circunstancia ajena a la música y a las canciones.
El primero de esos factores fue la magnífica "banda" que acompañó a Carlos en el pequeño escenario de la sala "Segundo Jazz Club": Dr. Maíllo –al bajo–, Pablo Ager –con su guitarra y su mandolina–, Víctor Fresno –a la percusión–, Manu Míguez –al teclado– y Beatriz Pérez Otín –haciendo coros–.
Magnífica "banda" sobre todo por la complicidad manifestada entre sus componentes –surgida, sin duda, de la amistad con Carlos– y, por supuesto, por la calidad de cada una de sus intervenciones. Una "banda" que supo ofrecernos música en "estado puro", que fue capaz de crear un clima muy relajado, y que, en todo momento, se dedicó a mimar, a acariciar y a embellecer la palabra Carlos –tierna y desgarrada a la vez– para que pudiéramos disfrutarla.
El primero de esos factores fue la magnífica "banda" que acompañó a Carlos en el pequeño escenario de la sala "Segundo Jazz Club": Dr. Maíllo –al bajo–, Pablo Ager –con su guitarra y su mandolina–, Víctor Fresno –a la percusión–, Manu Míguez –al teclado– y Beatriz Pérez Otín –haciendo coros–.
Magnífica "banda" sobre todo por la complicidad manifestada entre sus componentes –surgida, sin duda, de la amistad con Carlos– y, por supuesto, por la calidad de cada una de sus intervenciones. Una "banda" que supo ofrecernos música en "estado puro", que fue capaz de crear un clima muy relajado, y que, en todo momento, se dedicó a mimar, a acariciar y a embellecer la palabra Carlos –tierna y desgarrada a la vez– para que pudiéramos disfrutarla.
Dr. Maíllo, Carlos de Abuín, Pablo Ager y Beatriz Pérez Ortiz. |
Dr. Maíllo. (Bajo). |
Pablo Ager. (Guitarra y mandolina). |
Víctor Fresno. (Persucisones). |
Manu Miguez. (Teclado). |
Beatriz Pérez Otín. |
El segundo factor o ingrediente del éxito del concierto –desde la pura perspectiva del "disfrute"– fue poder ver, sentir y escuchar a Carlos de Abuín "tal cual es", es decir, con sus sentimientos –«quejas y palpitaciones»–; con sus sonetos entretegidos de desgarros y amores; con su misteriosa y atractiva complejidad –a veces tan impulsivamente radical y desconcertante, y otras tan honestamente tierno–; con sus raíces rockeras –"se le ve el plumero"–; y con su palabra cantada al desnudo y a flor de piel –al estilo de lo más clásicos cantautores.
Carlos le cantó a Johannes Kepler –observamos los cielos, soñamos con planetas, y contemplamos la bella luna, madre luna–; nos regaló una versión muy hermosa de "Amsterdam" –canción mítica de Jacques Brel–; cantó uno de sus sonetos para biófilos: "Bosque noruego"; interpretó a Gabriel Celaya del que ha musicalizado uno de sus poemas más complejos titulado "Morir"; sentimos corretear por el escenario "dos gatos negros"; bebimos cerveza –«madre, hermana, esposa, sabia como el amor»–; conocimos a "La Dama de los Libros"; y nos emocionamos –yo al menos me emocioné– con la «pequeña flor que nace entre el tedio y el sol, y que se abre paso en el asfalto hostil» –siempre me han impresionado mucho esas hierbas y esas flores que crecen increiblemente en el asfalto.
«Pequeña flor que callas los secretos del amor
pequeña flor que guardas versos en un cajón
Sale en la acera, nadie se fija en ti,
firme y pensativa entre pisadas mil.
Pequeña flor que hablas al sediento peatón,
pequeña flor que cantas al cielo tu candor,
bailas como el junco una danza sin fin
entre el humo y el viento se te oye gemir˝.
Carlos de Abuín. |
En el concierto que Carlos nos ofreció el domingo pasado hubo un tercer factor que contribuyó a su éxito real, fue la participación –acompañándole– de dos cantautores "con solera": Pablo Ager y Francisco Espinosa.
Pablo Ager. |
Francisco Espinosa. |
En concreto Francisco Espinosa cantó dos de los "Sonetos para biófilos", de Carlos Abuín, a los que ha puesto música: "El día después" y "Barcelona", del que reproduzco un fragmento.
«La primera vez que vio el mar
Llevaba puesta su armadura
Caballera y firme compostura
Y el sol se empezaba a despertar.
No dejó el horizonte de admirar
El agua clara, la tierra oscura,
Sosegados su mal y su cordura
Queda el alma de amar y batallar [...]».
De izquierda a derecha: Dr. Maíllo, Carlos de Abuín, Víctor Fresno, Francisco Espinosa, Pablo Ager, Beatriz Pérez Otín y Manu Míguez. (Fotografía de Beatriz Pérez). |
Cúanto me alegro que le fuera bien a Carlos! Son una gente estupenda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, sí que lo son y tu también!
ResponderEliminarCarlos