Orlis Pineda. (Fotografía: Juan Miguel Morales). |
«Me quería comprar un DVD
con los discos de Alejandro Sanz
una piscinita de champán
y un lujoso mágico chalet
me quería pasear por Chamberí
y brindarme un vino de burdeos
me quería llevar al Bernabéu
para ver jugar al Real Madrid
Me decía Orlis que te pasa
que nada quiere aceptar
yo le dije yo no quiero nada
nada material
Yo lo quiero es mucho amor
yo lo que quiero es tu corazón».
("Mucho amor". Orlis Pineda).
Estos versos que acabamos de leer –con su música correspondiente– son los primeros se escuchan cuando te dispones a disfrutar del disco de ORLIS PINEDA que acaba de publicarse con el título de "REINICIANDO"; primeros versos –primera canción– que nos dan el "tono" de todo lo que después escucharemos; el tono musical, el tono poÉtico, y, en particular, el tono humano y profesional del "cantautor" cubano con el que desde hace tiempo tenemos la suerte de compartir y disfrutar hermosas canciones.
La audición del disco de Orlis –que me lo dio personalmente el pasado día 16, en mitad del concierto de "Los Maestros Cantores"– me ha vuelto a plantear –una vez más–, y me ha servido, para darle "otra vuelta de tuerca" a mis últimas reflexiones sobre la "canción de autor", y, más en concreto, sobre ese tipo de creador al que le atribuímos –o al menos, yo se le atribuyo– el nombre de "cantautor".
Esas reflexiones, tras escuchar el disco de Orlis, se han centrado en torno a dos cuestiones que considero esenciales:
La primera, tiene que ver con el concepto de "cantautor" en si mismo. En ese sentido me reafirmo, una vez más, en que se puede tener muy buena voz, cantar muy bien, componer con calidad, hacer "bonitas" canciones, y, sin embargo, no pertenecer a ese género al que tanto admiro. Yo, personalmente, a un "cantautor" le exijo –y tengo mi derecho a hacerlo– como mínimo, lo que Miguel Ángel Morelli –escritor argentino– plantea en su poema-canción titulado "Cantor de oficio"; o sea, esto:
«Mi oficio de cantor es el oficio
de los que tienen guitarras en el alma.
Yo tengo mi taller en las entrañas
y mi única herramienta es la garganta. [...]
El cantor es un hombre más que anda
transitando las calles y los días,
sufriendo el sufrimiento de su pueblo
y latiendo también con su alegría».
Pues bien, tras la escucha de "REINICIANDO" –disco de Orlis Pineda– y, conociéndole desde hace tiempo, he de afirmar con rotundidad que nos encontramos frente un auténtico "cantautor" que encarna a la perfección las cualidades indicadas por Morelli en su anterior poema. El propio Orlis nos lo canta:
«Lloviznando va buscando paraíso
haciendo del vuelo una canción de auoras
saliendo a la medida por la voz de mi guitarra,
la cómplice y testigo de mis sueños,
la fiel historiadora del amor
que archiva las leyendas de mis ansias
en rosas, en locuras y en adiós».
("Piedra blanca". Orlis Pineda).
Respecto a las canciones de este disco de Orlis, podría pasarme el día escribiendo; pero ¡no!, procuraré sintetizar.
En primer lugar incidir en el carácter que en todas ellas se hace notar del concepto, o mejor, de la experiencia de "ida y vuelta" que late en la identidad de Orlis y, por tanto en sus creaciones.
"Ida y vuelta" asumida con agradecimiento, con respeto y con amor, en particular, en dos de las canciones del disco: "Habana sí" y "Yo te quiero Madrid".
La segunda reflexión que me suscita el disco y el propio Orlis, también con referencia al concepto de "cantautor", tiene que ver con su personalidad.
Para mi –ya lo sabéis– una de las más importantes cualidades que busco y me obsesionan –y que no siempre encuentro entre los que se autodenominan "cantautores"– es la "HUMILDAD"; cualidad que siempre engrandece al ser humano, entre otras razones, porque deja al descubierto y "da a luz" la grandeza de su humanidad, de su arte y de su sensibilidad. (Evidentemente, si lo que se posee es una evidente pobreza humana –pura mediocridad–, o simplemente inseguridad, no conviene ser humilde, es mejor, enmascararse con posturas y comportamientos "ombligistas", "prepotentes" y "mesiánicos"; o sencillamente, dedicarse a buscar y prodigar el amparo, a la larga siempre inútil, del "famoseo").
