Ayer por la tarde decidí hacerme mi primer regalo de Reyes y me compré el que va a ser mi primer disco del año: "Mujeres de agua", disco producido y dirigido por Javier Limón en el que participan doce mujeres extraordinarias: Aynur –cantante kurda–, Eleftheria Arvanitaki –griega–, Yasmin Levy –israelí de origen sefardí–, Mariza –portuguesa–, Estrella Morente, La Susi, Carmen Linares, Montse Cortés, Buika, Sandra Carraco, La Shica y Genara Cortés.
Nada más llegar a casa escuché el disco muy relajado –como debería hacerse siempre–, recuperé su origen y su historia, y me di cuenta de que me había hecho un regalo maravilloso: me había regalado la percepción sensorial y el disfrute de uno de los valores que considero más importantes: el valor de la "belleza"; valor que se genera y es generador de la libertad, de la solidaridad, de la ternura, de la justicia y, en fin, de todos los valores en los que creo.
En este caso, la percepción y el disfrute de la "belleza" me han llegado por tres senderos que se complementan:
El primero de esos senderos ha sido la belleza musical, poética e interpretativa de todas y de cada una de las canciones de "Mujeres de Agua"; la mayoría de ellas compuestas –música y letra– por Javier Limón con la mirada y los sentimientos puestos en el Mediterraneo.
• Bella la sonoridad flamenca y jonda del clarinete turco de Hüsnü Senlendirici y el "grito desgarrao" de Aynur.
• Bella la voz madura y ya sabia, de tanto cantar, de La Susi, "bailando el agua".
• Bella Manuela –la más hermosa de la plazuela– en la copla de Estrella Morente, que lleva el cante en la sangre porque su padre, no se sabe como, supo amamantárselo
• Bella la melancólica y enternecedora voz de Mariza cantando un fado de Alberto Janes que remueve la sangre.
• Bella Carmen Linares –maestra del cante– mirando a la media luna tunecina y esperando el regreso de lo más amado.
• Bella la sensualidad seductora de Buika en la penumbra divina y prieta de los recuerdos
• Bella Montse Cortés con su "beso libanés" que acaricia y remueve la sensibilidad hasta las entrañas.
• Bella la copla de "la calle del Olivar" en la que Sandra Carrasco, de la mano y el abrazo de Javier Limón, nos trae el entrañable recuerdo de Enrique Morente.
• Bella el "agua de una fuente misteriosa" de la que La Shica nos incita a beber.
• Bella Yasmín Levi, dándole sangre y latido a una canción tradicional ladina.
• Bella, bellísima, el alma griega que trasnpira el cantar de Eleftheria Arvanitaki.
• Y bella la contundente voz de Genera Cortés que te atrapa y te transporta, casi sin quererlo, hacia un lugar casi vacío, que ella conoce, donde solo quedan dos corazones: "tu corazón y el mío".
El segundo sendero hacia la belleza que me ha abierto el disco "Mujeres de agua" ha sido el de la interculturalidad, o sea, el del hermaniento y el abrazo de las culturas, en este caso, mediterráneas.
Una vez más me queda claro, y es evidente, que la música hermana, rompe fronteras, nos hace sentirnos amantes universales, cultiva y engendra la posibilidad de una ternura sin límites...; y todo esto es radicalmente bello.
(Por otra parte, y en otro tono, hay quien dice que "la música amansa a las fieras", a mi, en este momento de mi vida, no me pasa, sino todo lo contrario: la música y discos como "Mujeres de agua" lo que hacen es "despertarme la fiera de la pasión"; esa pasión que el paso de los años, querámoslo o no, se va relajando... ¡Bendita la música porque el despertar de la pasión también es muy bello!)
Una vez más me queda claro, y es evidente, que la música hermana, rompe fronteras, nos hace sentirnos amantes universales, cultiva y engendra la posibilidad de una ternura sin límites...; y todo esto es radicalmente bello.
(Por otra parte, y en otro tono, hay quien dice que "la música amansa a las fieras", a mi, en este momento de mi vida, no me pasa, sino todo lo contrario: la música y discos como "Mujeres de agua" lo que hacen es "despertarme la fiera de la pasión"; esa pasión que el paso de los años, querámoslo o no, se va relajando... ¡Bendita la música porque el despertar de la pasión también es muy bello!)
Fotografía de Tomàs Abella perteneciente a la exposición también llamada "Mujeres de agua" de Intermón Oxfam. |
El tercer sendero de acceso a la belleza que me proporciona este hermoso disco, que vengo comentando, es el de la solidaridad; "Mujeres del agua" es un disco solidario con los millones mujeres en todo el mundo a las que se les priva del derecho a la libertar, tanto, que en algunos países, hasta se les prohibe cantar... y este gesto solidario es muy bello...; la solidaridad cuando se practica a corazón abierto crea belleza de ida y vuelta, es decir, por parte de quien la ofrece y en quien la recibe... ¡Bendita sea la música solidaria!
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