Siempre que me han pedido que defina, o concrete, lo que es eso a lo que llamamos “canción de autor”, he dicho –refiriéndome, en primer lugar, a los textos– que para mi no es otra cosas mas que la expresión y el reflejo de la realidad verdadera, auténtica, no manipulada. Realidad que se manifiesta en dos dimensione que son necesariamente complementarias: En primer lugar, la realidad de lo que pasa en el mundo que nos rodea y que podemos percibir y constatar a diario; realidad a nivel global –es decir, en lo que se refiere a lo universalmente compartido–, y realidad más personal, concretada en lo que acontece en nuestro entorno más inmediato, más cercano, más cotidiano.
Concierto de Ismael Serrano. |
Pero la “canción de autor” tiene que ser, a la vez, voz, expresión y latido de la realidad interior del ser humano que la crea, es decir, ha de ser reflejo de las reflexiones, de los sentimientos, de las experiencias, de los sueños –deseos, necesidades y espectativas– de sus autores; realidad interior que nace, surge y estalla del encuentro y de la interacción –o del diálogo– entre el “yo que compongo una canción” y la realidad global, o más personal, en la que vivo. Encuentro e interacción que son imprescindibles para que la canción suene a auténtica, y para que pueda alcanzar un nivel suficiente de calidad desde el punto de vista poético o literario.
Respecto a la música, poco hay que decir. Como en cualquier otro tipo de canción –sea del género que sea– la música ha de ser de calidad –y nada más y ¡nada menos!–; debe conectar con la letra –fundiéndose y hermanándose con ella– para apoyarla, subrayarla, e incluso acariciarla apasionadamente, cuando sea necesario. Y lo mismo da que la música surja de la desnudez de una guitarra solitaria, que de una banda como a la que me refería hace unos días hablando del concierto de Carlos de Abuín, o de toda una orquesta como la Orquesta de Córdoba acompañando a Javier Ruibal en su disco "Sueño".
Jorge Castro dispuesto a participar en uno de los conciertos solidarios "Uniendo notas para un orfanato". |
Valga toda la introducción anterior para presentar el disco "¿Quién eres tú?" (Picap, 2010), recientemente grabado y publicado por JORGE CASTRO... Toda una introducción para fundamentar y poder afirmar con claridad, y con contundencia, que nos encontramos ante un "cantautor" de arriba a abajo, "de pura cepa" y de sorprendente calidad. (Lo apadrinan Ismael Serrano, y el maestro Pablo Guerrero que recita en el disco el poema de Jorge titulado "El tiempo lo sabe").
Para empezar –rompiendo con la forma en que habitualmente suelo comentar un disco– voy a hacer una breve referencia a su música.
Musicalmente "¿Quién eres tú?" es una obra bella e impecable, y lo es de principio a fin. Virtud imprescindible de la que son responsables –además de Jorge con su guitarra–, Pascual Piqueras –trompeta y piano–, Jesús Pinillos –piano–, Roberto Jabonero –violín y mandolina–, y Antonio Moneder –percusión–. Una magnífica y compenetrada banda, a la que se une la sensibilidad y el buen hacer de Roberto Visús, ingeniero de sonido.
Respecto a los textos de las canciones he de decir que Jorge recoge y es radicalmente fiel a las características que enumeraba en la introducción.
Jorge, en su disco, realiza un claro análisis –o radiografía– de la realidad del mundo en que vivimos, incidiendo, con acierto, en sus manifestaciones más negativas y denunciables. (En ese sentido, es especialmente significativa y desgarradora la canción "La senda del perdedor" en la que aborda, en profundidad, el tema de la marginalidad y del maltrato, haciéndolo como hay que hacerlo, es decir, presentando y analizando sus múltiples y complementarias perspectivas).
Frente a esa realidad negativa, y, con frecuencia, perversa y desesperanzadora del mundo en que vivimos, Jorge interiormente se revela:
«Quién eres tú para robarme mi sueño?
dime por qué permitiste que se extinguiera la luz [...].
¿Quién eres tú para dejar que se corrompa la vida
o que haya flores que malvendan su color? [...]
¿Quién eres tú para dejar que nos demos por vencidos?».
("¿Quién eres tú?").
Posición crítica, y de denuncia, frente a la que proclama y airea su esperanza: «A pesar de este mundo tan inhóspito, frenético y a veces tan falto de humanidad como es el que vivimos, de vez en cuando uno encuentra cobijo, aliento y auténticos oasis vivientes que te ayudan a que el camino sea más fácil y reposado».
