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jueves, 10 de mayo de 2012

CARLOS CANO NARRADOR - «GALLINAS QUE SE COMEN MARIPOSAS» (Tercera parte)

Carlos Cano. 1979

Hoy, en este "cuelgue" concluyo la narración «Gallinas que se comen mariposas" escrita por Carlos Cano en 1972. Extraño, surrealista y misterio relato que he querido rescatar en el blog para reivindicar, como siempre, "la memoria contra el olvido". Con ello, a la vez, rindo mi particular homenaje al amigo cantor andaluz que, como nos recordaba ayer Alfred –asiduo visitante de blog– compuso una canción que decía: «Si en vez de ser pajaritos / fuéramos tigres bengala / a ver quien sería el guapito / de meternos en una jaula» ("Las murgas de Emilio el Moro").

TERCERA PARTE

Profesor salió pensativo y por silencio de comedor. Mientras acostaba, pensó repercusiones podrían traer para ellos peligrosas visiones joven. Ellos no podían aceptar que tras duros años organización fuera pique. ¡Eso nunca! Tradición legado sacro. No misterios. Lo preconcebido ante todo. No exploradores valles diferentes. Ayer con hoy y con siempre siempre... Sacó bolsa bolsillo y comenzó cantar extraños monosílabos mientras arrojaba plumas por ventana; después levantóse y ya sombra, fue sigilosamente habitación Copérnico. Abrió puerta: cama vacía. Entró: sobre mesita noche dormía viejo libro. Comenzó lectura descubriendo en satisfacciones que hablaba sobre pensamientos de muchacho:

«Hay cosas tan diminutas, tan insospechadas, tan insignificantes exteriormente, tan importantes para la vida, que cuando se hacen  comunes a más de una persona, toman la forma de Mariposa Musical, la que da energía a los débiles, vive en el sexo de los enamorados, en el reloj sin tiempo de la alegría, en la suciedad de los mendigos, en la desolación de los que buscan un parque solitario entre las frías callejuelas de cualquier ciudad, en las manos del que amorosamente peina los cabellos de un niño, en los que lloran en los cines y santifican la tierra a fuerza de caídas, en los que pintan versos y escriben cuadros, en los que por primera vez pisan los hospitales, y en la mirada-aguja del Testigo que pronto cumplirá noventa años para su gran familia: aquellos que sin haber podido franquear la "barrera", hoy pueblan los asilos, las cárceles, los manicomios; destrozada su humanidad por la incultura y la calumnia, por el término medio y agobiante que tiende el orden burgués. Son cosas pequeñitas. Pero tan importantes, tan necesarias, para que la ilusión no signifique un mero hecho de palabras, sino de pura conciencia».

Carlos Cano. (Fotografía inédita de Juan Miguel Morales).

«Nunca te levantó la tierra, fueron los cielos: En cualquier lugar del mundo, cuando la soledad entre en su "cuarto creciente" una voz te dirá: "Busca tu rostro en los demás para que en él un día puedan mirarse dignamente los hombres, para..."».


Escuchó ruido Profesor: giró sobresaltado. ¡Quién está!... ¡Copérnico, sé que...! ¡Responde! ¿Dónde?... Midió con mirada habitación sin encontrar sospecha. A pocos segundos oyó: ¡En el Sanctus Universus!... Apareciendo sandalias de visionario bajo cama. Se incorporó lentamente besando entre manos inmensa mariposa que emitía al moverla sonidos-brisa. Después plegaria, sacó estuche terciopelo colores y guardó celosamente la. Luego volviéndose, dijo: ¿Me buscaba? 


Fue grito agudo, prolongado. María Camacho despertó. Salió, escuchó grito débil provenía habitación muchacho suyo. Apresuróse, abrió en temores puerta: todo sombras. Al iluminar, apareció Copérnico y suelo: ¡ECCE HOMO!... Arrodilló junto a suyo y éste en supremo esfuerzo señaló ventana: estaba abierta y en vano. Profesor entró un salto cayendo junto al que arrebatóle estuche aterciopelado, pisoteándolo con asombroso ánimo. Copérnico gritó: ¡No, a ella no!... De entre finas tablillas astilladas comenzó a brotar sangre, dilatándose restos hasta explosión y aparecer cadáver de Copérnico Ego. Profesor temblando, miró fijamente muchacho No-Ego y continuación gallo cobre... Pero túnica blanca, ojos vendados, alas mariposa y cara lampiña besan entre brazos "hobeas corpus" y vuelan tras ventana en corceles incendiados...