Pues bien –vuelvo a decirlo– ORLIS PINEDA es un "cantautor" muy grande, porque siendo "gran cantautor" poética y musicalmente, es, a la vez, un ser humano "bellamente humilde", "hermosamente humilde". Lo era cuando lo conocí, lo ha sido siempre que me he encontrado con él, lo es ahora y creo que nunca dejará de serlo porque, en realidad, esa es su condición humana más valiosa y con la que mejor sabe crear.
Orlis Pineda. (Fotografía: Juan Miguel Morales). |
Y tras la larga introducción anterior –no podía, ni quería dejar de hacerla–, ¡vamos con el disco!
"REINICIANDO": nueve hermosas canciones apadrinadas, en primer lugar, por la experiencia, el mucho cantar, y el permanente "reiniciar" –siempre esperanzado– de Orli; y apadrinadas también por un extraordinario grupo –auténtica banda, ¡esto sí es una banda!– de músicos y amigos: Jesús Mendoza, Alfredo Ochoa, Ernesto Bravo, Miguel Cano, Andrés Cisneros, Pedro Esparza, Fernando Hutado, Manu Clavijo –siempre ahí solidario, ¡como le admiro!–, Alfredo Ochoa, Jesús Mendoza, mi querida María Barnuevo, Benny Terán –en los arreglos–, Manuel Pájaro y Carlos Díaz –asistentes de grabación–, Mauco Sosa –gráfica y diseño– Luis del Toro –grabación y mucho más– y Juan Miguel Morales nuestro amigo del alma.
Cubierta creada por Mauco Sosa a partir de una fotografía de Juan Miguel Morales. |
Respecto a las canciones de este disco de Orlis, podría pasarme el día escribiendo; pero ¡no!, procuraré sintetizar.
En primer lugar incidir en el carácter que en todas ellas se hace notar del concepto, o mejor, de la experiencia de "ida y vuelta" que late en la identidad de Orlis y, por tanto en sus creaciones.
"Ida y vuelta" asumida con agradecimiento, con respeto y con amor, en particular, en dos de las canciones del disco: "Habana sí" y "Yo te quiero Madrid".
Habana
«tú tienes una mirada
que muchos quieren tener,
tú tienes una mañana
que abre caminos a la fe».
("Habana sí". Orlis Pineda)
"Entre tanta fantasía,
entre tantos corazones
fui pariendo mis canciones...
por eso yo siempre digo
que Madrid es esperanza».
("Yo te quiero Madrid". Orlis Pineda)
Por otra parte, decir que las canciones de Orlis están preñadas de muy buena música y de una desbordante alegría. Yo cada vez que le escucho no puedo dejar de recordar el día en que –recientemente– celebramos juntos el cumpleaños de Elisa Serna. Aquel día escuchándole a él –y por la feliz e irresistible culpa de su música– Elisa y yo bailamos juntos por primera vez, y eso que no suelo bailar, y que hace más de cuarenta años que nos conocemos... Y es que el amigo Pineda sabe destrozar con sus canciones el "topicazo" de la "canción de autor" como "muerma y aburrida". (Hace tan solo unos días la presentación de "Reiniciando" en Madrid se convirtió e una auténtica fiesta).
Y por último, destacar la "poÉtica" que subyace y transpira en las canciones de Orly; canciones que nos hablan, con apasionada convicción, de amor, de sueños, del pensamiento utópico, de la libertad, de la alegría, de la locura y, a fin de cuentas, de la esperanza.
Y por último, destacar la "poÉtica" que subyace y transpira en las canciones de Orly; canciones que nos hablan, con apasionada convicción, de amor, de sueños, del pensamiento utópico, de la libertad, de la alegría, de la locura y, a fin de cuentas, de la esperanza.
«Eu preciso falar
De otro mundo que va
Respirando sueños de libertad...
De los sueños que no pueden parar...
Sueños
Para los gritos inocentes
Para los supervivientes
Para el que cuida corazones
Para el abrazo de emociones
Al condenado por un beso
Para el amor de un mismo sexo
Para el que sueña cada día
Para la madre utopía
Para el que mata el egoísmo
Para el que quita imperialismo
Para las grandes ilusiones
Para las revoluciones
Para la luz que no marchite
Para la idea que no claudique
Para la única belleza
Para ti naturaleza
Sueños».
("Sueños". Orlis Pineda)
Así pués..., ¡OS LO RECOMIENDO!... "REINICIANDO" de ORLIS PINEDA...; comprar este disco y poder escucharlo es haceros –a vosotros y a vosotras mismas, y a vuestro cuerpo– un GRAN REGALO. ¡Os lo aseguro!
preciosa crónica, maestro... con muuuuchas ganas de escuchar el disco!!!!
ResponderEliminarabrazos!!!