«Llevo en la sien doble ración de locura
para devolverle el brillo a cada día gris».
("¿Quién eres tú?").
«Pintaré de primavera el eterno gris del cielo».
("2000 amaneceres").
«Esta noche puede arder la primavera bajo tus pies».
("En cualquier acera").
«Derribar el muro que sostiene el tedio,
pintaré un arco iris las noches de desvelo,
inventar un lugar donde mi verso te encuentre,
decirte sin palabras lo que no supe escribir,
velar a la muerte de cuerpo presente.
echar a la hoguera el último fusil,
apurar las migajas de esta primavera
e invertir en quimeras».
("Vivir")
«Y callarán políticos y trincheras,
y encontraré en tus ojos
mi única bandera».
("Razones para no dormir").
Permitidme finalmente, aunque el "cuelgue" se esté alargando, que recomiende dos canciones de este disco: "Aquellos días", en la que Carlos bucea en las raíces de su identidad navegando por su infancia; y "En cualquier acera", tema en el que nos narra una historia muy hermosa y esperanzadora por lo que tiene de realidad posible y cotidiana. Recomiendo escucharla, merece la pena.
«Ella busca estrellas en cualquier acera,
en los cristales de un vagón de metro,
trabaja de 4 a 10 sirviendo mesas en un café del centro
Le gusta ver volar aviones,
inventar historias con un final feliz,
mientras, el tiempo le enseñó a no esperar demasiado,
a consumir despacio cada momento.
Quiere coger palomas al vuelo
e ir con ellas al pasado para empezar de cero.
Y no sabe que esta noche puede arder la primavera bajo sus pies,
que se pare el tiempo, en un momento puede ser
aquello que perdiste en la memoria,
hoy puedes ser protagonista de esta historia.
Él regala versos en los parques de madrugada,
colecciona nubes que un día olvidó en un papel,
la oficina le aplasta e invierte el oro de su tiempo en inventar palabras,
un mundo sin armas en la retina,
rostros de mujeres que le devuelvan miradas,
ya sabes, aún quedan restos de utopías en sus botas gastadas,
en los amaneceres perdidos, en cualquier playa,
en aquel sitio donde se convirtieran en afrentas las tardes de domingo.
Y no sabe que esta noche puede arder la primavera bajo sus pies,
que se pare el tiempo, en un momento puede ser
aquello que perdiste en la memoria,
hoy puedes ser protagonista de esta historia.
Una noche el azar hizo que se encontraran
a una de esas horas en que sobran las palabras,
a veces no es preciso,
ahora dos desconocidos encontrarán su sitio.
Y no sabían que esta noche iba a arder la primavera bajo sus pies,
que se paró el tiempo y encontraron
aquello que perdieron en la memoria,
hoy fueron los protagonistas de esta historia.
Y tú no sabes que esta noche puede arder la primavera bajo tus pies,
que se paró el tiempo en el momento en que te retuve en la memoria,
hoy serás la protagonista de esta historia».
¡Gracias, Jorge, tú, con canciones como ésta, también puedes ser «cobijo, aliento y oasis» para mucha gente!
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ResponderEliminarFantástica presentación Fernando!! Me encanta como escribes y es que en este caso además me ¡¡Fascina Jorge Castro!!, con lo cual para mi es lo más!! Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras, este cantautor es capaz de transmitirme emociones, transportarme con su música, su voz y sus letras a sitios que ni siquiera he estado o a momentos que ni siquiera he vivido...para mi como tú bien dices es mi "cobijo,aliento y oasis". Gracias Fernando por tu publicación y que viva la "Canción de Autor". Saludos.
ResponderEliminargrandiiiiisimo disco el de Jorge. Y seguro que el siguiente aún será mejor, y eso que lo tiene difícil.
ResponderEliminarsaludos, Fernando!
Comparto amistad con Jorge. Magnífico cantautor. Amigo entrañable.
ResponderEliminarBuenísima y maravillosa la crítica de Jorge, La comparto totalmente. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que Jorge se merece muchas oportunidades para darse a conocer.Es un gran Artista.Merece ser conocido por todo el mundo.Gracias Fernando por apoyar a los creadores con talento. Charly
ResponderEliminarEse Jorge y este Lucini... un abrazo a los dos. Sois colludos que dicen en mis tierras. A ver si escucho ese disco de Jorge.
ResponderEliminarCarlos de Abuin