El libro "VIVA VOZ (CANCIONES)", de Jesús Munárriz se editó, en 2002, por la Diputación de Granada, dentro de la Colección "Maillot Amarillo"; la obra se estructura en cuatro capítulos, o conjunto de canciones:
I. Porque no estamos conformes. Canciones que hacen referencia a la rebeldía de los últimos años del franquismo, cuando los versos supieron convertirse en rayos, en caballos, en galopes que cortaban el viento para defender la libertad.
II. La vida a tragos
III Versiones, de Brassens, de Wolf Bierman (Cantante de protesta comunista en Alemania durante los años sesenta y setenta) y algunos fados.
IV. Canciones de amor.
Este libro de Jesús Munárriz está prologado por Luis García Montero; interesantísimo prólogo –titulado "Estoy en las palabras", del que ya hablamos en otra ocasión anterior– en el que Luis aborda el tema de la canción y de la poesía como géneros diferentes.
«Las canciones de Jesús Munárriz –escribe Luis García Montero– evocan un tiempo personal muy reconocible de la historia de España. Crónica se sentimental de lo privado y de lo público, las letras de la canción salen de los labios, se extienden por las salas de conciertos, por las alas inmensas de las grabaciones, por la cultura y las inquietudes de un país, y luego se quedan flotando en la memoria, hasta que vuelven a unos oídos o unos ojos, convertidas en asunto personal, en viva voz callada del recuerdo. La memoria vive en las huellas que deja el tiempo sobre la arena o en los estribillos que dejan las canciones sobre la historia. Por eso este cancionero de Jesús Munárriz nos ayuda a recordar una época de la historia de España, pero nos permite también conocer el tumulto íntimo de la juventud de un poeta, la escala de imaginación y realidades por las que subieron después hasta nosotros los poemas de "Viajes y estancias" (1975), "Otros labios me suenan" (1992), "De lo real y su análisis" (1994) o "Corazón independiente" (1998).
Al hablar de sus antiguas composiciones, cantadas por él o por Rosa León, Marisol y Luis Eduardo Aute pone interés en distinguir la poesía de la canción, o más exactamente, los poemas de las letras de las canciones. Hace bien, porque géneros distintos exigen recursos diferentes, y no es lo mismo el campo de juego de las páginas de un libro, pocos lectores con los ojos muy abiertos, que el aire colectivo de un acontecimiento musical, mucho público con los ojos más bien cerrados y un mechero encendido en el corazón. Son dos cosas distintas, y cada una tiene su exigencia y su importancia. Yo soy lector de los poemas de Jesús, pero también he oído mucho las canciones que incluyó Rosa León en "Al alba", "Oído por ahí" y "Cuenta conmigo". Tracionaría mi experiencia emocional si renunciase a alguna de las dos cosas».
Dice Luis García Montero que la memoria vive en los estribillos que dejan las canciones en la historia; vamos a recordar algunos estribillos de las canciones de Jesús Munárriz.
I. Porque no estamos conformes. Canciones que hacen referencia a la rebeldía de los últimos años del franquismo, cuando los versos supieron convertirse en rayos, en caballos, en galopes que cortaban el viento para defender la libertad.
II. La vida a tragos
III Versiones, de Brassens, de Wolf Bierman (Cantante de protesta comunista en Alemania durante los años sesenta y setenta) y algunos fados.
IV. Canciones de amor.
Este libro de Jesús Munárriz está prologado por Luis García Montero; interesantísimo prólogo –titulado "Estoy en las palabras", del que ya hablamos en otra ocasión anterior– en el que Luis aborda el tema de la canción y de la poesía como géneros diferentes.
«Las canciones de Jesús Munárriz –escribe Luis García Montero– evocan un tiempo personal muy reconocible de la historia de España. Crónica se sentimental de lo privado y de lo público, las letras de la canción salen de los labios, se extienden por las salas de conciertos, por las alas inmensas de las grabaciones, por la cultura y las inquietudes de un país, y luego se quedan flotando en la memoria, hasta que vuelven a unos oídos o unos ojos, convertidas en asunto personal, en viva voz callada del recuerdo. La memoria vive en las huellas que deja el tiempo sobre la arena o en los estribillos que dejan las canciones sobre la historia. Por eso este cancionero de Jesús Munárriz nos ayuda a recordar una época de la historia de España, pero nos permite también conocer el tumulto íntimo de la juventud de un poeta, la escala de imaginación y realidades por las que subieron después hasta nosotros los poemas de "Viajes y estancias" (1975), "Otros labios me suenan" (1992), "De lo real y su análisis" (1994) o "Corazón independiente" (1998).
Jesús Munárriz. |
Dice Luis García Montero que la memoria vive en los estribillos que dejan las canciones en la historia; vamos a recordar algunos estribillos de las canciones de Jesús Munárriz.
«Porque no estamos conformes
con este mundo de sombras,
porque no queremos ir
dando tumbos por la historia...
Por eso cantamos densas,
densas palabras de tierra y piedra;
por eso cantamos altas,
altas palabras de sueño y de espera».
("Porque no estamos conformes")
«La jerarquía, la devoción,
la trapería, la soltería,
la pía arpía, la carestía,
la rebeldía, la amnistía,
la satrapía de la hidalguía,
la sodomía, la monarquía,
la minoría, la mayoría,
la epifanía, la poesía,
todo se compra, todo se vende,
todo se vende, todo se compra.
todo es dura mercancía».
("Todo se compra, todo se vende")
«Hemos viajado juntos
a toda vela,
hemos andado siempre
la misma senda [...]
Mano a mano tú y yo,
codo con codo
viajeros por iguales
pieles y poros».
("Hemos viajado juntos")
No hay comentarios:
Publicar un comentario