a un hombre que tiene los brazos atados.
Hay cuatro soldados
para disparar.
Son cuatro soldados
callados,
que está amarrados,
lo mismo que el hombre amarrado que van
a matar.
¿Puedes escapar?
¡No puedo correr!
¡Ya van a tirar!
¡Qué vamos a hacer!
Quizá los rifles no estén cargados...
¡Seis balas tienen de fiero plomo!
¡Quizá no tiren esos soldados!
¡Eres un tonto de tomo y lomo!
Tiraron
(¿Cómo fue que pudieron tirar?)
Mataron.
(¿Cómo fue que pudieron matar?)
Eran cuatro soldados
callados,
y les hizo una seña, bajando su sable,
un señor oficial;
eran cuatro soldados
atados,
lo mismo que el hombre que fueron
los cuatro a matar».
(El fusilamiento).
¡¡¡¡MALDITAS ARMAS!!!!
¡¡¡¡MALDITAS GUERRAS!!!!
¡¡¡¡MALDITAS ARMAS!!!!
¡¡¡¡MALDITAS GUERRAS!!!!
¿Cómo pudieron?, ¿Cómo pueden?... Inevitables las preguntas... emocionantes las respuestas... la osadía... la resistencia compartida.
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