–Todo fenómeno puede ser vivido de dos maneras diferentes pero Dios sólo de una: ¡La Nuestra! –dice de un tirón la maliciosa sombra mientras se aleja cacareando por los oscuros pasillos de la casa la Canción de las Desilusiones. "Alea jacta est". Comenzaba la caza de las  mariposas».

4 comentarios:

  1. "No sé por qué te lamentas en vez de enseñar los dientes... Ni por qué llamas mi tierra aquello que no defiendes"

    No sé si sabe Alfred que esa canción le supuso a Carlos estar vetado en la Andalucía del PSOE más de doce años. Listas negras de gentes oscuras...

    Y Carlos tenía razón, Felipe llegó a ser un gran torero..

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  2. Claro que me consta que "mojarse" siempre tuvo y tendrá consecuencias; bajo una dictadura o en plena democracia. De ahí que sea tan meritorio hacerlo. Y de ahí que resulte tan poco meritorio, a su vez, no hacerlo (y sí, estoy pensando en más de un joven cantautor actual, o proyecto de cantautor, que no sale en sus letras de que lo ha dejado la novia, como si nada más sucediera ni importara a su alrededor, con la excusa de que hoy los frentes no están tan claros ni definidos como lo estaban en épocas pasadas -según dice, por ejemplo, Ismael Serrano, otro que sí que se "moja", curiosamente- cuando esta misma canción de Carlos, ya lo vemos, nos confirma que la lucha jamás debió acabar con el cambio de régimen, desde el mismo momento en que siempre habrá injusticias que atacar y denunciar, sean cuales sean las circunstancias).

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  3. Pero yo a lo que venía hoy aquí era a recordar otra de las coplas que se le han dedicado en nuestro Carnaval, el de Cádiz, al gran Carlos Cano, a lo largo de los años, al hilo de este interesantísimo documento relacionado con su obra que ha rescatado Fernando, para todos nosotros, estos días en su blog.

    En esta ocasión se trata de un pasodoble de la chirigota del año 2001 "El Atlético Agujetas", obra de Manolo Santander, en forma de hermoso ruego, de plegaria y oración casi, a la playa de La Caleta, la misma en la que en su día se bautizara el cantautor granadino como parte de un homenaje que Cádiz le brindó, para que lo acogiera en su seno poco tiempo después de que nos dejara, y su letra dice así:

    Ay, Caleta de mi alma,
    ay, Caleta de mi vida, yo que nada te he pedido
    un favor te voy a rogar;
    ay, Caleta de mi alma,
    tú que sabes que yo llevo toda mi vida contigo,
    no me vayas a defraudar.
    Ay, Caleta, sé galante,
    que viene un amigo mío,
    y que no salte el levante,
    aunque sea granaino;
    va a cantarte una habanera
    y se volverán loquitas
    las mojarritas
    tuyas de piera.
    Hazme el favor,
    Caleta mía,
    de portarte bien con quien presumió
    de su Andalucía.
    Aguántate tus temporales,
    que viene un hombre bueno;
    Caleta, ábrele tus brazos,
    porque viene para darse su último baño
    el gran Carlos Cano.

    En el siguiente enlace pueden ustedes escuchar, si lo desean, el citado pasodoble:

    http://www.youtube.com/watch?v=J_PFeFHT5uo

    Y en este otro leer la crónica que el ABC de Sevilla publicó en su momento sobre ese entrañable homenaje que mencionaba antes, que la Tacita dedicó a Carlos Cano y en el que este se bautizó con aguas de La Caleta, declarando luego que "Cádiz demuestra su cariño de una manera que no he visto en ningún sitio":

    http://hemeroteca.abcdesevilla.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1987/08/18/032.html

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Alfred, como siempre, un millón de gracias por tus aportaciones, por tu pasión y por tu afecto. Un abrazo.

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