Alfredo Zitarrosa. |
ALFREDO ZITARROSA –poeta, compositor y cantor popular– nació en Montevideo (Uruguay) el 19 de marzo de 1936, y falleció el 17 de enero de 1989.
Al rendirle mi homenaje –hoy, y en los "cuelgues" de los próximos días– he de decir, como pórtico, que Zitarrosa fue un compositor y un cantante que siempre me sedujo con su personalidad, con su voz y con sus canciones –sobre todo con aquella su "Guitarra negra" de la que ya hablaremos–. Por otra parte, fue un ser humano al que admiré mucho, sobre todo, porque tuve la suerte y el placer de comprobar –conociéndole– que era cierto aquello que dijeron de él los poetas Saúl Ibargoyen y Washington Benavides: Alfredo es –dijo Saúl– «un hombre y un artista con la magia de crear luz de donde sólo hay tinieblas»; «un hombre renacentista, atento a todo aquello que significa cambiar la vida», añade Washington.
Aunque nació y vivió su primera infancia en diversos barrios de Montevideo, a los ocho años, Alfredo se trasladó con su familia a Santiago Vázquez, pequeño pueblo donde vivió en contacto directo con el mundo rural, lo que, sin duda, influyó posteriormente en su obra, en la que surgieron todo tipo de ritmos y de canciones de origen campesino, como la "milonga", a la que Zitarrosa llamó «el blues de Montevideo».
Ya adolescente, regresó a la capital, donde estudió y trabajó en varios oficios: vendedor de muebles, visitador de una sociedad médica, oficinista o impresor. Trabajos que finalmente abandonó, en 1954, para trabajar en la radio como presentador, actor, guionista y locutor de informativos.
Por aquellos años, Alfredo también dedicó mucho tiempo a la escritura, y, más concretamente a la creación poética, actividad que le apasionaba. Su primer libro de poemas se tituló "Explicaciones", obra con la que obtuvo, en 1959 el premio municipal de Poesía Inédita, en Montevideo, pero que nunca quiso publicar. Fue también por aquella misma época cuando empezó a componer sus primeras canciones.
Su verdadera introducción en el mundo de la música y de la canción se produjo en Perú, en el año 1964, cuando, forzado por un amigo, que le conocía bien, se presentó a un programa de la televisión de la ciudad de Lima. «No tenía ni un peso –recordaba Alfredo–, pero sí muchos amigos. Uno de ellos, César Durand, regentaba una agencia de publicidad, y, por sorpresa, me incluyó en un programa de televisión, y me obligó a cantar. Canté dos temas y cobré 50 dólares. Fue una sorpresa».
Ese mismo año actuó en el auditorio del Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica (SODRE), de Montevideo –posteriormente llamado Servicio Oficial de Difusión Radiotelevisión y Espectáculos–, donde tuvo un gran éxito, tanto que, en 1965, fue invitado a participar en al Festival Folklórico de Cosquín –celebrado en Argentina–, y pudo grabar su primer single: "El canto de Zitarrosa" en el que interpretó tres de sus primeras canciones: "Milonga para una niña", "El camba" y "Recordándote" –su primer tema, compuesto en 1960.
A aquella primera grabación le siguió, en 1966, el LP "Canta Zitarrosa" con catorce canciones y con el acompañamiento, a la guitarra, de Yamundo Palacios e Hilario y Ciro Pérez, obra que marcó un hito en la historia de la música uruguaya y que supuso el gran lanzamiento de Alfredo por toda Latinoamérica.
Para completar este primer "cuelgue", recomiendo la audición de dos canciones de Zitarrosa:
De una de ellas acabamos de hablar, es la titulada "Milonga para una niña"; la otra es "Adagio en mi país", una de sus creaciones más populares. (Por cierto, para el "cantijuego" del próximo sábado, seguro que la audición de estos temas será de gran utilidad).
"Milonga para una niña":
http://www.youtube.com/watch?v=V10kH8vvr_c
"Adagio en mi país":
http://www.youtube.com/watch?v=P0UHvgmn7Fw&feature=related
Aunque nació y vivió su primera infancia en diversos barrios de Montevideo, a los ocho años, Alfredo se trasladó con su familia a Santiago Vázquez, pequeño pueblo donde vivió en contacto directo con el mundo rural, lo que, sin duda, influyó posteriormente en su obra, en la que surgieron todo tipo de ritmos y de canciones de origen campesino, como la "milonga", a la que Zitarrosa llamó «el blues de Montevideo».
Ya adolescente, regresó a la capital, donde estudió y trabajó en varios oficios: vendedor de muebles, visitador de una sociedad médica, oficinista o impresor. Trabajos que finalmente abandonó, en 1954, para trabajar en la radio como presentador, actor, guionista y locutor de informativos.
Por aquellos años, Alfredo también dedicó mucho tiempo a la escritura, y, más concretamente a la creación poética, actividad que le apasionaba. Su primer libro de poemas se tituló "Explicaciones", obra con la que obtuvo, en 1959 el premio municipal de Poesía Inédita, en Montevideo, pero que nunca quiso publicar. Fue también por aquella misma época cuando empezó a componer sus primeras canciones.
Su verdadera introducción en el mundo de la música y de la canción se produjo en Perú, en el año 1964, cuando, forzado por un amigo, que le conocía bien, se presentó a un programa de la televisión de la ciudad de Lima. «No tenía ni un peso –recordaba Alfredo–, pero sí muchos amigos. Uno de ellos, César Durand, regentaba una agencia de publicidad, y, por sorpresa, me incluyó en un programa de televisión, y me obligó a cantar. Canté dos temas y cobré 50 dólares. Fue una sorpresa».
Ese mismo año actuó en el auditorio del Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica (SODRE), de Montevideo –posteriormente llamado Servicio Oficial de Difusión Radiotelevisión y Espectáculos–, donde tuvo un gran éxito, tanto que, en 1965, fue invitado a participar en al Festival Folklórico de Cosquín –celebrado en Argentina–, y pudo grabar su primer single: "El canto de Zitarrosa" en el que interpretó tres de sus primeras canciones: "Milonga para una niña", "El camba" y "Recordándote" –su primer tema, compuesto en 1960.
A aquella primera grabación le siguió, en 1966, el LP "Canta Zitarrosa" con catorce canciones y con el acompañamiento, a la guitarra, de Yamundo Palacios e Hilario y Ciro Pérez, obra que marcó un hito en la historia de la música uruguaya y que supuso el gran lanzamiento de Alfredo por toda Latinoamérica.
Para completar este primer "cuelgue", recomiendo la audición de dos canciones de Zitarrosa:
De una de ellas acabamos de hablar, es la titulada "Milonga para una niña"; la otra es "Adagio en mi país", una de sus creaciones más populares. (Por cierto, para el "cantijuego" del próximo sábado, seguro que la audición de estos temas será de gran utilidad).
"Milonga para una niña":
http://www.youtube.com/watch?v=V10kH8vvr_c
"Adagio en mi país":
http://www.youtube.com/watch?v=P0UHvgmn7Fw&feature=related
Bufff! Don Alfredo. Es imposible —aun después de tanto tiempo— escuchar "Adagio en mi país" y no sentir que algo te perfora el alma.
ResponderEliminarGran aporte amigo. Estoy descubriendo a este gran artista y la verdad, cada aporte sobre su vida me resulta muy importante. Muchas gracias. Salud!
ResponderEliminarGonzalo M. Heredia (General Daniel Cerri - Bahía Blanca)
Es evidente que la escencia pura de su canta primero sale de su alma y luego de lo visto y vivido en su juventud y/o infancia.hoy canta en la eternidad.
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